Michael Jackson será despedido mañana en un funeral reservado para su familia y amigos íntimos, convocados al cementerio Forest Lawn de Glendale, suburbio de Los Ángeles, en una ceremonia discreta que contrasta con la vida de vanidades públicas que lo hicieron famoso.

9 semanas después de que el Rey del Pop muriera de un paro cardíaco, considerado por las autoridades forenses de Los Ángeles como un homicidio, causado por una “aguda intoxicación por propofol” y otros cinco medicamentos, Jackson recibirá el último adiós en el Gran Mausoleo del Forest Lawn Memorial Park en Glendale