Los japoneses votaron masivamente el domingo en las elecciones legislativas a favor de la oposición centrista, que prometió llevar a cabo una política más social tras 54 años de reinado de los conservadores en la segunda economía mundial.
Según las primeras estimaciones publicadas por los medios de comunicación al cierre de los colegios electorales, el Partido Demócrata de Japón (PDJ, centro) obtendría entre 298 y 329 de los 480 escaños de la cámara baja del Parlamento japonés. Le asesta así un duro golpe al todo poderoso Partido Liberal Demócrata (PLD, derecha) del primer ministro Taro Aso, que ha gobernado el país desde 1955 con una única interrupción de 10 meses en los años 90 y que ahora sólo lograría entre 84 y 131 diputados.
Los Demócratas, que ya son mayoritarios en el Senado gracias a otros dos partidos de oposición, tendrán a partir de ahora un control absoluto del Parlamento y la vía libre para llevar a cabo su ambicioso programa de reformas.