El presidente estadounidense, Barack Obama, volvió a atacar a los críticos a su reforma de salud, afirmando que el debate sobre sus propuestas no debería estar “dominado por malintencionadas tergiversaciones y descaradas distorsiones”.

“Es un tema de vital importancia para cada estadounidense y estoy feliz de que haya tanta gente comprometida”, dijo Obamal. “Pero también debería haber un debate honesto, no uno dominado por malintencionadas tergiversaciones y descaradas distorsiones, divulgadas por gente que se beneficia más si las cosas se mantienen como están”.

El presidente rechazó las acusaciones de que su reforma permitiría a los inmigrantes ilegales acceder al seguro de salud estadounidense y de que ésta forzará a incluir una cobertura para abortos.

Obama quiere que el Congreso apruebe sus propuestas de una reforma del sistema de asistencia médica antes de fin de año para cumplir con una de sus promesas de campaña: un seguro de salud a los 46 millones de estadounidenses (15% de la población) que no tienen cobertura médica.