El presidente egipcio, Hosni Mubarak, llegó a la Casa Blanca para reunirse con su homólogo Barack Obama, e intentar superar el callejón sin salida del conflicto entre Israel, aliado de Washington, y los palestinos y los Estados árabes.
Se trata de la primera cumbre en la Casa Blanca en cinco años con ese aliado de Estados Unidos, dejando atrás la tensa relación que mantuvieron ambos países durante el gobierno de George Bush, que lo instó a liberar presos políticos y realizar elecciones libres.
Obama ha presionado con fuerza al gobierno derechista israelí para congelar los asentamientos judíos, pero también exhortó a los países árabes a hacer gestos simbólicos que incentiven a los dirigentes israelíes a dar un paso hacia la paz.
El secretario de prensa de la Casa Blanca, Robert Gibbs, dijo que el acercamiento con Mubarak “llevará algún tiempo”.