Comer chocolate al menos dos veces por semana divide por tres aproximadamente el riesgo de mortalidad cardiovascular cuando ya se ha padecido un ataque cardiaco, en comparación con las personas que nunca se dejan tentar por este dulce, según un estudio sueco.
El consumo de chocolate está “muy asociado con una reducción de la mortalidad cardiaca en personas – no diabéticas- que han sobrevivido a un infarto”, subraya el estudio publicado en el ejemplar de septiembre del Journal of Internal Medicine.
Y esta correlación benéfica depende de la dosis, o sea que aumenta con la cantidad ingerida; el estudio viene a decir que más vale un poco de chocolate que nada.
Debido a su porcentaje de grasa y de azúcar (variable en función de su composición), el chocolate suele estar proscrito para los diabéticos.
Por eso el doctor Imre Janszky y sus colegas del Instituto Karolinska de Estocolmo, autores del estudio, se centraron en los suecos que no padecen esta enfermedad, estudiando a 1.169 hombres y mujeres no diabéticos de entre 45 y 70 años que sufrieron un infarto al comienzo de los años 1990.
Todos ellos fueron sometidos a un seguimiento de ocho años tras su hospitalización.
Antes de ser dados de alta en el hospital fueron interrogados sobre la frecuencia de su consumo de chocolate negro o con leche (cotidiano, semanal y mensual) y sobre su cantidad durante los doce últimos meses.
Se tomaron en consideración otros criterios como el consumo de alcohol y tabaco y la obesidad para no falsear los resultados.
Las virtudes del cacao, y por extensión del chocolate negro, ya eran conocidas por sus efectos sobre la tensión arterial y la fluidez sanguínea. Los antioxidantes (flavonoides), abundantes en el chocolate negro, podrían ser los responsables de ello, por lo que conviene verificar el porcentaje de cacao de las tabletas antes de comprarlas, ya que algunas contienen sólo un 10 ó 15%.
Otros estudios demostraron que el chocolate puede reducir la mortalidad de los hombres de avanzada edad con buena salud, y de las mujeres después de la menopausia.
Aún reconociendo sus méritos, los médicos son “prudentes” y se cuidan mucho de fomentar el consumo abusivo de esta golosina ante los problemas de sobrepeso con los que se encuentran en sus consultas.
“Animo sin embargo a aquellos que buscan postres mejores para la salud a pensar en el chocolate en cantidades pequeñas”, confiesa el doctor Kenneth Mukamal, de Boston (Estados Unidos), coautor del estudio.
(AFP)