Guillermo Ibieta Otto, el llamado testigo clave del caso de coimas en la compra de los tanques Leopard en 1998, fue el representante de la empresa holandesa RDM, que vendió los vehículos al ejército de Chile.
Esto según el general (r) Guillermo Garín, quien señaló, además, que Ibieta estaba inscrito como proveedor del Ejército, para lo cual debió cumplir con varios requisitos.
Garín fue enfático al señalar que desconocía totalmente el pago de comisiones en este caso, y que este es un tema particular entre la empresa y su representante.
En declaraciones a Radio Bío-Bío, Garín negó tajantemente haber sido tentado con algún tipo de comisión o pago de coimas, refiriéndose directamente a los dichos del ex comandante en jefe de Ejército, Ricardo Izurieta.
Sobre la participación del ex albacea de Augusto Pinochet, Oscar Aitken, el ex militar señaló que éste nunca participó en el proceso de adquisición de los vehículos blindados, al menos hasta su retiro en 1997.
Finalmente, el general en retiro desconoció la participación de Luis Iracabal y Augusto Latorre en la compra de los tanques, ya que, según él, los militares no participaron en la toma de decisiones, lo que estuvo a cargo del Ejército, a pesar de que la compra fue hecha directamente por la Famae, ya que contaban con especialistas en esta materia.