“Bienvenido a Calton” proclama una alegre pintura mural en este barrio situado a unos minutos del opulento centro de Glasgow, Escocia. Calton tiene el triste récord de la esperanza de vida más baja de Europa, y en donde la mayor afluencia de personas se encuentra en el centro de salud.

Los hombres de este barrio devastado por la desindustrialización sólo pueden esperar vivir, en promedio, hasta los 53,9 años, según las últimas estadísticas. En ningún otro barrio de Gran Bretaña o de Europa se registró una esperanza de vida tan baja.

“Tenemos muchos pacientes jóvenes con mala salud. Es habitual ver pacientes de unos treinta o cuarenta años que sufren ataques cardíacos. Tenemos muchos casos de obesidad, diabetes, problemas pulmonares causados por el tabaco”, explica el doctor Robert Jamieson, que ejerce desde hace 22 años en esta antigua región, en donde antaño florecía la industria textil y metalúrgica.

Evocando el impacto combinado de la pobreza y del desempleo, pero también de la violencia, las drogas, el alcohol y una alimentación desequilibrada, Jamieson explica a que es difícil cambiar los comportamientos de riesgo transmitidos de generación en generación.

En esta zona de Glasgow, el 38% de los habitantes no tienen ingresos, y un 30% de la población activa está desempleada.

(AFP).