El comité de empresa de Ssangyong Motor cerró un acuerdo con los sindicatos de trabajadores tras dos meses de protestas.
El fabricante de automóviles surcoreano anunció en abril el despido de 2.650 trabajadores. De éstos, un millar se encerró en su factoría durante dos meses, iniciativa que provocó una intervención de 4.000 policías, saldada con decenas de heridos en un único día de protestas, aunque la cifra se eleva en total al centenar, según la prensa surcoreana.
Los enfrentamientos propiciaron que al menos 236 empleados saliesen de la fábrica nada más empezar la operación policial, aunque otros 450 se ‘atrincheraron’ en el edificio de la sección de pintura, repleta de material inflamable.
Ssangyong, propiedad del fabricante chino Shanghai Automotive Industry, planeaba reducir en un más de un tercio su plantilla de 7.100 empleados.