Luego de que el mercado de los videojuegos pareciera inmune a la crisis económica, la casa de Mario Bros vio seriamente afectadas sus ventas, mientras Sony suma a sus propios problemas internos la caída mundial del consumo.
Según su informe financiero, durante el 2º trimestre de 2009 Nintendo vio caer las ventas de sus consolas portátiles en 1 millón de unidades, hasta menos de 6 millones en total. Mientras, la exitosa consola Wii perdió más de la mitad de sus ventas, alcanzando 2.23 millones de unidades vendidas.
En conjunto esto le significó una caída que supera el 50% de sus ingresos, que fueron de 100.000 millones de yenes a 40.000 millones, lo que no le quita el sueño a la compañía pues aún le reporta ganancias por 425 millones de USD con la promesa de recuperarse con las ventas de fin de año.
Distinta es la situación de Sony, a cuyos problemas para imponerse nuevamente en el mercado se agrega la contingencia: su consola PS3 vendió 500.000 unidades menos para quedar en 1.1 millones, mientras la portátil PSP se llevó la peor parte al desplomarse de 3.7 a sólo 1.3 millones de unidades.
Las únicas buenas noticias para la compañía nipona la ofreció su unidad de películas, cuyos títulos aumentaron sus ventas un 6.5% respecto de igual fecha del año anterior.