Un 2 de mayo pero de 1986 se vivió la peor tragedia que recuerde el Mundial de Rally (WRC, por sus siglas en inglés). En el kilómetro 7 del tramo Corte-Taberna en el Tour de Corse en Córcega, Francia, perdieron la vida el piloto finlandés Henri Toivonen y su copiloto estadounidense Sergio Cresto, ambos de 30 años, en uno de los accidentes más recordados de la historia del automovilismo deportivo.
El suceso ocurrió a eso de las tres de la tarde de ese viernes cuando el automóvil Lancia Delta S4 que conducía Toivonen en el extinto Grupo B, iba en la antepenúltima especial del día con casi tres minutos de ventaja sobre el Peugeot 205 T16 de su rival Bruno Saby.
“Este Rally es una locura, aunque por el momento todo está yendo bien. Si hay algún problema, estoy muerto”, dijo Henri el día anterior al accidente en declaraciones recogidas por el portal Motormanía, como si intuyera lo que iba a pasar.
Según relata el diario deportivo Marca, “tras haberse impuesto en el Montecarlo y en Costa Esmeralda”, el piloto iba derecho a un nuevo triunfo. De hecho muchos decían que ese sería su año. “Por fin, empezaba a postularse, con más certidumbre que nunca, para convertirse en campeón del Mundo. Hasta que, al poco de abandonar la asistencia de Corte, su destino vital cambiaría para siempre”, complementan.
Pero tal como dice Marca, el destino quiso otra cosa porque en medio del tramo el vehículo del finlandés se salió de la pista y cayó unos cinco metros por un barranco para luego chocar con un árbol. Esto hizo que el estanque de bencina se reventara y el auto ardiera en llamas en cosa de minutos. Ambos corredores murieron calcinados dentro del vehículo.
Saby -el piloto que venía tras ellos-, dijo que le pareció ver el auto de su colega quemándose, pero no se detuvo. Los primeros en parar fueron el piloto italiano Miki Biasion -del mismo equipo de Toivonen- y su compañero Markku Alén, pero no pudieron hacer nada.
Fue tal la violencia del accidente que el caparazón de fibra del auto simplemente desapareció consumido por el fuego, quedando sólo el chasis tubular.
Ante tal tragedia, la organización decidió cancelar la etapa, mientras la entonces FISA (hoy FIA, Federación Internacional del Automóvil) decidió suprimir para siempre el Grupo B, que se caracterizaba por tener autos muy potentes y ligeros, pero de dudosa seguridad, lo que los hacía potencialmente peligrosos. De hecho, hubo otros accidentes con resultados fatales y heridos que involucraron los vehículos que corrían en esta clasificación.
Cabe destacar que el grupo B tuvo un corto periodo de vigencia de sólo 4 años. Como señala Motormanía comenzó a operar en 1982 y se fortaleció en 1983 luego de que la entonces FISA anunciara una reforma al reglamento. “Para 1983 los nuevos Grupo B sustituirían a los Grupo 4 y Grupo 5. Este cambio de normativa supuso una flexibilización de las homologaciones, permitiendo poner en carrera automóviles que en los antiguos grupos hubiesen sido impensables”, señala el medio especializado.
Otros factores
De acuerdo a Motormanía, se cree que Toivonen condujo bajo el efecto de medicamentos que tomó para tratar un principio de bronquitis que lo aquejaba. Eso, sumado a que la pista estaba un poco mojada debido a una llovizna, pudo crear las circunstancias propicias para el accidente.
Por otro lado, Henri había tenido un accidente grave en el Rally Costa Esmeralda de 1985 donde se fracturó tres vértebras y casi queda paralítico. Y según dijo el piloto Malcon Wilson en una entrevista posterior a la tragedia, desde entonces el finlandés sufría de episodios breves de pérdida de consciencia.
Pero ¿cómo siguió compitiendo? de acuerdo a su compañero, Henri nunca quiso decírselo a Lancia por miedo a que lo sacaran de la competencia. Esto tiene sentido, pues no se encontraron marcas de frenadas en la carretera, lo que hace presumir que probablemente se desmayó al volante.
También se ha dicho que el piloto pudo intoxicarse con tolueno, que aunque no estaba permitido como aditivo antidetonante, está la posibilidad de que haya sido agregado al estanque de bencina del auto, pues algunos pilotos habrían manifestado sentir un fuerte olor a combustible.