El Festival de Viña del Mar es uno de los eventos musicales más importantes de Latinoamérica, que logra capturar la atención de la prensa y el público no solo por las estrellas que se presentan, sino que también por una tradición que, con el paso de los años, se convirtió en uno de sus pilares más emblemáticos y esperados: el piscinazo de las reinas del festival.
Este evento, más allá de ser un simple acto de celebración, se transformó en una poderosa herramienta de comunicación y marketing, generando que las reinas tuvieran un impacto mediático, que las posiciona como figuras del espectáculo.
La fascinación por el piscinazo radica en varios factores, como la sorpresa y la originalidad de las propuestas presentadas por las candidatas a reina juegan un papel crucial.
Cada año, las participantes buscan superar a sus predecesoras con ideas más innovadoras, atrevidas o artísticas. Esto garantiza un flujo constante de interés y expectativa para el público del festival.
Aquí te dejamos algunos de los piscinazos más icónicos del Festival de Viña del Mar que pasaron a la historia, no solo del evento, sino que también en el espectáculo chileno.
2003: El piscinazo con la bandera de Chile de María Eugenia Larraín en Viña
María Eugenia Larraín dio inicio a los piscinazos con un impacto mediático sin precedentes, considerando que era la primera chilena del milenio que ostentaba ese trono y se lanzaba a la piscina, tradición que comenzó en 2001 Natalia Oreiro.
Su piscinazo, en particular, se convirtió en uno de los momentos más recordados y comentados del festival de ese año, ya que estaba en el ojo mediático por su relación con Iván Zamorano.
Luciendo un bikini que emulaba la bandera chilena, no solo celebró su título con un acto de patriotismo visualmente impactante, sino que también logró una gran cobertura, consolidando el piscinazo como una tradición ineludible del Festival de Viña del Mar.
2004: La elegancia de Carolina ‘Pampita’ Ardohain
Carolina “Pampita” Ardohain, al ser coronada reina del Festival de Viña del Mar en 2004, dejó una huella en el corazón de este evento y en sus seguidores chilenos. La modelo no se imaginaba que en breve se ligaría profundamente al país gracias a su relación con el actor Benjamín Vicuña.
Su reinado estuvo marcado por un carisma y una elegancia natural que cautivaron tanto a la prensa como al público, consolidándola como una de las figuras más queridas y recordadas del festival.
El piscinazo de “Pampita” se destacó por su impecable ejecución, pero también por el impacto que generó con la prensa al borde la piscina buscando su imagen.
Con un salto elegante y lleno de gracia, buscó superar las expectativas y crear un momento histórico dentro del festival.
2005: Luciana Salazar encendió el piscinazo en la historia del Festival de Viña
El piscinazo de Luciana Salazar durante el Festival de Viña del Mar en 2005 es, sin duda, uno de los momentos más icónicos y recordados en la historia del certamen.
Coronada por la alcaldesa Virginia Reginato, “Luli” pasó a realizar una audaz actuación en la piscina. Tras lanzarse al agua, se deshizo de su bikini con las banderas de Argentina y Chile. Un gesto de audacia sin precedentes que capturó la atención de todos, revolucionando el ambiente y marcando un hito en los piscinazos del festival.
Este episodio no solo fue un punto de inflexión para el festival, sino que también marcó un antes y un después en la carrera de Salazar. A su juicio, la catapultó a nuevas oportunidades en el mundo del entretenimiento y dejando en claro la importancia de Viña en su trayectoria profesional.
La propia Luciana reconoce que este momento fue crucial, una verdadera “explosión” que definió su carrera, subrayando el impacto trascendental del Festival de Viña del Mar en su vida y en la cultura popular latinoamericana
2014: El impacto del cuerpo pintado de Sigrid Alegría
Sigrid Alegría optó por una presentación nunca antes vista, lanzándose al agua completamente desnuda y cubierta solo por pintura corporal.
Su elección de “vestuario” como reina demostró que el riesgo y la originalidad pueden ser recompensados. Así dejó una de las imágenes más icónicas de los piscinazos en el Hotel O’higgins.
La actriz, que en ese momento era parte de Canal 13 protagonizando la teleserie “Mamá Mechona”, le ganó la elección a la representante de la Competencia Internacional, Ninah. Esta última obtuvo 154 votos de la prensa, versus los 260 que captó Alegría.
En el momento, recibió la corona de la alcaldesa de la época, Virginia Reginato, junto a un anillo y collar de la Joyería Barón.
2016: Nicole “Luli” Moreno reafirmando su popularidad
Nicole Moreno, más conocida como “Luli”, encantó a todos con una presentación inspirada en “Belleza Americana”, cubierta de pétalos de rosa.
La coronación de Nicole “Luli” Moreno como reina del Festival de Viña del Mar y su posterior piscinazo en 2016 constituyen un hito relevante tanto en la historia del festival como en su propia trayectoria profesional.
La elección de “Luli” como reina de Viña reafirmó su popularidad y carisma ante el público, consolidándose como figura mediática en Chile.
Además, su decisión de lanzarse a la piscina cubierta de pétalos de rosa ofreció una imagen memorable que quedó grabada en la memoria colectiva.
2006: El opacado piscinazo de Tonka Tomicic
Tonka Tomicic dejó a muchos atónitos al optar por un trikini color café, mostrando más piel de lo que era usual en ella, tras una campaña enfocada en ser “100% natural”.
Aunque su piscinazo es uno de los más controvertidos de la historia del Festival. Estuvo envuelto en polémica por la inesperada participación de unos niños que se lanzaron al agua con ella.
Se trató de un incidente que generó mucho revuelo, catalogando a Rocío Marengo como la culpable de “aguar” el momento de Tomicic.