Donde pone el ojo, pone la bala. Fiel a sus pasiones, al momento de recibir la gaviota de plata, Alejandro Fernández no pudo quitarle la vista de encima a Rubia Soares, la modelo encargada de entregarle el galardón.
“Ay, pero qué guapa”, exclamó con picardía el mexicano de 51 años mientras se acercaba a la joven.
“¿Verdad?”, asintió Martín Cárcamo. “Se llama Rubia”, añadió dándole un momento a la modelo de impecable vestido verde para lucirse en la pantalla.
“Vaya, qué ironía”, respondió el intérprete, ante la abundante cabellera morena de la chica.
Pero su impresión fue tan duradera que cuando Martín Cárcamo le preguntó si le temblaban las piernas, el “Potrillo” disparó rápidamente: “Algo me está temblando entre las piernas”.
La sesión tuvo su segunda pata, pues cuando Rubia volvió al escenario para entregarle un nuevo reconocimiento, Fernández volvió a la carga con ella. La modelo se vio visiblemente incómoda.
Habrá que ver si su novia, Karla Laveaga, se toma con el mismo humor su coqueteo.