Diversas reacciones dejó la fallida presentación de Jani Dueñas en la tercera jornada del Festival de Viña del Mar.
La comediante no pudo ganarse al público presente en la Quinta Vergara, debiendo dejar el escenario bajo fuertes pifias.
Un artista que vivió una experiencia similar es Ricardo Meruane. El humorista debutó en el certamen viñamarino en 2011, en donde fue duramente abucheado.
Cinco años más tarde regreso al Festival para tener su revancha. Sin embargo nuevamente fracasó, repitiendo el trago amargo.
Es por esto que el comediante dio a conocer su parecer sobre la rutina mostrada por Dueñas, entregando además un par de consejos.
“No sé cómo se lo irá a tomar ella, pero lo que hice yo es que uno se replantea y son sensaciones bien potentes, no muy gratas claramente porque uno siente que no vale nada lo que uno hizo en sus años de carrera”, comenzó señalando en entrevista con La Cuarta.
“El que se mantuviera ahí, igual lo encontré notable, y ahora viendo lo que pasó en el escenario y haciendo análisis bien profundo, es cuando se ve en lo que se está. Es un proceso que igual necesita un duelo, es lo mismo que cuando se muere un ser querido, y por otro lado hay que saber revertirlo”, agregó.
Si bien explicó que todos se han pegado un porrazo, “en Viña la cosa es distinta porque uno quema un show completo, y si uno queda en la retina es peor”.
Luego de ser pifiado por el monstruo de la Quinta Vergara, Meruane recibió algunos consejos de la Doctora María Luisa Cordero, los que aprovechó de compartir con Dueñas.
“Hay que hablar del fracaso todos los días, no sacarle el cuerpo, esa es la mejor terapia. Los primeros meses son terribles, porque el espectáculo es distinto y como dijo Liza Minelli ‘la verdadera droga es el público’. Entonces cuando uno no está en contacto con el público, por lo que le digo que hay que ir hasta los beneficios, y eso es porque uno necesita un feedback”, puntualizó.
En ese sentido, el humorista sostuvo que “uno se siente como culpable y con vergüenza, es un torbellino. Uno sale a la calle y se siente un murmullo”.
“Tiene que mirar todo fríamente, reconocerlo y sanarse, todo lo cura el tiempo”, cerró.