En la Convención Constituyente se notó la ausencia de "Andrés"
“Sin entrar en discusiones políticas, los que llevamos a cabo las implementaciones tecnológicas, no podemos dejar de observar como en la naciente Convención Constitucional quedó de manifiesto que la ausencia de la tecnología provocó una incertidumbre entre los constituyentes y la ciudadanía poniendo en jaque a unos y a otros”.
En toda institución pública o privada existe un soporte técnico que los colaboradores puedan consultar por errores o desconocimientos sobre las plataformas tecnológicas de trabajo. Generalmente, es una persona al otro lado del smartphone que en nuestro caso vamos a llamar Andrés. Él, se convierte en nuestra salvación para hacernos más productivos solucionando problemas o aclarando dudas.
La esencia del término transformación digital trata de la incorporación de la tecnología a los procesos productivos y de comunicación en las organizaciones, con el objetivo de mejorar en productividad, competitividad, innovación y bienestar de los empleados, entre otros muchos factores.
Hoy la tecnología se ha convertido en la columna vertebral de un nuevo sistema de trabajo y mejora de procesos que tienen como meta, en definitiva, incorporar y maximizar la eficiencia en las rutinas de trabajo y comunicación. Más aún a partir del inicio de la pandemia en que vivimos.
Sin entrar en discusiones políticas, los que llevamos a cabo las implementaciones tecnológicas, no podemos dejar de observar como en la naciente Convención Constitucional quedó de manifiesto que la ausencia de la tecnología provocó una incertidumbre entre los constituyentes y la ciudadanía poniendo en jaque a unos y a otros.
Todos los responsables de la organización de este evento, seguramente, intentaron comunicarse con “Andrés”, pero evidentemente el Andrés de la organización no existía porque muchas instituciones públicas y privadas, al comenzar un proceso de trabajo olvidan esta nueva era de Convergencia Digital, de cambio de paradigma cultural acelerado por la aparición del Covid-19.
La toma de consciencia de este proceso tecno cultural es imprescindible para el progreso de Latinoamérica, del Chile actual y del futuro. Esta toma de consciencia debe traducirse en mayor inversión, investigación y desarrollo de plataformas digitales junto a una planificación institucional para educar a la ciudadanía que ya estamos inmersos en una Convergencia Digital que es parte de nuestras vidas.
Y, por cierto, el ser humano siempre va a ser necesario para crear e implementar simples o sofisticadas tecnologías para la comunicación y la productividad. ¡Ah! Y no olvidemos que siempre nos hará falta un “Andrés” para ayudarnos a resolver nuestras dudas y errores.