Este 4 de enero se renueva la mesa de la Convención y ya suenan algunos nombres para presidirla. Entre ellos, el de Beatriz Sánchez, la periodista y constituyente que representa el distrito N° 12.
Pero la contienda no será fácil. Si bien no hay nada definido, varios han demostrado su interés por la presidencia y vicepresidencia de la mesa, entre los que se cuentan Loreto Vidal, ex Lista del Pueblo, Ramona Reyes (PS) y Cristina Dorador (IND).
A solo cuatro días de que se sepa quiénes serán los nuevos líderes de la Convención, Beatriz Sánchez conversó con Radio Bío Bío. Estas son sus definiciones.
La segunda etapa de la Convención
¿Cómo observa desde el Frente Amplio (FA) el rol que tiene que tener la próxima mesa de la Convención Constitucional en esta segunda etapa?
Nosotros como FA, como colectivo, hicimos todo un debate interno para ver qué venía en esta epata. Primero, ver cuál fue la primera etapa que lideró de manera brillante Elisa Loncon y Jaime Bassa. Creo que hicieron un dupla entre ellos dos brillante, pero además lograron algo muy difícil, que era la instalación y que esto empezara a funcionar de la nada, y además, a contra pelo y con muchos obstáculos.
Y nos preguntamos como colectivo qué etapa viene ahora. Qué significa lo que parte el 4 de enero en adelante, y pensamos que ahora viene una etapa que es el relato. Disputar el relato hacia afuera. O sea, qué es lo que estamos haciendo acá, qué significa la Convención, cómo le cambia la vida a las personas una nueva Constitución. Creo que ese relato hay disputarlo y con firmeza, fuertemente, contar esta historia. Porque hay un plebiscito de salida que es fundamental para el proceso de la nueva Constitución y creemos que ese es el déficit que ha tenido todo esto.
Entonces dijimos: Bueno, esa es la gran etapa y para adentro lo que hay hacer es mejorar todas las instancias de diálogo interno para llegar a los 2/3 y para cumplir con los tiempos que son exigentes y eso va a tensionar todo.
¿Recoge el llamado que hace la expresidenta Michelle Bachelet, cuando dice: “Tienen que comunicar más”?
Sí. Yo creo que lo decía por eso, porque además ella lo vivió. Recordemos que ella misma muchas veces se hacia la autocrítica en el gobierno de decir que tenemos que comunicar mejor. Siempre es un desafío. Siempre los procesos de cambio van a contrapelo del poder que ya está establecido en Chile; económico, político y este también. Entonces creo que tenemos que salir a disputar ese relato con fuerza.
Como colectivo dijimos: “¿Podemos aportar en eso?” Sí, podemos aportar y por eso es que dijimos “bueno, entonces vamos a disputar la mesa, lo que viene ahora”. Que además, es un liderazgo colectivo. No es una mesa de una persona, es una mesa de una liderazgo colectivo. Así que por eso dijimos vamos a disputar y estamos en eso.
“Hay una competencia, las cosas se ponen intensas”
¿Pero acá se busca encabezar la mesa?
Estar por lo menos en la mesa directiva o mesa chica que le dicen, que es la presidencia de la vicepresidencia. Pero estar ahí. Que en el fondo es que te llevas un poco el peso de la conducción junto con el resto de la mesa directiva.
Patricia Politzer habló sobre el impacto que podría tener que el FA lidere la convención. Por ejemplo, dice que sería un error para Gabriel Boric que el FA presida el organismo ¿Qué te parece esto?
Lo primero, me parece que es una declaración que es injusta. Injusta en varios sentidos. El presidente electo, Gabriel Boric, va a asumir la Presidencia en marzo, cuando ya la convención tenga casi votadas todas sus normas y cuando esté en la última etapa del proceso. Entonces hablar de falta de autonomía, me parece que es ir un poquito muy allá.
Creo que además, y esto no es porque lo diga, sino que es cosa de mirar o revisar cómo ha sido el diálogo político o la dinámica política, incluido el FA, dentro de la convención, que ha sido muy distinta a las dinámicas políticas de afuera. O sea, la autonomía de la relación acá dentro ha sido muy notoria.
Creo que quizás confunden los conceptos de cuando se habla de autonomía. A lo mejor los desconocen. A lo mejor, temen su propia autonomía, no lo sé. Me parece injusto también porque creo que estamos en medio de un proceso electoral, que se pone un poco intenso, entonces de repente hay ciertas declaraciones que pueden resultar un poco desafortunadas, pero lo voy a tomar de esa manera.
Ayer Benito Baranda hablaba de que sería sospechoso, habló de la dictadura. ¿Qué te parece?
Ay, yo quiero mucho a Benito. Creo que se enmarca dentro de lo mismo: hay una competencia, las cosas se ponen más intensas.
Todos y todas somos candidatos
¿Por qué sectores ustedes apuestan para poder ir por los votos?
Lo que pasa es que esta es una elección que tiene claves distintas, por eso que nadie se baja. Porque en el fondo, nadie se sube. El sistema de la mesa directiva más pequeña que es la presidencia y la vicepresidencia, se elige con sistema papal y eso quiere decir que todos y todas son candidatos. Entonces, se va votando sucesivamente hasta que alguien llega a los 78 votos.
Creo que va a ser difícil que alguien vea que alguien se baje. Y si alguien “se baja” o deja de lado su apuesta personal, lo más probable es que nadie lo sepa y solamente ese día reciba menos votos, o sea, no se va a saber. Es por el sistema de votación y creo que es una innovación interesante, en el sentido en que todo el mundo sea candidato a candidata y que vayan saliendo los liderazgos de manera más espontánea, independiente que hayan conversaciones y diálogos, me parece que es algo interesante.
Lo mismo pasa con el resto de la mesa que se integra por patrocinios, son cuestiones que no habíamos visto antes en elecciones y que me parece que instalan otras formas de debate. Ahora, el diálogo va a seguir y nosotros estamos conversando con todos los otros sectores, no es una negoción, porque es muy difícil una negociación cuando hay este tipo de elección, sino más bien dialogando. Dialogando respecto a cómo visualizamos la composición completa de la mesa.
¿Qué sector observan como un dupla?
Yo prefiero no adelantar eso porque son parte de las negociaciones. No me sentiría cómoda. Yo no soy parte de las negociaciones, son otras compañeras del FA que las están haciendo y no me sentiría cómoda entregando esa información que es más delicada.