Dos semanas exactas quedan para que la Convención Constitucional se disuelva. El 4 de julio, el organismo deberá entregar su propuesta de nueva Carta fundamental, y existe incertidumbre respecto a lo que ocurrirá en los próximos meses, previo al plebiscito de salida.
En abril de este año, los constituyentes visaron en el Pleno, artículos que hacen directa alusión a las consignas plasmadas en el denominado estallido social. Se aprobó el derecho a la Vivienda, o el acceso universal a la Salud, y a la Educación.
Sin embargo, los alcances de los artículos aprobados son aún desconocidos. El diagnóstico que hace la constituyente feminista y militante de Revolución Democrática, Tatiana Urrutia, es que la “campaña del terror ha surtido efecto”, ya que observa que existe desinformación. “Hay hartas ganas en la ciudadanía por saber, e incluso preguntan, por las mentiras que les han llegado” sostiene.
“Fake news”
La Convención ha tenido un poco más de respiro estos días, y algunos constituyentes se han devuelto a sus territorios. ¿Qué es lo que más te pregunta la gente?
Hay alta desinformación del texto. Las campañas contra la Convención han surtido efecto. Pero la gente está muy ansiosa de saber lo que realmente sucederá. Hay hartas ganas en la ciudadanía por saber, e incluso preguntan por las mentiras que les han llegado. Entre los temas que más nos preguntan se encuentra lo relativo a Vivienda o a Salud, por ejemplo.
¿Qué, específicamente?
Qué significa el derecho a la Vivienda. Hay fake news importantes sobre la propiedad. Hay una propiedad privada que está consagrada en el borrador, pero el derecho a la vivienda propia tiene que ver con el énfasis que tendrá mandatado el Estado para construir viviendas sociales. Es el mandato al Estado para construir y hacer políticas públicas que tengan que ver con la dignidad de las personas. Nadie impide la vivienda propia. Son lineamientos para sobre la condición de vida de las personas.
Respecto a Salud, nos gusta aclarar que el sistema tiene que ver con la recaudación de los fondos y no necesariamente con los prestadores. La norma dice que el sistema público debe fortalecerse, pero no dice que no te puedes atender en un lugar privado. Es un fondo, donde la cobertura va a ser común, y va a depender de la reforma que pueda hacer este Gobierno o el próximo, respecto al Sistema de Salud.
Auditores preguntan los detalles de la expropiación y la vivienda. Es un tema instalado también en redes sociales ¿qué se responde a esa inquietud?
Acá no hay ningún tema sobre la expropiación distinta a lo que hay hoy. No hay nada que hoy pueda alertar a las personas para que les quiten su segunda o tercera casa. No existe ningún límite o restricción a la propiedad privada. Lo que se hace acá es fortalecer los sistemas públicos, abordar las políticas con prioridad de las personas. Si se expropia -igual que hoy- será en términos legales, habrá un pago previo.
Educación
Tras aprobarse la norma sobre Educación ¿qué pasará con los colegios subvencionados?
Todo el tiempo hablamos de los establecimientos que reciben financiamiento público, si no simplemente diríamos estatales. La educación subvencionada existe desde hace 100 años y la actual Constitución no dice nada sobre el financiamiento. (…) En las transitorias está muy claro que la próxima ley deberá regular el financiamiento de los públicos y los reconocidos por la ley. Acá se mandata al Estado a fortalecer la educación pública y que ojalá, en algún momento, las personas puedan elegir un colegio público porque cuenta con todas sus expectativas, y no verse obligado como hoy, a buscar un colegio pagado y muchas veces endeudarse.
En algún momento se indicó que si la Convención elaboraba una batería robusta de derechos sociales, las percepción ciudadana se inclinaría hacia el apruebo. Hemos visto las últimas encuesta, y esta opción no ha tenido un incremento sustancial. ¿Por qué crees que eso ha ocurrido?
Hemos visto un alza que a lo mejor no es radical de una semana a otra, pero vemos que va en alza. Eso tiene que ver con que no hay más mentiras que se pueden inventar respecto a lo que quedará en la nueva Constitución. Existieron hartos temores sobre lo que podría introducirse en el texto, que ya no hay puerta para que eso entre. Los temores se acabaron y ya no hay de donde agarrarse para la campaña en contra. Seguiremos viendo la campaña del terror, pero ya no hay espacio para nada nuevo.
Hoy hay certezas en un texto que cualquier persona puede leer, y ver que las fantasías que se inventaron no son reales. (…) Una vez cuando el texto ordenado esté votado en el Pleno, yo creo que se va a difundir muchísimo más la información.
¿A qué se le puede atribuir la desinformación en la ciudadanía?
La Convención, como institución que tuvo muchas tareas y no logró construir una maquinaria para poder comunicar de manera más rápida como nos gustaría. Éramos los mismos convencionales los que teníamos que tomar decisiones, construir normas. Es una institución nueva, que en poco tiempo tuvo que construir una Constitución y esa era la prioridad. Creo que la desinformación va por ese lado.
Rostros humanos
¿Cómo se prepara la coalición de Gobierno para el plebiscito del 4 de septiembre?
Apruebo Dignidad se está articulando. Está preparando material informativo, para entregar folletos en las ferias, en las calles. Creo que será muy similar a la campaña por el apruebo en el plebiscito que nos trajo a este proceso. Yo sé que los partidos están viendo cuál es el mensaje. Todos han dado su postura de que aquí no hay una tercera vía. Es Apruebo, cambiar la Constitución y abrir una posibilidad de reformas estructurales, o quedarse con la Constitución de hoy.
¿Cuál sería un buen resultado, el 4 de septiembre?
Evidentemente no será lo mismo del plebiscito de entrada. Sin duda la campaña que se ha hecho este año contra la Convención ha tenido ese efecto. Hoy el organismo tiene rostros humanos, ya no es esa institución en el aire, soñada. Y efectivamente existe gente que no se siente representada con lo que uno diga. Yo creo que un 60%, no creo que sea menos de eso.
¿Van a ir por los indecisos?
Es donde más hay que ir. El temor es que la campaña del terror llegue a esas personas, y que éstas no vayan a votar, o que rechacen por miedo. Estoy segura que un gran porcentaje sigue demandando cambios.