Los dichos de la expresidenta llegan cuando el actual borrador de la Constitución se encuentra en su fase de revisión final y está previsto que pase en septiembre por el filtro de un referéndum nacional.
La nueva Carta Magna viene a intentar solucionar algunos de los principales problemas que arrastra el país desde la dictadura, como el acceso a la vivienda, al agua, a la salud, así como para dar mayor representación a las comunidades indígenas.
El respaldo de Bachelet se considera fundamental en un momento en el que la opinión que se extrae de las últimas encuestas parecen haberle dado la espalda a esta Constitución.
“Creo que uno de los desafíos que tienen por delante es poder comunicarse mejor con la gente”, valoró la expresidente en relación a los encargados de la comisión que elabora la nueva Constitución durante una entrevista para la agencia Bloomberg.
Este aumento del escepticismo hacia la Constitución coincide con la caída de los índices de aprobación del presidente Gabriel Boric, quien está encontrando problemas para ofrecer soluciones inmediatas a problemas que desde hace años padece el país, como la seguridad pública y el deterioro de la economía.
En ese sentido, Bachelet reveló que hace unos meses en una conversación que mantuvieron le apuntó que los cambios profundos requieren de tiempo y de la paciencia de los electores. “Las grandes expectativas nunca se pueden cumplir. Normalmente son expectativas irreales porque la gente quiere cambios en dos meses”, sostuvo.