Este jueves, la comisión de Sistema Político de la Convención Constitucional rechazó, por unanimidad, la iniciativa de norma que pretendía disolver los poderes del Estado para crear una Asamblea Plurinacional.
Con 25 votos en contra, la propuesta de la constituyente María Magdalena Rivera (ex Lista del Pueblo) no podrá seguir avanzando en esta mesa de trabajo.
“La Constitución declara que los anteriores poderes Legislativo, Judicial y el Poder Ejecutivo son disueltos. En su reemplazo, nace la Asamblea Plurinacional de las y los Trabajadores y los Pueblos”, señalaba el primer artículo del documento.
Cabe recordar que éste también fue respaldado por Dayyana González, Eric Chinga, Alejandra Pérez, Isabel Godoy, Elsa Labraña, Carolina Vilches e Ivanna Olivares.
¿Qué planteaba la iniciativa?
La propuesta planteaba que la Asamblea Plurinacional estaría compuesta por 600 miembros, electos a través de “asambleas de base por rama de sectores productivos y servicios, comunales, pueblos originarios y suboficialidad de las Fuerzas de
Armadas”.
Además, todos los cargos serían revocables por mayoría simple de sus asambleas de base y la adhesión de representantes de pueblos originarios será voluntaria. “Debe ser garantizado el derecho a la autodeterminación de todos los pueblos que no quieran ser parte del Estado chileno”, consignaba el texto.
Los sueldos de los representantes políticos no podrían ser superiores a la remuneración de un obrero calificado de la Gran Minería del Cobre, la cual fue calificada como “la principal rama económica del país”.
Por otra parte, se excluía de derecho a voto en las asambleas de base a los siguientes grupos: propietarios de grandes empresas; banqueros y especuladores; la alta jerarquía de la iglesia; la oficialidad de las Fuerzas Armadas; y la gerencia de grandes empresas.
Polémica argumentación de María Rivera
La convencional María Magdalena Rivera utilizó como ejemplo a la Unión Soviética (URSS) para argumentar la iniciativa que pretendía disolver los poderes del Estado.
“En Rusia, los consejos obreros y populares, instituciones del poder soviético, eran compuestos por trabajadores electos desde abajo y de forma democrática, sin la influencia del dinero”, sostuvo en su intervención.
Más tarde, el exvicepresidente de la Convención, Jaime Bassa, afirmó que no hay temas vetados en el órgano, pero que esta propuesta no tenía “ninguna posibilidad de avanzar”.
En esa línea, explicó que se escapa de los márgenes culturales de Chile y que “no representa el espíritu de redistribución y desconcentración del poder que alienta a este proceso”.