El convencional constituyente Bernardo de la Maza, que esta semana renunció al pacto Vamos Por Chile, se refirió a la decisión adoptada y a las diferencias que mantiene con el oficialismo de extrema derecha.
En entrevista con El Mercurio, el periodista explicó que su decisión se debió a que “hay muchos constituyentes de Vamos por Chile, los ex-37, que han adoptado posiciones que no comparto en absoluto. Se han ido hacia posiciones de extrema derecha muy conflictivas y nada de dialogantes”.
“Ese ha sido un error monumental, porque, siendo la fuerza más importante individualmente, pudimos haber influido muchísimo habiendo hecho acercamientos hacia el centro, la centroizquierda moderada”, agregó.
En este sentido, aseguró que “no logramos absolutamente nada con esta posición tan rígida y con cero afán de dialogar con personas que no piensan como uno”.
También sostuvo que “algunos del sector de la UDI y Republicanos parecen querer que fracase (la Convención Constitucional) o están apostando a una votación del Rechazo”.
“Están desprestigiando la Convención para que finalmente en el plebiscito de salida sea rechazada la nueva Constitución, lo que de todos modos creo que es muy difícil que se vaya a producir”, añadió.
Sobre los apoyos recibidos tras anunciar su salida del conglomerado oficialista, de la Maza señaló que “yo tengo muy buenas amistades en todos los sectores, y muchos de los que aplaudieron fueron amigos míos que están entre los pueblos originarios, la Lista del Pueblo, el PS, INN, el Colectivo del Apruebo”.
El comunicador se mostró esperanzado de poder participar del nuevo colectivo con RN y Evópoli, expresando que “me parece interesante estar con gente como ellos. Espero que este grupo haga manifestaciones muy claras de irse hacia el centro, y que Evópoli pase hacia el centro”.
“Esta será una muy buena Constitución si es que logramos que haya muchas fuerzas importantes en el centro”, complementó el periodista.
Sobre lo que espera del trabajo en la Convención, de la Maza sentenció que “tengo mucha confianza todavía. Si se va avanzando en materias impopulares; por ejemplo, por decir algo, se empieza a aprobar una norma que acabe con la educación privada o termine con la actual bandera, será tan brutal el rechazo de la ciudadanía, que aunque tenga apoyo en la Convención, se sabrá que eso no podrá seguir adelante”.