¿Qué pasa en la izquierda? doce convencionales analizan semanas de tensión dentro de la Convención
Radio Bío Bío conversó con doce convencionales constituyentes de diferentes sectores dentro de la izquierda y centroizquierda, quienes desmenuzaron estas semanas llenas de fuego cruzado a través de Twitter, votaciones en conjunto truncadas y abandonos de lista. Sin embargo, no todo es oscuridad: coinciden en que las asperezas no son de fondo, sino que de forma; y que una vez llegue la discusión de los contenidos de la nueva carta magna, la discusión será más fluida. “Desaprovechar esa oportunidad de la historia nos costaría caro”, aseveró uno.
A casi un mes de su instalación, la Convención Constitucional ya ha logrado varios objetivos que eran considerados indispensables: votar un reglamento de normas básicas provisorias; crear comisiones temporales en pos de generar una mayor organización dentro del órgano constituyente, con sus respectivas coordinaciones; y votar las vicepresidencias adjuntas para ampliar la mesa directiva.
Sin embargo, este proceso no ha estado exento de polémicas, y el vasto bloque de convencionales de izquierda y centroizquierda han tenido más de una dentro de estos días: pactos que no se alinean frente a votaciones clave, convencionales que renuncian a sus listas, peleas a través de redes sociales y acusaciones de intolerancia cruzadas son algunas de las que han marcado las largas jornadas de la discusión constituyente.
Radio Bío Bío conversó con doce convencionales de diversas alas políticas dentro de la izquierda y la centroizquierda acerca de estas rencillas que sus listas han protagonizado. Analizaron la situación punto por punto de inflexión y dejaron estas miradas, que ofrecen un panorama de lo que viene en la Convención durante los próximos meses.
Conocerse primero
Una de los puntos en que más hubo consenso entre los convencionales es que las diferencias que existen no son “de fondo”, sino que “de forma”.
Así lo sostuvo el convencional electo por el pueblo Mapuche y exalcalde de Tirúa, Adolfo Millabur. El político oriundo de esa misma localidad aseguró que esto es propio de colectivos que “recién se están conociendo en persona hace tres semanas, no más”, sumado a que sencillamente es un tema de “acomodación de alianzas, que tienen los típicos forcejeos: unas se establecen de manera transitoria y otras, por lo que veo, de forma más permanente”.
Asimismo, el independiente indicó que este tipo de debates se ha dado a lo largo de la historia, y que es lo que le ha pasado “a la izquierda en general en América Latina: competir por quién se siente más de izquierda”.
Y remató que esto “es una competencia media improductiva”, pero que va a durar “hasta cuando discutamos los contenidos, porque ahí se van a poner a prueba las convicciones de la visión del país que queremos en el futuro”.
En una línea similar, el independiente pro PS electo por el distrito 20, Andrés Cruz, fue enfático en diagnosticar que existe una “falta de voluntad” desde “todos los sectores” a la hora de dialogar, y que esa “mancomunidad” de los sectores de izquierda debería comenzar a materializarse una vez “comiencen las labores de fondo y comencemos a ver los temas que van a estar incorporados en la nueva constitución política de la república”.
Sin embargo, el exfiscal ahondó en que hay dos corrientes dentro de la izquierda que se contraponen: “Están los gradualistas institucionales y los que tienen una tesis refundacional”. A estos últimos los describió como convencionales que “quieren cambios radicales y rápidos” y “que niegan cualquier tipo de progreso dentro de los últimos 30 años”.
Asimismo, Cruz criticó que ninguna de esas posturas permitirá avanzar en pos de lograr acuerdos, además de que hay quienes tienen un ánimo de centrarse en discusiones “a corto plazo” y “cerradas en la contingencia, sin tomar en consideración que nosotros no estamos en el parlamento. Que la mayoría no está haciendo carrera política con esto. Y que se está discutiendo un producto, que es la constitución, que tiene que tener un grado de estabilidad que trascienda a lo que está ocurriendo en el día a día político”.
Por otro lado, la periodista Patricia Politzer (D10), integrante de Independientes No Neutrales, calificó como negativo el término “refundación”, “porque la historia se va construyendo paso a paso”. No obstante, rescató la gran cantidad de convencionales jóvenes y en su energía, “que se refleja en la libertad para plantear temas nuevos, decir lo que piensan sin mayores cálculos. Una manera de plantearse muy transparente y franca, sin preguntarse demasiado si esto coincide en todo el colectivo en el cual están insertos”.
Quien celebró también lo realizado durante estas semanas es el electo en el distrito 17 por la Lista del Apruebo, Christian Viera. El constitucionalista e independiente analizó que, si bien “las dos primeras semanas, entre las dificultades de la instalación, más cierta problemática contingente que tiene que ver con los presos de la revuelta”, se vio dificultada la puesta marcha de la Convención, “una vez instaladas las comisiones, esto empezó a fluir con una rapidez impresionante”.
Y agregó el abogado curicano que en algunas sesiones de la comisión de la que es parte, la de Ética, “casi todas las decisiones que hemos adoptado han sido unánimes, absolutamente transversales. Es un muy buen signo. Y el ambiente no tiene nada que ver con las vociferaciones de la sala, del pleno”.
Apruebo Dignidad y Twitter
Las diversas elecciones durante las últimas dos semanas evidenciaron las diferencias que existen dentro de Apruebo Dignidad: no hubo coordinación como bloque en las votaciones por las comisiones de Reglamento y Participación; ni en las votaciones por las nuevas vicepresidencias.
En esa línea, el Frente Amplio apoyó el mecanismo de votación a través de patrocinios, lo que permitió el ingreso de Chile Vamos a la testera y que el Partido Comunista quedara sin representación directa en ella.
La trabajadora social y activista por los derechos humanos, Carolina Videla (D1, PC) distinguió al respecto que “falta conversar más, afiatar los procesos”. Y consultada sobre si considera que existe un quiebre dentro de Apruebo Dignidad, pormenorizó: “Yo no hablaría de quiebre, no pienso que existe, pero sí pienso que hay diferencias que tienen que abordarse y tenemos que sentarnos a conversar. En esa conversación, si es que definitivamente entendemos que estamos caminando en veredas distintas, bueno, tendremos que tomar decisiones. Pero yo no me apresuraría a hablar de quiebre. Siento que esto es un tema político”.
Durante la votación por la coordinación de la comisión de Participación Popular y Equidad Territorial, Valentina Miranda (PC) no obtuvo el respaldo de parte del Frente Amplio para integrar la testera, apoyo que sí fue brindado a Javier Fuchslocher (INN). En Twitter, la cuenta de las Juventudes Comunistas pidió “mayor coherencia de nuestros aliados”, mientras que la convencional Tatiana Urrutia (RD) justificó el apoyo al profesor de historia ya que es un constituyente independiente y de otra región distinta a la Metropolitana. A eso, se sumó que Fuchslocher representa a la Red de Constituyentes Disidentes, conexión que comparte con Miranda.
Sobre esta situación, Videla apuntó: “Nosotros esperábamos el apoyo, porque además, Valentina venía planteándose como la constituyente más joven y ha tenido un trabajo bien destacado en la comunidad. Me gustaría saber cuál fue el motivo, más allá de las razones que entregaron. ¿Es por eso? ¿O es porque Valentina es comunista?”
Y preguntada la gestora cultural ariqueña sobre si considera que hay anticomunismo, enunció: “Me voy a reservar responder a si en la Convención hay o no anticomunismo, porque no quiero abrir una polémica nueva”.
En tanto, la convencional por el Movimiento Aysén Constituyente y militante de Convergencia Social, Yarela Gómez (D27), desestimó también un “quiebre” dentro de Apruebo Dignidad: “Se supone que lo que queremos que se quiebre y se caiga es el neoliberalismo, y nuestro objetivo debe ser mayor. Por cierto que vamos a tener desavenencias en el camino, pero no pueden ser tan grandes como en torno a una votación a patrocinios para una mesa provisoria dentro de la Convención, como para decir ‘ya no vamos juntos’.
Cabe destacar que gran parte del diálogo de estas controversias se hace a través de Twitter. Al respecto, Gómez criticó esta forma de comunicación que existe en la Convención: Las mayores dificultades se dan por una lógica centralista de que todo es Twitter. Todo es a los medios, hacia afuera y no hacia adentro. Nosotros nos encontramos en los pasillos todo el día, y muchas veces no conversamos con esa persona, pero sabes que por Twitter dijo equis cosa respecto de un espacio en el que tú estás. Para mi eso es grave”.
Y advirtió la integrante de Modatima: “Por qué digo centralista, porque en la región de Aysén hay muy pocas cuentas de Twitter. Nosotros no funcionamos por esa red social. Lo que ahí pasa, que pareciese ser la realidad, es simplemente un prisma”.
Abandonos
El tablero dentro de la Convención fue remecido esta semana y sufrió modificaciones: Rossana Vidal (D20) anunció su separación de La Lista del Pueblo, acusando diferencias a la hora de entablar diálogos. Misma decisión tomó Elisa Giustinianovich, convencional ligada al mismo colectivo; y Miguel Ángel Botto, que congeló su participación en Independientes No Neutrales.
Inquirida sobre el tema de este reportaje, Rossana Vidal argumentó: “No hay disposición real al diálogo, ese es el punto. Yo creo que sí hay gente que es dialógica, tiene ganas de conversar. Pero la conversación entre iguales, que piensan igual, tiene un valor bastante relativo. Yo creo que la gracia acá es poder hacer puentes justamente con aquellos que de alguna manera están en una posición diferente y que hay que llegar a puntos de encuentro humanos, eso es lo más complejo”.
En añadidura, la magíster en bioética clarificó que dentro de La Lista del Pueblo y los movimientos sociales existe “gente extremadamente dialógica, con quienes uno puede conversar y discutir ideas”, y otros, que tienen una postura distinta, que son “producto de un dolor que también es válido, pero hay que mesurarlo. Para que de ese mismo dolor, de esa misma ira que puede estar contenida, se pueda sacar algo que sea bueno”.
En tanto, desde el núcleo de La Lista del Pueblo, la activista por derechos de la salud y el feminismo, Alejandra Pérez (D9), subrayó en que “el mundo de la política” no ha hecho una lectura correcta del mencionado colectivo, que contiene múltiples miradas e historias de vida.
Y sobre la partida de dos de sus convencionales, Pérez, que es parte de los primeros fundadores de La Lista, puntualizó: “La Elisa responde a su asamblea base, que es la de Magallanes. Ella ocupó un cupo de La Lista del Pueblo para ir a esta elección. Con la Rossana pasa lo mismo. Si tú me preguntas, siento que la Rossana nunca fue parte. Entonces, yo creo que ni siquiera hubiera sido necesaria una carta de renuncia. De hecho desde el primer día, si ves las opiniones de la Rossana, la forma de hablar, tiene una lectura también distinta”. Ahí viene la explicación. Ella tiene su autonomía, puede dar la firma y votar por quien mejor le parezca. Y así pasa con muchos compañeros”.
Análogamente, la convencional chilota parte de la Red de Organizaciones Territoriales y Asambleas de Los Lagos, Adriana Ampuero (D26) negó que en La Lista del Pueblo haya “grupos más o menos abiertos al diálogo”, y que si bien no puede comentar nada “de la orgánica nacional, porque yo no soy parte de ese espacio”, en La Lista encuentra “un espacio acogedor y horizontal de trabajo, junto a quienes comparto y trabajo diariamente”. ¿Y falta diálogo en la izquierda?: “No es un tema de falta de diálogo. Se requiere entender que la política nunca más será ese espacio institucional donde los intereses de unos pocos priman por sobre los intereses del pueblo”.
Consultado también sobre su “congelamiento” en INN, Miguel Ángel Botto (D6) elucidó que lo hizo “en efectos de tener mayor independencia y mantenerme fiel a mi domicilio político de centroizquierda”, que está haciendo política manteniendo su calidad de independiente, con los liberales, “como Agustin Squella y Jorge Abarca” y con colectivos de “la ex Concertación”. Y sumó que su objetivo es “crear un eje político de equilibrio, de centro, que frene locuras el día de mañana y que permita obligar a un espacio de conversación y diálogo, para no imponerse sobre otros”.
La batalla por los 2/3
¿Van a ser los dos tercios la última gran confrontación dentro de la izquierda?
El mismo Botto respaldó el respetar el cuórum de los dos tercios, que esto “no es tema” ya que “son una norma establecida y soy partidario de respetarla y no cambiarla. Para mí, no es la primera ni la última batalla”.
Por su lado, el asesor legislativo y militante del PS, Maximiliano Hurtado (D4), expuso que la interpretación de los dos tercios “está clara” y que si alguien pretende tener otra interpretación, “creo que esa discusión se puede abrir y puede resolverse en las instancias que correspondan, que yo creo que no es precisamente la interpretación propia que la Convención pueda darse”, y consideró que “hay un ánimo mayoritario de entender que cualquier debate al respecto tendrá que resolverlo el Congreso Nacional, mediante una nueva reforma constitucional”.
“Si bien hay quienes levantaron que mantener los dos tercios es conveniente, ya que la derecha tiene menos de un tercio”, abrió Manuela Royo (D23, ind pro Apruebo Dignidad), “cuando hemos criticado los quórum supra mayoritarios de la Constitución del 1980, y estos mecanismos que tienden a la poca representatividad y que son autoritarios, no podemos venir a utilizar esos mismos procedimientos. Creo que no puede existir una sobrerrepresentación de un sector. Necesariamente debe democratizarse la toma de decisiones, y por lo tanto, estoy absolutamente en contra de la mantención de los dos tercios”.
Asimismo, Christian Viera explicó que si bien los dos tercios “efectivamente es un cuórum exigente”, también ha dicho que “esa es la regla que hay. Si bien se puede cambiar, se tiene que cambiar por el órgano que la creó, que es el Congreso Nacional. Y más encima, como no existen fuerzas con poder de veto, yo creo que es una regla que no debería obstruir el proceso constituyente”.
Por último, Adolfo Millabur enfatizó: “Nosotros no estamos autorizados para pelearnos por pequeñeces o protagonismos de corto plazo, sino que estamos mandatados para redactar obligadamente”. Y cerró: “Entonces, desaprovechar esa oportunidad de la historia sería una falta de visión en el largo plazo que nos costaría caro en nuestra historia de vida”.