La protagonista de la jornada en Palacio, sin duda, fue la senadora y presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe. Sin embargo, en el papel, se esperaba que las miradas estuvieran sobre el presidente Sebastián Piñera, quien promulgó en La Moneda la reforma constitucional al capítulo 15 de la Constitución que permitirá dar inicio al proceso constituyente y, en particular, la realización del plebiscito del 26 de abril del 2020.
Sobre todo porque hasta primera hora del lunes, en la UDI habían dejado claro que se restarían del evento -tal como lo hizo el Frente Amplio en la oposición- como parte de su decisión de “congelar” sus relaciones con sus compañeros de coalición, Renovación Nacional y Evópoli, a quienes les reprochan su respaldo a las cuotas de género, escaños para pueblos indígenas y apertura a independientes en el proceso constituyente.
Pero contra todo pronóstico, llegó desde Concepción durante la mañana y arribó a La Moneda. Entró en escena para saludar a los presentes. Primero, se acercó al ministro de vivienda, Cristian Monckeberg; de Defensa, Alberto Espina; y de Desarrollo Social, Alfredo Moreno. Siguió con un grupo de parlamentarios: el diputado Francisco Undurraga (Evópoli), y los senadores Guido Girardi (PPD), Francisco Chahuán (RN) y Felipe Harboe (PPD).
Pero pasos más allá estaban juntos el ministro del Interior, Gonzalo Blumel; el presidente de Evópoli, Hernán Larraín Matte; y el timonel de RN, Mario Desbordes. Las tres figuras en las que la UDI ha centrado sus críticas en medio de la polémica. Y optó por pasar de largo a saludar al titular de la Segpres, Felipe Ward; y al líder del PPD, Heraldo Muñoz.
La secuencia se tomó la agenda y graficó el clima de tensión que se respira en la derecha.
¿Y por qué apareció? “Por dos razones: porque nosotros suscribimos este acuerdo y somos un partido correcto, leal y coherente. Y segundo, queríamos dejarle claro al Presidente que nuestro problema no es con él”, explicó.
Sin embargo, siguió disparando contra sus compañeros de coalición: “A Mario Desbordes lo vi y lo saludé. Pero no le di un beso. Todavía estoy un poco sentida, porque el trato que me han dado como mujer no me lo merezco”, acusó, en línea con las declaraciones que había dado más temprano, cuestionando el tono machista del timonel RN, a propósito de sus críticas a la “pataleta” de la senadora.
Allí mismo recogió el guante Desbordes y respondió con ironía: “Imagínese el machista peleando porque haya paridad de género en el órgano constituyente. Si eso es ser machista, la verdad no entiendo nada. Renovación Nacional ha cumplido todos los acuerdos. La UDI ha generado una crisis completamente artificial que tiene que ver más con los problemas que esta teniendo la UDI sobre la derecha. Hago un llamado a la senadora a que retome la cordura, a que no dañemos Chile Vamos”.
Piñera expone sus prioridades
Al margen de aquello, el Presidente Piñera dio lugar a un paso histórico para que en abril la ciudadanía decida si quiere o no una nueva Constitución. En un discurso extenso, donde repasó otros procesos constituyentes, el mandatario remarcó algunos de los puntos que, en su opinión, no deberían quedar fuera de la nueva Constitución.
“Debe recoger los valores y principios que viven en el alma de los chilenos que, en nuestra opinión, debieran incluir los siguientes: primero, proteger el valor de la vida, la libertad, la dignidad, la diversidad y el respeto a los DDHH de todas las personas. En segundo lugar, el principio de la familia como el núcleo fundamental de la sociedad. Tercero, el reconocimiento de un conjunto de derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, de forma de asegurar a todas las personas el ejercicio de sus libertades”, precisó.
Piñera también señaló que se debería dejar establecido que son los padres los indicados para elegir la educación de sus hijos.
Como era esperable, dichas declaraciones le trajeron críticas al Mandatario. Los presidentes de las comisiones de Constitución de la Cámara y del Senado, Matías Walker (DC) y Felipe Harboe (PPD), criticaron que Piñera haya pauteado aspectos que se deben redactar en la nueva Carta Fundamental. “No podemos dictarles a los convencionales cuál va a ser el contenido de la Constitución. El acuerdo del 15 de noviembre fue sobre la base de una hoja en blanco. Y son los convencionales los que tienen que determinar el contenido”, subrayó Walker.
Por su parte, el presidente de la DC, Fuad Chain, enfatizó que con esta promulgación se abre definitivamente la puerta para terminar con la Constitución de 1980 y “tener una nueva democracia”. En tanto, el timonel PPD, Heraldo Muñoz, señaló que este logro histórico no le pertenece al Gobierno ni al Presidente, sino “a todos los que marcharon”.
UDI baja el tono
Por su parte, el quiebre interno de Chile Vamos sumó ayer por la tarde un nuevo capítulo: la UDI realizó su comisión política encabezada por su presidenta, Jacqueline van Rysselberghe.
Tras la cita, la senadora bajó el tono de sus dichos y enfatizó que no es su intención dejar el conglomerado, aunque, eso sí, continuará congelada la participación gremialista en Chile Vamos a la espera de una propuesta -que analizará el consejo general- que entregue certezas para que en un futuro los acuerdos adoptados se respeten.
“Hubo un análisis político de lo que está sucediendo, en donde, tal como se hizo los últimos días de la semana pasada, hubo un respaldo a la gestión que está llevando adelante la directiva y por lo tanto desde esa perspectiva, nosotros seguimos adelante buscando alguna alternativa para poder darle viabilidad a este proyecto político de Chile Vamos”, señaló tras el encuentro.