El estallido social es sin duda el golpe más duro que ha vivido la televisión chilena en los últimos 30 años, y es que más allá de las consecuencias económicas que trajo a los canales, también provocó cambios editoriales profundos.

La verdad es que nadie estaba realmente preparado para que lo pasaría después de ese 18 octubre, y la televisión no fue la excepción. Los equipos debieron ir ajustando sus coberturas sobre la marcha, respondiendo a las necesidades y escuchando las duras críticas que comenzaron a surgir en su contra.

Fue en este contexto que los siempre polémicos matinales se alzaron como la principal herramienta de los canales para conectar con el público en vivo y llevar a la pantalla el debate políticos y social.

Fue así como los programas matutinos dejaron de lado sus temas misceláneos y de entretención, para entregarse por completo a la cobertura de la crisis más profunda que ha vivido el país en los últimos 30 años, con paneles diversos que van desde ministros hasta vecinos de algunos sectores.

Pero esto no ha sido fácil. Durante las últimas semanas hemos visto varios momentos incómodos y tensos entre animadores e invitados, o panelistas e invitados.

Por ejemplo, la polémica con Hermógenes Pérez de Arce en Bienvenidos, no sólo dividió al público, sino que también hizo que se comenzara a cuestionar a los invitados de los programas.

“El criterio para conformar a diario estos dinámicos paneles es que el programa sea una gran plaza y punto de encuentro social, donde convergen representantes de todos los sectores y desde ahí se generen conversaciones, debates y opiniones sobre lo que pasa en el país, buscando caminos para el Chile que queremos a futuro”, aseguró la editora general de Bienvenidos, Carla Tafall, antes de la controversia con Pérez de Arce.

Por su parte, el director de programación de TVN Jaime Boetsch, añadió que en el caso de Buenos Días a Todos, “una vez que definimos la pauta de los temas que abordaremos en el programa, buscamos representar voces diversas, dando espacio no sólo a políticos sino también a distintos actores sociales y protagonistas de historias”.

“El criterio fundamental es la variedad de los entrevistados, de forma de tener pluralismo en las opiniones”, agregó.

Algo similar ocurre en Contigo en la mañana de Chilevisión, que esta semana recibió criticas por haber tenido sólo invitados varones para hablar de la manifestación femenina de Las Tesis Seniors. “El criterio se basa principalmente en tener en el panel personas que aporten en el debate, líderes de opinión que tengan algo que decir y contribuyan en la conversación”, aseguró Carmen gloria Lobos, productora ejecutiva del matinal.

Eso sí, la profesional explica que la situación ha ido mutando “porque en un principio todos necesitábamos entender qué era lo que nos estaban pasando, luego vino un momento en que como país queríamos saber de qué manera podíamos avanzar y así a pesar del poco tiempo desde el inicio del estallido hemos intentado ir respondiendo las preguntas que todos los chilenos nos estamos haciendo”.

¿Ganan los políticos?

Pero a pesar de buscar la diversidad, ningún panel de matinal puede estar completo si no hay algún representante del mundo político, los que por estos días están más dispuestos a aparecer en pantalla que antes.

“Es un círculo virtuoso. Si bien por lo menos durante todo este último año ha existido un mayor interés de los políticos en participar de los matinales, ahora se hace más claro”, explicó Lobos.

Bienvenidos, que este año quiso dar un giro más ciudadano al programa, trazó algunas líneas de este camino al tener al alcalde Joaquín Lavín y al exministro Francisco Vidal como panelistas que visitaban el programa varios días a la semana para explicar o analizar diferentes temas contingentes.

Actualmente es larga la lista de políticos de todos los sectores que han tenido su espacio en estos programas. Incluso, entre los políticos mejores evaluados de la encuesta Cadem, se encuentran varios nombres que suelen aceptar estas invitaciones.

No obstante, los encargados de los programas no creen que necesariamente exista una correlación en ello. “La percepción que la gente tenga de ellos no pasa por estar en un matinal o no, la gente evalúa su trabajo finalmente. Los matinales responden a la contingencia y hoy hay un debate político y social, por lo que los actores políticos cobran relevancia y se hace necesario sumarlos”, afirmó Tafall.

En tanto, Boetsch aseguró que “no podemos desconocer que todos los medios de comunicación tienen influencia sobre el público, pero tampoco debemos subestimar a la audiencia que hoy está mucho más informada y empoderada”.

Lobos, por su parte, añadió que “influye tener un espacio donde puedan presentar sus ideas de país y hacerse cargo de las preguntas que les hace el público. La percepción que se hace la audiencia depende de cómo ellos enfrentan los temas país y si son coherentes”.

Antoine Faure, doctor en ciencias políticas e investigador del Centro de Investigación y Documentación CIDOC de la Universidad Finis Terrae, tampoco coincide. “No puedo afirmar que (su presencia en matinales) no haya contribuido en una ínfima parte. Pero una estrategia solamente fundamentada en aparecer en matinales para capitalizar políticamente, tampoco me parecería adecuada para posicionarse en el campo político y, frente a los cambios reivindicados y los cambios iniciados”, aseguró.

“No creo que haya un efecto tan directo ni tan uniforme. En este momento de crisis social y de mediatización frenética de lo político, hay muchos espacios y horarios para aparecer. Depende a la vez de cada programa, cada matinal, así como del perfil y de la estrategia de cada representante público. Habría que tomar todo esto en cuenta”, dijo.

Un futuro incierto

No hay dudas que tras el estallido social las cosas no volverán a ser cómo antes en la televisión, y es que el público tampoco será el mismo, por lo que el camino no será fácil para los matinales.

“Son demasiados los temas que estamos discutiendo como sociedad como para dejarlos de lado y claramente esto es para largo”, aseveró Lobos.

Por su parte, la editora general de Bienvenidos prometió que “a futuro seguiremos conectados con nuestra audiencia, siendo una compañía y entregando información útil y objetiva”.

Asimismo, desde el matinal de TVN aseguran que seguirán buscando “generar instancias de diálogo y encuentro, esa línea que hemos tomado seguirá vigente en el tiempo para ser un aporte a quienes nos sintonizan día a día”.

La visión de un experto

Sobre toda la transformación que viven los matinales, Faure, quien además es
Máster de investigación políticas públicas y cambio social, aseguró no le sorprende este nuevo rol.

“Dado el lugar y la importancia de los matinales en Chile, esta decisión no me sorprende. Yo diría más bien que responde a rutinas mediáticas. Es decir, mantener cierta racionalidad productivista al recurrir a prácticas eficientes, reactivas y profesionalmente legitimadas que aseguran la producción del programa. En el caso de matinales, estas rutinas hacen un híbrido entre el espectáculo y lo noticioso“, dijo.

También explicó que como la crisis social sufre cambios diarios y constantes “producir un matinal en estas condiciones no es necesariamente fácil, y las rutinas dan garantía al convocar fuentes recurrentes, que conocen y coproducen las reglas del debate mediático y son capaces de introducir ese tono híbrido de los matinales”.

Eso sí, afirmó que es difícil negar la utilidad de debates sociales y políticos en horarios de programación socialmente importantes en Chile. “En sí, exponer las voces que buscan canalizar políticamente la rabia, entra en directa relación con la agenda social y política del momento. Es lo propio de un tiempo de crisis, y permite a la vez a los campos mediáticos y políticos batallar para preservar cierto control sobre el conflicto social”, aseveró.

A pesar de esto, también destacó que existe un aprovechamiento, aunque no lo ve como algo negativo. “Las dos lógicas no son excluyentes. Me parece una apuesta eficiente para obtener rating, producir clics o que el material se comparta en redes sociales. De manera coherente con el oficialismo mediático que yo destacaba, es una forma de ser reactivo y de proponer fácil y rápidamente un contenido en relación con una situación que tiene cambios difíciles de prever”, sentenció.

No obstante, el profesional lamenta la poca diversidad en aquellos paneles. “Lamentablemente existe poca diversidad social, económica, cultural y hasta política de los actores de estos debates”, aseveró. “Por ejemplo, vemos y escuchamos mayoritariamente profesionales de la política, directivos de instituciones estatales, expertos y representantes sociales, en este orden”, agregó.

Por ahora solo falta esperar y ver qué ocurrirá en los próximos meses y cómo las cosas seguirán transformándose en la televisión.