Los incendios en la Amazonía cobraron el jueves repercusión internacional, con llamados de la ONU y de líderes mundiales para “proteger” el pulmón del planeta y convocatorias a protestas mundiales contra el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, que denuncia una “psicosis ambiental”.
“Estoy profundamente preocupado por los incendios en la Amazonía. En medio de la crisis climática mundial, no podemos permitirnos más daño a una gran fuente de oxígeno y biodiversidad. La Amazonia debe ser protegida”, tuiteó el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
El presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó que el mundo enfrenta una “crisis internacional”. Y agregó que pretende “hablar de esta urgencia” que golpea la cuenca del Amazonas -una zona 7,4 millones de km2, con el 60% en Brasil- en la cumbre de las principales economías mundiales (G7) de este fin de semana en Biarritz, en el suroeste de Francia.
Macron incluyó, sin embargo, en su tuit una foto sin relación con los hechos, anterior a 2003.
Notre maison brûle. Littéralement. L’Amazonie, le poumon de notre planète qui produit 20% de notre oxygène, est en feu. C’est une crise internationale. Membres du G7, rendez-vous dans deux jours pour parler de cette urgence. #ActForTheAmazon pic.twitter.com/Og2SHvpR1P
— Emmanuel Macron (@EmmanuelMacron) 22 de agosto de 2019
Bolsonaro le replicó vía Twitter: “La sugerencia del presidente francés, de que asuntos amazónicos sean discutidos en el G7 sin participación de los países de la región, evoca una mentalidad colonialista fuera de lugar en el siglo XXI”.
El impacto de los fuegos y las humaredas que se iniciaron preocupa a países vecinos. Perú decretó el jueves el alerta, ante la probabilidad de que las llamas se propaguen.
Por su parte, el presidente Sebastián Piñera salió a ofrecer ayuda a Brasil y Bolivia, pero cometió el mismo error de Macron: usó una imagen del fotógrafo Nacho Doce, de Reuters, tomada en 2013 en Novo Progresso, estado de Pará, para alertar sobre “los incendios forestales en #Amazonas”.
Los incendios forestales en #Amazonas son graves, afectan los pulmones de nuestro planeta y ponen en riesgo la salud de sus habitantes. Hoy conversé con Presidentes de Brasil @jairBolsonaro y Bolivia @Evoespueblo y les ofrecí la ayuda de Chile para combatir los incendios. pic.twitter.com/oMG1bJAKvl
— Sebastian Piñera (@sebastianpinera) 22 de agosto de 2019
Movilización internacional
Grupos ambientalistas llamaron a movilizarse el viernes por el cuidado de la selva. El movimiento de la joven sueca Greta Thunberg, promotora de una iniciativa mundial de lucha contra el cambio climático, convocó concentraciones frente a embajadas y consulados de Brasil.
La causa movilizó igualmente a figuras del espectáculo y el deporte, como Madonna, el actor Mark Hamill o el futbolista Cristiano Ronaldo.
“¡¡¡Esto es la devastación de Brasil, de los pueblos indígenas que viven allí y de las plantas y las especies animales de la más importante reserva de biodiversidad!!!”, escribió Madonna en Instagram, aunque igualmente con una foto antigua, de 1989.
Entre enero y el 21 de agosto, el organismo de observaciones espaciales INPE registró en Brasil 75.336 focos de incendio, un 84% más que en el mismo periodo de 2018. Ese número muestra un aumento de 2.493 focos respecto al lunes.
De acuerdo con especialistas, la multiplicación de los siniestros se da en un marco de avance rápido de la deforestación en la región amazónica, que en julio se cuadruplicó respecto al mismo mes de 2018, según datos del INPE.
El exministro de Medio Ambiente de Perú y actual director de Clima y Energía de la ONG ambientalista WWF, Manuel Pulgar-Vidal, atribuyó la proliferación de incendios a “la laxitud de la política de control de la deforestación el día de hoy en Brasil”.
“Psicosis ambiental”
Bolsonaro, un escéptico del cambio climático, atribuye en cambio los siniestros a la sequía y acusa a ONGs de tratar de crear una “psicosis ambiental”, después de haber insinuado que algunas de ellas pudieron haber provocado intencionalmente algunos incendios.
“Esa psicosis ambiental no deja hacer nada. Yo no quiero acabar con el medio ambiente. Yo quiero salvar a Brasil”, declaró el mandatario de ultraderecha, que preconiza la apertura de reservas indígenas y de zonas protegidas a actividades agropecuarias y a la minería.
En Salvador (noreste), donde se realiza una conferencia internacional sobre el cambio climático, un alto funcionario brasileño sostuvo que Brasil tiene un uso racional de la tierra y cumple con las disposiciones del Acuerdo de Paris contra el calentamiento global.
“Le estamos enseñando al mundo cómo producir (…) En todo el mundo, el promedio del uso de la tierra para la agricultura supera el 50%. Nosotros solo usamos el 29%”, afirmó el secretario de Relaciones Internacionales del ministerio de Medio Ambiente, Roberto Castelo, abucheado por grupos ambientalistas.
Un “paria ambiental”
El poderoso sector del agronegocio, que dio un apoyo clave a Bolsonaro en las elecciones de 2018, empieza a manifestar preocupación por las consecuencias que podría tener un aislamiento de Brasil en temas ambientales.
También los gobernadores de los estados amazónicos de Brasil criticaron al gobierno por posturas que llevaron a la suspensión de recursos de Noruega y Alemania para un fondo de preservación de la selva tropical.
“Esta semana dos grandes medios de la prensa alemana esbozaron la idea de que ya era hora de empezar a boicotear los productos brasileños” y que eso ocurra “es una cuestión de tiempo”, dijo al diario Valor el presidente de la Asociación Brasileña del Agronegocio (ABAG), Marcello Brito.
“La pregunta es: ¿a quién le interesa transformar a Brasil en un paria ambiental?”, agregó, antes de esbozar una respuesta: “Nosotros no podemos transformar al presidente de la República. Lo que nuestro sector puede hacer es trabajar, de forma unísona, para tratar de revertir los daños un máximo posible”.