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Piñera minimizó impacto de primarias argentinas en nuestra economía pese a advertencia de expertos

Por Alberto González
La información es de Joaquín Aguilera

13 agosto 2019 | 03:51

El presidente Sebastián Piñera minimizó el impacto de las elecciones primarias argentinas sobre la economía nacional, pese al aumento de 4,8 pesos que registró el dólar respecto al viernes pasado, y la caída de 1,7% en la Bolsa de Santiago. Los expertos advierten que el sorpresivo triunfo de Alberto Fernández aumenta la volatilidad de los mercados, y podría alejar las expectativas de crecimiento aún más respecto de la proyección en torno al 3% que propone el Gobierno.

Con una caída final de casi 38%, de acuerdo al principal índice del mercado de valores de Buenos Aires, el Merval, la bolsa argentina registró pérdidas equivalentes a todo lo ganado en el año, encabezadas por una caída de 49% en las acciones bursátiles del sector energético y financiero.

El pesimismo del empresariado frente al sorpresivo triunfo en las primarias presidenciales del candidato opositor, Alberto Fernández, convirtió al peso argentino en la moneda más depreciada del mundo con un retroceso de 14,5% frente al dólar, que se ubicó por primera vez sobre los cincuenta pesos alcanzando su máximo histórico.

Impacto en las expectativas económicas que también se sintió en el mercado chileno, donde el dólar registró un alza de 4,8 pesos, cerrando en 713,4, mientras que la Bolsa de Santiago tuvo una caída de 1,74% de acuerdo al IPSA.

Las pérdidas bursátiles fueron lideradas por empresas con inversiones en el país vecino, como CCU, con pérdidas de 7,08%; Cencosud, un 6,74%; Andina-B con 4,58%; Latam Airlines con 4,07% y Enel Américas con 3,41%.

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Al igual que el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, el presidente Sebastián Piñera minimizó las consecuencias del desplome en el mercado argentino.

“Lo de Argentina nos va a impactar, pero la economía chilena y la economía argentina están en situaciones muy distintas. La economía chilena está creciendo y esperamos que en el segundo semestre fortalezca su crecimiento”, auguró.

El economista y exdirector del Banco Mundial, Andrés Solimano, advirtió que si bien las principales afectadas serían empresas con presencia en Argentina, la incertidumbre agudiza la volatilidad que ha generado la guerra comercial, desincentivando la inversión.

“Agrega una cuota de inestabilidad a un escenario internacional que ya estaba complicado, y también un escenario interno chileno con distintos indicadores hacia la desaceleración económica, y eso es negativo para la inversión privada”, opinó.

El director del programa económico de la Fundación Chile 21, Eugenio Rivera, detalló los sectores productivos que sufrirían las consecuencias de la crisis trasandina, explicando que el Ejecutivo debe tomar medidas concretas para impulsar el crecimiento.

“Es probable que la pérdida de poder adquisitivo de los argentinos, implique una caída en las exportaciones de Chile para allá, y que los turistas argentinos vengan en mucha menor medida a Chile”, adelantó el experto.

“Lo que queda claro es que en Argentina, tampoco en Chile, opera el piloto automático, uno no ve que en el Ministerio de Hacienda haya claridad respecto a qué hacer frente a esta desaceleración”, criticó.

El analista de mercados de la empresa XTB Latam, José Raúl Godoy, proyectó, en el corto plazo, que el peso chileno podría seguir debilitándose frente al dólar, debido principalmente a la guerra arancelaria.

“Chile al ser un país productor de materias primas, especialmente el cobre, se ve mermado inmediatamente ya que China es el principal consumidor. Por ende, si China está en problemas, obviamente disminuyen las perspectivas de demanda para el metal rojo”, explicó.

En medio de este escenario, el Banco Central publicó esta mañana la Encuesta de Expectativas Económicas correspondiente a agosto, rebajando por séptimo mes consecutivo las proyecciones de crecimiento, que en julio pasado situaron en 2,8%. Los expertos estimaron que el PIB se expandirá en un 2,6% este año, alejándose aún más de la estimación del Gobierno, en torno a un 3 y 3,5%.