Sobrevivientes de los abusos sexuales eclesiásticos criticaron una encuesta de la Pontificia Universidad Católica (PUC) sobre sus experiencias, por considerar inapropiadas las preguntas y las opciones de respuestas que se entregaban. Entre otras cosas, se interrogaba por las consecuencias del hecho, sobre si el agresor cometía actos rituales y cuántas veces por día rezaba al momento de ser abusado.
La encuesta online de la PUC fue elaborada por un equipo de académicos, quienes aseguraron ser independientes de la Iglesia, y fue compartida con algunos sobrevivientes para que a su vez fuera difundida en la red chilena.
Entre las preguntas estaba el nivel educacional, la edad en que ocurrieron los abusos, si el abusador cometía actos rituales y cuántas veces al día oraba al momento del abuso.
“Producto del (los) abuso(s) del proceso de develación de los mismos, por favor conteste si ha manifestado alguna de estas consecuencias a lo largo de su vida, la intensidad de ellas y si podría atribuir este problema al abuso del que fue víctima”, se leía en una de las preguntas más polémicas.
En el listado de posibles consecuencias de ese apartado se incluía ansiedad, problemas sexuales, trastornos de la memoria, demencia e intentos de suicidio.
También se pedía evaluar en una escala de uno a 10 qué tan satisfecho o insatisfecho estaba por las eventuales sanciones al agresor, las eventuales reparaciones, entre otros aspectos.
A partir de esto, la Red de Sobrevivientes de Abusos Eclesiásticos manifestó su molestia y cuestionó la forma en que se aplicó esta encuesta. En esas circunstancias, recomendó no contestarla por considerar que en parte revictimiza a los sobrevivientes.
“La manera en que se acerca a un sobreviviente llamándolo víctima, y con un proceso totalmente despersonalizado, mandando un link, creo que ahí hay una cuestión que no se puede hacer. Estos son temas muy sensibles y muy complejos”, comentó Eneas Espinoza, denunciante del caso Maristas.
Suspicacia ante estudio encargado por CECh
De forma paralela, se realiza un estudio encargado por el Consejo Nacional de Prevención de Abusos de la Conferencia Episcopal (CECh) a la Facultad de Derecho de la PUC, el que se centra en la dinámica abusiva y la manipulación espiritual y de conciencia de los religiosos abusadores.
Para este, pretenden realizar entrevistas personales, en las que según un documento de la CECh no se efectuarían preguntas directas sobre la experiencia sufrida, sino que se abordará la “relación, el contexto, las consecuencias y el camino de reparación”.
Uno de los voceros de la Red de Sobrevivientes, Jaime Concha, dijo que no tienen la confianza para colaborar con la instancia, que acoge a quienes están siendo indagados por encubrimiento de estos delitos.
“Llega a ser inmoral el que la propia Iglesia Católica, sin antes haber reparado, sin ni siquiera colaborar con la justicia, y teniendo al presidente de la Conferencia Episcopal acudiendo a los tribunales como imputado de obstructor a la justicia, que vengan ellos mismos, los que ocultaron, los que encubrieron, los que facilitaron los crímenes, a hacernos las preguntas sobre qué es lo que ocurrió”, sostuvo.