Con la incertidumbre sobre el futuro de las movilizaciones, este lunes comienza la séptima semana del paro del Colegio de Profesores. El miércoles habrá una asamblea a nivel nacional de los docentes para definir los pasos a seguir.
Este lunes, que en circunstancias normales sería simplemente de vacaciones de invierno, el Colegio de Profesores comienza su séptima semana en huelga. El movimiento atraviesa nuevos desafíos, después de que apenas por 255 votos se rechazara la última propuesta del Ejecutivo en la votación del miércoles pasado.
Mario Aguilar, presidente del magisterio, informó que el próximo miércoles se realizará una asamblea a nivel nacional para definir los próximos movimientos, asegurando que, sin importar las vacaciones, el paro sigue.
“Estando en vacaciones todo el país, como es lo que pasa técnicamente ahora, evidentemente cambia un poco el carácter de la movilización (…) En la asamblea nacional evidentemente tenemos que revisar los cursos de acción, en base a eso también tomar decisiones sobre el plan de acción que viene”, comentó Aguilar.
Gastón Saavedra, diputado del Partido Socialista (PS) y miembro de la Comisión de Educación de la Cámara Baja, expresó que las últimas votaciones generaron una división evidente al interior del movimiento, e hizo un llamado a continuar las conversaciones.
“El Gobierno, y la ministra particularmente, debiera insistir en el diálogo, debiera insistir también el Colegio de Profesores en el diálogo y zanjar las situaciones más lejanas”, opinó Saavedra.
Desde el Ministerio de Educación si bien no quisieron referirse al tema de manera pública, afirmaron que desde el comienzo de la movilización las reuniones entre sus miembros han sido periódicas, y que esperarán lo que decidan los docentes en la asamblea del próximo miércoles para definir los pasos a seguir.
Uno de los principales puntos de discordia es el pago de la mención a las educadoras diferenciales y de párvulos. En la última propuesta del Mineduc, que Mario Aguilar y la directiva llamaron a aprobar, no se otorgaba el beneficio, pero sí se consideraba un bono trimestral de 45 mil pesos.
Sin embargo, desde la Asociación de Educadores Diferenciales expresaron antes de la votación su descontento por no ser lo que habían requerido y porque dejaba “la mitad del profesorado diferencial afuera”, por las exigencias para obtener el bono en cuanto a horas de trabajo y perfeccionamiento.