Fotografía: Dirección de Prensa | Presidencia de Chile
En la más absoluta reserva, el Ministerio de Salud ha trabajado los cronogramas de entrega y el plan de vacunación covid-19. Según algunos, la razón sería “seguridad nacional”, aunque también lo importante es cuidar una de las pocas oportunidades que tendrá Piñera de mejorar en las encuestas antes del término de su mandato.
En la más absoluta reserva, el Ministerio de Salud ha trabajado los cronogramas de entrega y el plan de vacunación covid-19. Según algunos, la razón sería “seguridad nacional”, aunque también lo importante es cuidar una de las pocas oportunidades que tendrá Piñera de mejorar en las encuestas antes del término de su mandato.
Este jueves un nuevo cargamento de las vacunas de Pfizer-BioNTech contra el coronavirus llegó a nuestro país. En total, son 11.700 dosis que se suman al cargamento inicial de 9.750 que llegaron la semana pasada, y con las cuales se ha vacunado a más de 8.500 personas.
Si bien son buenas noticias, nuestro país está lejos de tener las dosis suficientes para alcanzar la meta de 15 millones de personas que son susceptibles de ser vacunadas, en medio de interrogantes por la falta de información respecto a un calendario de entrega de vacunas y el plan de vacunación.
A nivel mundial, Israel lidera el proceso de vacunación contra el covid-19 con más de un millón de ciudadanos inoculados -un 12 % de su población-, lo que representa la mayor tasa de inmunización a nivel mundial, según un informe del portal “Our World in Data”, prestigiosa web que procesa datos mundiales gracias a una colaboración entre la universidad de Oxford y la organización educativa con fines benéficos Change Data Lab.
De acuerdo a esta fuente, hasta el 3 de enero Israel registra una tasa de 12,59 dosis por cada 100 habitantes, seguido de Baréin (3,57) y el Reino Unido (1,39), según publica el sitio alemán de noticias Deutsche Welle.
En Europa las realidades son diametralmente distintas, mientras Francia ha administrado dosis contra el coronavirus a tan solo 138 personas antes del 30 de diciembre, en Alemania se inmunizó a más de 130.000 personas antes de fin de año.
Estados Unidos, por ejemplo, no logró su objetivo de vacunar a 20 millones de personas antes de que terminara 2020, pues antes de esa fecha había administrado el compuesto solo a 2,78 millones de ciudadanos.
¿Y qué pasa con Chile? Según “Our World in Data”, nuestro país aparece en la parte baja dentro de los países que comenzaron el proceso de inoculación, con una tasa de 0,05% dosis por cada 100 habitantes, debido a que sólo se ha administrado la vacuna a 8.500 personas.
Israel lidera la carrera mundial de la inmunización contra el covid-19 porque comenzó a administrar las dosis el pasado 19 de diciembre y vacuna a unas 150.000 personas por día, con los mayores de 60 años, los trabajadores sanitarios y las personas clínicamente vulnerables como receptores prioritarios.
Israel encargó lotes del preparado desarrollado por Pfizer-BioNTech al comienzo de la pandemia, al igual que nuestro país, en donde el Ministerio de Salud se ha guiado por las recomendaciones del Consejo Asesor de Vacunas e Inmunización (Cavei) para determinar los grupos prioritarios.
De esta forma, al igual que en Israel, los primeros en recibir la vacuna será el personal de la salud, comenzando por aquellos que trabajan en las UCI y luego las personas desplegadas en la emergencia Covid.
En segundo orden están los adultos mayores y enfermos crónicos, priorizado a Centros de Larga Estadía, y finalmente otros grupos de la población objetivo, según su riesgo.
Según detalló el ministro de Salud, Enrique Paris, el proceso de inoculación con la última partida que llegó el jueves comenzará el próximo martes 5 de enero.
Es una de las pocas veces que el Gobierno ha entregado fechas concretas del plan de vacunación, en un evidente esfuerzo por mantener parte del proceso en el silencio lejos del escrutinio público.
Hasta ahora el Ministerio de Salud ha informado que el proceso será gratuito, voluntario y gradual, según publica en su página web.
Nuestro país tiene acuerdos y contratos que garantizan 10 millones de dosis con el Pfizer-BioNTech y otras 10 millones con el grupo Sinovac, lo que sumado a los acuerdos con AstraZeneca-Oxford, Jensen–Johnsson & Johnsson y la Alianza Covax, permite llegar a más de 30 millones de dosis.
Asimismo, consultados por BioBioChile, desde el Minsal aseguran que existe una planificación realizada por el Programa Nacional de Inmunizaciones del Minsal, pero esa información se irá entregando de a poco.
Hasta ahora no se han hecho públicos los contratos y calendarios de entregas, como tampoco los montos involucrados en las operaciones, debido a estrictas cláusulas de confidencialidad que se han establecido.
La recomendación del Cavei es vacunar del orden de 15 millones personas. Sin embargo, desde el Minsal se aclara que las fechas y lugares de vacunación para los distintos grupos de la población “se informarán oportunamente”, en otras palabras, se mantendrá en reserva por ahora.
La propia cartera indica en su web que “si bien no se puede dar una fecha exacta para que toda la población que lo necesite esté vacunada, se espera que un gran porcentaje lo esté para fines del primer semestre 2021”.
Y por ahora, se aclara que las vacunas no llegarán todas al mismo tiempo.
“Se tendrá las primeras dosis durante la semana del 21 de diciembre. Dentro del primer trimestre del próximo año, arribarán más de un millón 350 mil dosis, y así se irán sumando nuevas partidas durante los meses siguientes”, puntualizan.
Respecto a la logística para recibir y almacenar las vacunas, el Minsal asegura que el sistema público de salud, el PNI, la Central Nacional de Abastecimiento y los centros de salud de la red, cuentan con todas las condiciones para asegurar el buen almacenamiento y aplicación de las vacunas. A su vez se efectuaron las inversiones para reforzar esa capacidad ante esta contingencia.
Según fuentes de BioBioChile efectivamente existe un calendario de vacunación y de entrega, sin embargo el Gobierno en esta ocasión ha querido ir con extrema cautela por distintas razones.
Desde un punto de vista más técnico, es evidente que la pandemia ha mostrado una movilidad importante, con cambios en las tasas de contagios en todo el mundo y la aparición de nuevas cepas.
Por lo mismo, es probable que toda una planificación deba modificarse de cambiar el escenario de contagios, por ejemplo. Basta un brote significativo para alterar de una semana a otra el panorama de una zona en específico.
Pero por otro lado, tampoco se quiere ratificar cuándo llegarán los cargamentos con las vacunas para no interferir con los vuelos, porque cada uno de los vuelos hace escala en distintos países y eso puede hacer que los países donde los aviones aterricen puedan intentar requisar las vacunas, estrategia de “reserva” que también se ocupó con las compras de ventiladores mecánicos.
Justamente por estas razones de seguridad es que los cargamentos de vacunas van a llegar parcializados, para evitar que una eventual requisa en algún aeropuerto provoque una pérdida muy significativa para nuestro país.
Esta política de “seguridad nacional” también aplica con los lugares donde se va a inyectar las vacunas y el orden de priorización, que si bien está publicado, está pensando a corto plazo.
Pero por último, y no por ello menos importante, es que en este proceso está en juego la credibilidad del Gobierno, que ve la vacunación como la oportunidad de repuntar en su imagen. Si por ejemplo se anuncia una fecha o una cantidad, y si no se cumple por alguna razón, se abre un flanco de críticas y toda la ventaja comunicacional se perdería.
Por lo mismo, es altamente probable que el presidente Piñera “estire” esta oportunidad manteniendo la “alta reserva” pensando en no terminar con números tan débiles en las encuestas su último periodo en La Moneda.
Claudio Castillo, académico y Magíster de Salud Pública de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Santiago (Usach), lo importante en este proceso es diferenciar por un lado la gestión para adquirir vacunas y por otro lado teniendo clara cuál es la población objetivo susceptible a vacunar, hacer el cálculo para poder definir las priorizaciones y las subpriorizaciones.
Esto último, pensando en que hoy todas las vacunas están comprobadas sólo para mayores de 16 años, no están comprobadas para embarazadas, ni mujeres que estén dando lactancia y para enfermos que están inmunodeprimidos por algún tratamiento, pese a que hay estudios que se están haciendo.
“Si uno hace un cálculo muy grueso, en Chile de los 19 millones y medio proyectados para 2020, poco más de 15 millones de personas son las susceptibles de ser vacunadas hoy día, entonces cuando el Gobierno anuncia que tiene contratos con vacunas para 30 millones, claramente ahí coincide para el cien por ciento de la población susceptible hasta ahora”, destaca el experto.
“Y dado que este proceso va a ser gradual y paulatino, Chile, que es uno de los primeros países que inició la vacunación, le solicitó al Comité Asesor de Vacunas e Inmunizaciones -Cavei- una recomendación en base a la evidencia y en base a ciertos factores críticos a considerar para la priorización, y es así como el Cavei hizo una recomendación que el Gobierno la tomó y además priorizó territorialmente y por grupos prioritarios”, explica.
Respecto a la gestión para comprar vacunas, Castillo afirma que el principal contrato es con la biofarmacéutica china Sinovac Biotech, pero que aún no ha recibido el visto bueno.
“El principal contrato que asegura una cantidad importante de dosis el primer semestre es con Sinovac, de manufactura china. Ya hay un contrato por 10 millones de vacunas. Ante el Instituto de Salud Pública la Central de Abastecimiento del Estado, la Cenabast, hizo la solicitud de registro. Esto es importante de distinguir, porque Pfizer BionTech fue el mismo laboratorio el encargado de presentar los antecedentes ante el ISP, para que en un proceso abreviado, que se llama de Excepción por Razones de Salud Pública, se solicite un permiso de emergencia sanitaria. Y se aprobó unánimemente por todo el equipo de expertos que se convocó”, detalla Castillo.
A diferencia de Pfizer, en el caso de Sinovac al no tener un representante legal en el país, es el comprador, en este caso Cenabast, quien hace la tramitación.
“El Estado, a través de Cenabast, hace la solicitud para que el ISP revise los antecedentes y pueda convocar al comité de expertos para ver si otorga este permiso que está contemplado en el Código Sanitario. Esto es importante porque el ISP es una agencia reguladora nivel IV, que significa que es de las agendas reguladoras del más alto estándar a nivel internacional, por lo tanto el ISP incluso lo que dictamine genera efectos en otras agencias reguladoras, por eso es tan importante que se entreguen todos los antecedentes, que se puedan evaluar y que finalmente el ISP genere su pronunciamiento respecto de la autorización”, indica el académico de la Usach.
“Una vez que está autorizada en el país, se puede iniciar el proceso de importación, que en el caso de la vacuna Pfizer-Biontech tiene la complicación de que por el tipo de vacuna que se trata, que es una vacuna de ARN modificado, requiere congelación para prevenir la degradación a menos 70º, pero puede estar entre -60º y -90º, entonces eso implica un desafío importante respecto a la capacidad logística que se requiere. En cambio la vacuna Sinovac requiere una refrigeración normal, por lo tanto no genera un desafío tan relevante como la de Pfizer”, añade.
Así, una vez que el ISP respalda a través de esta autorización de que la vacuna es segura y es efectiva, da exactamente lo mismo la vacuna que uno reciba. Lo que sí, no son intercambiables, es decir, si alguien recibe la primera dosis de Pfizer, la segunda dosis tiene que ser del mismo laboratorio en los días indicados, no puede inocularse la primera dosis de AstraZeneca-Oxford y la segunda dosis de Sinovac, por ejemplo.
“Tiene que ser de la misma vacuna las dos dosis, por eso se dice que no hay intercambiabilidad de vacunas, porque la mayoría de las vacunas que se están analizando hoy día y que han avanzado son de dos dosis”, puntualiza Claudio Castillo.
En ese sentido, el experto en Salud Pública descarta que haya una vacuna “mejor” que otra.
“No hay una vacuna mejor que otra, si una vacuna se decide que es segura y eficaz, se puede usar. Lo que puede variar es el porcentaje de la eficacia, por ejemplo la de Oxford-Astrazeneca lo que hoy día se explicaba con la aprobación, es que es cien por ciento segura para evitar agravarse y morir, pero disminuye el riesgo de contagio entre un 62% y un 90%”, responde.
Aunque, de todas maneras su porcentaje de eficacia debería ser tomada en cuenta a la hora de planificar el cronograma de vacunación.
“Pzifer a los 10 días que se inocula genera el efecto de inmunidad en un 82% en una primera dosis, y llega a un 95% con la segunda dosis. Basados en eso, y también en los datos que hay por ejemplo de Oxford, la estrategia debiera apuntar a que la primera dosis sea lo más universal posible. Si hay que hacer esfuerzos, debiera ser ponerla la primera dosis lo más masiva posible, teniendo a resguardo la proyección de que lleguen las segundas dosis para que estén disponibles para las personas. Pero la primera dosis ya genera un efecto de inmunidad importante y por lo tanto ahí es donde hay que poner un esfuerzo”, enfatiza.
Aunque, según el diputado democratacristiano, Gabriel Silber, en poco tiempo nuestro país ya contará con la vacuna de origen chino.
“En poco tiempo más ya estará disponible la vacuna Sinovac, de China, de la cual llegarán 5 millones de dosis y al 1 de marzo, 5 millones más, que tiene un manejo mucho menos complejo que la de Pfizer y que se podría comenzar a inocular de manera rápida”, estimó.
Chile es uno de los pocos países que ya comenzaron el proceso de inoculación, al igual que otros como Francia, en donde el proceso no ha estado libre de críticas.
Según publica Radio Francia Internacional, el gobierno de Macron insiste en su objetivo de tener 15 millones de vacunados antes del verano 2021 (invierno en Chile) pero asume al mismo tiempo la opción de un inicio lento sin querer caer en precipitaciones.
La estrategia ya ha empezado a ser criticada por voces científicas y administraciones municipales. Mientras la mayoría de socios europeos ya cuentan por miles a sus ciudadanos vacunados, en Francia apenas unas decenas de adultos mayores en un puñado de residencias.
En Chile también se han generado críticas en torno al proceso, principalmente por la puesta en escena del Gobierno ante la llegada de las dosis, que no alcanzan a representar el 1% del total que se requiere para la población susceptible de recibir la vacuna.
Pese a esto, algunos se muestran optimistas ante el proceso que recién inicia. El secretario nacional del Colegio Médico, José Miguel Bernucci, destacó a BioBioChile que aún no se presenten grandes complicaciones respecto a efectos secundarios.
“El proceso de vacunación está recién comenzando, según la información disponible no han habido grandes complicaciones en las personas vacunadas, tampoco efectos secundarios significativos”, sostuvo.
“Esperemos que la llegada de las vacunas pueda ser constante e ir aumentando en número. Tenemos que recordar que para poder decir que le ganamos a la pandemia, debemos tener más del 80% de la población inoculada, eso quiere decir alrededor de 15 millones de personas, lo cual son unas 30 millones de dosis”, dijo Bernucci.
“El camino es muy largo, estamos recién comenzando pero esperemos que éste pueda ser consistente y continuo en el tiempo para poder ganarle al covid-19”, finalizó.
De todas maneras, muchos coinciden en que hasta ahora el proceso se ha llevado de manera correcta, pese al “secretismo gubernamental”.
“Yo creo que el tema de la vacunación que ha desplegado el Gobierno ha sido un gran acierto con mucha responsabilidad, y si se ha mantenido un cierto sigilo y reserva, claramente se debe a un tema de seguridad nacional”, asegura el diputado RN y miembro de la comisión de Salud, Andrés Celis.
“Yo no tengo dudas que existe un plan de entrega y un cronograma de vacunación, pero hay una cuestión que es primordial, una razón de Estado de seguridad nacional, que no se puede divulgar los vuelos que traen la vacuna, que tienen que aterrizar en distintos aeropuertos y éstas pueden ser requisadas, entonces no se pueden dar a conocer. Yo doy la seguridad y la certeza que los contratos existen, que la cantidad anunciada por el Gobierno va a estar, pero no se pueden dar a conocer por razón de Estado”, concluye.
Respecto a la “ayuda” que la vacuna supondrá en mejorar la imagen pública del Gobierno y del presidente Piñera, Celis reconoce que tendrá efectos positivos en La Moneda.
“Yo he sido bastante crítico con el Gobierno, pero también tengo que reconocer cuando las cosas se hacen bien, y en el tema de la vacuna ha sido un manejo sumamente responsable, creo que con una cuota de mucha responsabilidad del ministro Paris y por cierto también del presidente Piñera. Y creo que si las cosas siguen igual, el apoyo del presidente Piñera pudiese llegar a un 20% o un 25% al término de su mandato”, estimó.
La senadora DC y también parte de la comisión de Salud del Senado, Carolina Goic, destacó que nuestro país ya haya iniciado el proceso de vacunación, lo que habla bien de nuestra política en materia de salud.
“Yo creo que aquí la buena noticia es que como país ya iniciamos, en eso el Gobierno ha hecho su trabajo, conocemos una priorización por grupo de riesgo que ha establecido el Ministerio de Salud, que es pública”, valoró.
“Lo que también tenemos que reconocer es que como país tenemos en esto una trayectoria de seriedad y de rigurosidad en políticas de inmunización de la cual todos nos sentimos orgullosos, dijo.
En esa línea, el diputado y presidente de la comisión de Salud de la Cámara, Ricardo Celis, rescató el temprano comienzo del proceso, a diferencia de otros países vecinos.
“El inicio temprano de la vacunación en Chile, una vez que estuvo disponible la vacuna de Pfizer-BioNTech, es un elemento de éxito en el manejo de la pandemia, así como lo fue en su momento el incremento en la capacidad de ventilaciones mecánicas”, opinó.
Sin embargo, también puso énfasis en que no se debe abusar mediáticamente pensando en la desconfianza que podría generar en la población, tomando en cuenta además que la vacuna es voluntaria.
“El proceso de la vacunación en Chile ha sido un éxito sanitario, también es un éxito de orden político para el Gobierno, pero no debe abusar de aquello porque sino va a generar desconfianza en las personas para ir a la vacunación y va a poner en disputa el elemento sanitario con el elemento político, y eso es algo que debe evitarse a toda costa”, advirtió.
El senador del PPD, Guido Girardi, miembro de la comisión de Salud del Senado, apuntó a que si bien es importante porque se van a vacunar 10 mil personas que son parte del sistema de salud, es absolutamente irrelevante desde el punto de vista de la estrategia global de la inmunidad de rebaño.
“Las vacunas no están todas registradas, por lo tanto no hay ninguna posibilidad que se comience un proceso de vacunación real antes de marzo, esto que están haciendo ahora, yo no quiero decir que es una campaña publicitaria, pero desde el punto de vista de salud pública tiene cero impacto”, cuestionó.
“Yo no lo desprecio el proceso de vacunación, creo que tiene que dar una señal de tranquilidad, de que se va a poder vacunar, y luego después lo importante es que la población no vaya a tener una comprensión errónea del mensaje. No es bueno que la ciudadanía piense que como ya viene la vacuna, puede relajar sus medidas y eso no es así”.
“Se requiere vacunar 14 millones de personas, que es una tarea gigantesca, titánica. Por lo que estimo que no antes de agosto va a estar terminado el proceso de vacunación y lo más probable que el proceso de vacunación dure todo el año 2021”, finalizó.