Fotografía: Jaime Silva (BBCL)

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  • La crisis del Frente Amplio (FA), renuncias y tensiones, el proceso constitucional, con la inclusión de independientes, y las presidenciales, donde se desmarcó de autoproclamarse como candidato, fueron los temas de la conversación de BioBioChile con el diputado de Convergencia Social y fundador del FA, Gabriel Boric.

    Entrevista en el contexto de una semana llena de turbulencias, con las renuncias de la diputada Natalia Castillo y el diputados Pablo Vidal a RD, quien dijo que su partido había abandonado el proyecto original, y de disputas internas sobre los acuerdos del proceso constituyente a los que debe llegar con otros partidos de izquierda, de la ex Nueva Mayoría, que generan cuestionamientos y fuego amigo, donde incluso se ha llegado a hablar del fin del FA.

    Ocaso que para Boric dista de lo realmente se vive al interior del Frente Amplio, y se apura en descartar a 4 años de su nacimiento en 2016, ya que asegura que solo se trata de un proceso de transformaciones internas, de la mano con el momento que vive Chile.

    “Hay muchos que desde el día que nació el FA nos daban por muertos al día siguiente y esto es un proceso más de reordenamiento que no es dramático y que es parte del debate político necesario. El FA sigue vigente, sigue firme y necesario para los planes que vienen en el país”, dice el diputado magallánico, para sacarle presión a la tensión del Frente Amplio.

    -¿Cómo analiza la situación del Frente Amplio?
    Estamos en un momento constituyente en Chile que pasa cada cuarenta años y es inevitable que existan transformaciones al interior de las coaliciones y una nueva correlación de fuerzas políticas y el FA no está exento de ello. Tenemos que ser capaces de reivindicar sin miedo las ideas de izquierda que nos han quitado. Nos constituimos como una alternativa a la izquierda que se había quedado pegada en el siglo 20 y a la Concertación que terminó abrazando al neoliberalismo, ese proyecto sigue vigente. El proyecto del FA sigue siendo necesario. Hay gente que le tiene temor a una alianza con el PC, yo no. El PC ha demostrado a lo largo de su historia que es tremendamente democrático y que es posible construir posturas conjuntas, sin subordinarnos unos a otros.

    -No obstante, aparece la renuncia de Pablo Vidal, quien dice que RD abandonó el proyecto original y se acercó a la política tradicional…
    -Pero, Pablo Vidal salió de RD no del FA y es una sola persona.

    -Pero, Vidal habla de abandono del proyecto original…
    Desconozco la interna de RD, pero, en Convergencia Social nos sentimos cómodos con domicilio en el FA, está vigente la necesidad de imaginar una izquierda para el siglo 21 y no tengo temor a que nos declaremos personas de izquierda, con un proyecto transformador que va más allá de los partidos de la exNueva Mayoría. Nosotros nos creamos como una respuesta a quienes se habían llevado la política para la casa durante demasiado tiempo, a los que tuvieron problemas de financiamiento irregular a la política o nos privatizaron derechos sociales, por tanto, creer que solo al alero de ellos se puede hacer esta refundación es un error. Hay que involucrarse con las organizaciones sociales, abrir los partidos políticos, en eso con el PC podemos tener convergencia que son posibles de explorar, sin perjuicio de que sigamos conversando con sectores del PS, PPD o quienes decidan tomar otro rumbo.

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    En la UDI tuvieron un quiebre en su momento y se creó el partido fascista de José Antonio Kast. No creo que sea dramático, hay que enfrentarlo políticamente con altura de miras, seguir conversando con quienes se van y buscar las alianzas posibles”.
    - Gabriel Boric, diputado y fundador del Frente Amplio

    -Entonces, a pesar de que se habla del fin del FA ,¿está más vivo que nunca?
    No se puede desconocer que el FA está en medio de una discusión estratégica fundamental. Pero, el proyecto del FA sigue siendo necesario y nosotros seguimos aquí firmes para seguir impulsándonos. Hay muchos que desde el día que nació el FA, nos daban por muertos al día siguiente, y esto es un proceso más de reordenamiento que no es dramático y que es parte del debate político necesario. El FA sigue vigente, sigue firme y necesario para los planes que vienen en el país.

    -¿Cómo se supera este momento?
    Teniendo una conversa honesta, fraterna, de discusión a largo plazo de donde vamos y a partir de eso, definir la política de alianza que vamos a tener. Todo se centra en la conversación con el PC, no hay que tenerle miedo al PC, es un aliado en el proceso de cambios que requiere Chile, tal como lo puede ser las bases del PS y, sobre todo hoy, y esta es una autocrítica que debe hacer el FA, es que no hay que marearse con los éxitos electorales y hay que volver al trabajo territorial, de base. Eso le da sostenibilidad a un proyecto político de mucho tiempo. Tenemos que volver a vincularnos con las organizaciones sociales, que están más vivas que nunca.

    Organización social en segundo plano

    -Entonces, el FA olvidó el trabajo territorial…
    Más que lo olvidó hubo una vorágine institucional muy vertiginosa que llevó a que la pega de organización social pasara a segundo plano. Nunca se olvidó, pero hoy debe ser prioritaria. Ahí es donde están pasando las cosas. El 18 de octubre no lo inventaron los partidos, el proceso constituyente tampoco, hasta hace poquito el presidente del PS del momento, Camilo Escalona, decía que pensar en una Asamblea Constituyente era fumar opio, esto es gracias al pueblo de Chile y los partidos del FA deben estar con el pueblo de Chile.

    -Ha surgido la crítica de que usted y Giorgio Jackson que partieron como políticos distintos, hoy también decantan en lo tradicional…
    Hay una autocrítica que hago respecto de cómo comenzamos, es que no por ser nuevo o joven es mejor, no hay virtud especial en la juventud o novedad. La virtud está en la coherencia, consecuencia y en las ideas que se defienden. Eso, tenemos que trabajar con mayor rigor, el FA y yo en particular y Giorgio, por cierto. La gente nos reconoce, no es por cuantos años tenemos, sino por las ideas que hemos defendido, por los proyectos que hemos empujado en el Parlamento, porque hemos estado en la calle apoyando movilizaciones. Siempre habrá gente que critique, como dice un viejo pensador, quien no hace enemigos en su camino significa que al final no a hecho nada.

    -Hay un sensación de que en el FA las discusiones son violentas y con desenlace rápido, hay renuncias o separaciones…
    No es algo solo del FA, en RN renunciaron 3 diputados la semana pasada, en el PS una cantidad impresionante de militantes en el último tiempo, Fernando Atria, Marcelo Díaz, que hoy son parte del FA. En un momento constituyente todo tiembla y está bien que así sea, porque estamos construyendo un mundo nuevo. Como decía Silvio “la era está pariendo un corazón, no puede más, se muere de dolor”, siempre hay esos partos históricos, producto de las contradicciones del momento, generan estas críticas en todas partes, no solo en el FA. En la UDI tuvieron un quiebre en su momento y se creó el partido fascista de José Antonio Kast. No creo que sea dramático, hay que enfrentarlo políticamente con altura de miras, seguir conversando con quienes se van y buscar las alianzas posibles.

    Independientes convencionales

    -Se cuestiona el patrocinio de partidos a candidaturas independientes, ¿Cómo se asegura la independencia en esos casos?
    En Convergencia Social estamos disponibles a abrir cupos a independientes, que sea propensos a las transformaciones que ha venido impulsando el pueblo de Chile. En Magallanes, vamos a tener candidatos que no son militantes de partidos y no les exigimos un carné o prueba de blancura, sino que es gente de organizaciones sociales y se pone a disposición la plataforma para que todos podamos ser constituyentes. Lamentablemente, los partidos tradicionales se opusieron a que las de independientes pudieran hacer pactos entre ellos, pensando en defender una lógica conservadora.

    -Al final los partidos políticos van a terminar capturando igual a los independientes, con lo que podría aparecer la desconfianza de la ciudadanía, ¿o no?
    No hay que poner a todos en el mismo saco. En el FA hemos defendido que la política es un ejercicio colectivo, el cual se está dando hoy por fuera de los partidos y todos lo que han participado en las manifestaciones desde octubre en adelante tienen el derecho a plantear alternativas, por dentro o por fuera, y los partidos tienen que entender que es momento de ceder poder y espacio. Desde el FA lo vamos a hacer así. No puede haber un secuestro de las cúpulas de los partidos, la discusión tiene que ser abierta, el proceso constituyente tiene que incluir a todo aquél quiera ser parte y los partidos no solo tienen que abrir sus puertas, sino que deben abrir las puertas de la democracia.

    -Esa resistencia, ¿está en el conservadurismo de derecha y también en la exConcertación o no?
    En ambos, principalmente en la derecha, que ha sido muy reacia a todo tipo de transformaciones. Primero se opusieron a cambiar la Constitución, que se lo arrancamos, pese a que la defendieron durante 40 años con uñas, dientes, antes con fúsil. También, hay sectores conservadores de la Nueva Mayoría que han sido muy reticentes de la participación de independientes en el proceso y no solo de la NM, también, por ejemplo, la diputada Pamela Jiles votó en contra de la posibilidad de que los independientes puedan hacer pactos. Ella, el diputado González y un montón de diputados que actúan de manera impredecible terminan votando por la derecha.

    -¿Cree que la izquierda va a lograr los 2/3?
    Acá, uno no puede atrincherarse a una postura y decir de acá no salgo. Tenemos que salir de nuestra trinchera y conversar sobre el futuro de Chile. Cuando hablemos de la descentralización y otorgarle más poder a los territorios, sacar el poder concentrado en Santiago, espero que allí encontremos apoyos de centro, derecha, independientes, de izquierda y sean cuestiones transversales, como el reconocimiento constitucional de los pueblos originarios. No creo en esta lógica en que los vetos tengan que imponerse y en que cada uno va a estar en su trinchera, creo que van a haber puntos de encuentro respecto del futuro del país, cómo nos desarrollamos o cómo cambiamos nuestro modelo productivo.

    Elecciones presidenciales

    -Beatriz Sánchez como presidenciable en el Frente Amplio, ¿considera que es la mejor opción?
    Es un error presidencializar el debate constituyente, porque va a rayar la cancha durante los próximos 40 años. Los gobiernos pasan mucho más rápido, por lo que nuestras energías tienen que estar concentradas en este momento en que el proceso constituyente salga bien. Presidenciales se verá luego de la elección de abril. En 2017, presentamos la candidatura de la Bea (Beatriz Sánchez) en mayo del año en que fue la elección presidencial. No hay que caer en la ansiedad de ese tema, las encuestas marean mucho pero dicen poco.

    -Y en su caso, ¿no se considera con alguna opción presidencial?
    Es bueno tener claro los límites y el momento que tiene cada uno, me parece que me faltan muchas experiencias y conocimiento para un desafío así. Esto no pueden ser aventuras personales tienen que ser en torno a proyectos colectivos, por lo tanto, no tiene ningún sentido para mí pensar en eso.

    -Sin dar algún nombre, ¿el próximo presidente será de izquierda?
    Tenemos que preocuparnos y asegurar que el futuro presidente/a recoja el espíritu de las movilizaciones de estos años. Por lo tanto, que sea alguien que esté empujando esas transformaciones y no resistiéndose a ellas. La derecha le ha hecho mucho daño al país, lo ah hecho muy mal. por lo tanto, tenemos que buscar cuáles son las mejores alternativas para que no haya continuidad en la derecha y que haya un proyecto de transformación acorde con las movilizaciones. Eso implica que sea una persona de izquierda.

    -Al frente, Joaquín Lavín, desmarcado y evidenciando cercanía con la gente, ¿puede opacar su idea de que el próximo presidente sea alguien que no se resista a los cambios?
    Es un personaje camaleónico, que va cambiando convicciones según convenga electoralmente en el momento. Fue pinochetista, derechista, bacheletista aliancista, de la UDI, socialdemócrata, por ser camaleónico es peligroso y a veces confunde. Pero, no es lo que necesita Chile para las transformaciones, porque es una persona que ha dedicado su vida a resistirlas.

    Más allá de lo político, Boric le manda otro mensaje al Gobierno, que tiene que ver con las cuarentenas aplicadas por más de 100 días a varias comunas de Magallanes, su región, cuyos habitantes piden ayuda urgente, en que apunta al centralismo de las decisiones y también espera que el plan de vacunación contra el covid-19 no solo ponga mirada en Santiago, sino también en los otros territorios.

    “No puede ser Santiago primero y el resto después”, puntualiza.

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