Fotografía: Universidad de Concepción
Pese al centralismo, las regiones responden con solidaridad.
Así podrían resumirse las declaraciones del rector de la Universidad de Concepción, Carlos Saavedra, ante la consulta por la polémica originada en Concepción debido al traslado de pacientes desde Santiago al Biobío, para descongestionar la capacidad de camas críticas de la región Metropolitana, en la que casi 8 millones de personas están en cuarentena y suma el 74% de los contagiados de Covid-19 en el país.
-¿Solidaridad ante todo, rector?
-“Absolutamente sí”, dice Carlos Saavedra.
Y agrega: “En la época más dura en Francia, Italia y España se recibían pacientes en Alemania, desde esos otros países. Si allí es capaz de establecerse una cooperación comunitaria, porque nosotros no lo vamos a desarrollar acá. Acá en la región, ya hemos recibido pacientes de La Araucanía, pero como no eran de la RM no tenían la misma repercusión que cuando trasladaron a los de La Araucanía acá. Pero, ya se han recibido”.
101 años conmemoró la Universidad de Concepción y lo hizo esta semana bajo una celebración atípica, en que la pandemia ocupó un rol estelar, con miles de profesores y alumnos presenciando este hito desde una platea obligada en sus hogares.
“Creemos que estas condiciones, en esta excepcionalidad en que nos encontramos la comunidad de la UdeC en su conjunto ha respondido en forma favorable y a la altura de las circunstancias”, explica el rector.
También Saavedra destaca el papel de la academia en esta crisis sanitaria y aseguró que hay centralismo en las decisiones que adoptan autoridades nacionales en que la mirada de los territorios no se considera.
-¿En qué pie encuentra a la universidad la crisis sanitaria por la pandemia?
-Estamos viviendo una situación excepcional. Si bien las condiciones son adversas, como comunidad hemos sabido responder. La Universidad está desarrollando y ha mantenido la actividad de formación para sus estudiantes. Estamos desarrollando más de 5.100 asignaturas en línea, pronto se incorporan las de posgrado. Hay una multiplicidad de acciones de apoyo al desarrollo de políticas públicas, las iniciativas en el ámbito del Covid-19 son diversas. Hay actividades de investigación que se están retomando, asistencia técnica, por lo tanto, se han ido construyendo las condiciones para mantener la totalidad de las actividades esenciales, fundamentales de la Universidad. Sabemos que nos fácil desarrollar las actividades desde la casa con la cantidad de responsabilidades adicionales que allí se generan y a veces también con dificultades, a partir de las capacidades tecnológicas instaladas.
-¿Este es el momento más complejo de la Universidad, relacionado con su superviviencia?
-Tiene implicancias presentes de gran relevancia, pero también futuras. En este momento la UdeC está bien preparada para absorber esta crisis. Junto con el equipo económico, financiero y administrativo, hemos ido imaginando diversos escenarios para atender estas circunstancias y hemos tenido una muy buena respuesta de parte de nuestros estudiantes. En primer año llenamos las vacantes que teníamos, a diferencia de muchas otras instituciones. Los estudiantes de cursos superiores también han tenido una muy buena respuesta. Por supuesto, acompañada de medidas de apoyo a los estudiantes que lo requieren, como becas de conectividad. Contar con plataformas en línea para procesos de enseñanza y aprendizaje ha generado condiciones para indicar que la universidad va a poder sobrellevar este proceso en buena forma. Cambiamos radicalmente y tuvimos que emigrar con más de 2.500 profesores en una primera etapa en capacitación, con otro grupo importante que hoy está en lo mismo, con acompañamiento de quienes lo requirieron.
-¿Hay problemas financieros asociados a la pandemia que afectan a la UdeC?
-Por ahora, hemos hecho ajustes presupuestarios iniciales que nos permiten dar respuestas a las necesidades económica financieras. Hemos debido invertir cantidades relevantes de recursos del orden de 1.600 millones de pesos en garantizar la continuidad de los procesos formativos. Reforzar nuestras capacidades tecnológicas, formar, entregar las becas de conectividad, los equipamientos. Fortalecer los equipos humanos de trabajo, eso genera un gasto importante y significativo, así es que lo que se ha hecho en esta primera etapa es acotar, por ejemplo, la inversión a aquello que es absolutamente esencial. Eso genera una holgura para enfrentar los déficits que se generan a partir de los gastos complementarios. Estamos en condiciones adecuadas dado también las características de la composición de nuestros estudiantes, donde mayoritariamente financian sus estudios a través de beneficios estatales. Más de un 81% reciben desde diversas fuentes de financiamiento estatales, gratuidad, becas y otros préstamos que permiten que ese grupo nos pueda financiar a través de esos beneficios. El resto de los estudiantes, hemos indicado que aquellos que tengan un cambio significativo en su condición socioeconómica atenderemos cada uno de esos casos de manera particular.
-Con dos años en el cargo y más empoderado, ¿ha sido mucha la diferencia de cuando era candidato a la rectoría a lo que es ahora?
-Hemos logrado afiatar un equipo directivo en todas sus dimensiones, tanto en la universidad como el resto de la corporación. Hemos avanzado de acuerdo a nuestra planificación en todas las metas que nos trazamos. Por supuesto que se presentan dificultades inesperadas, nunca habíamos imaginados que íbamos a vivir siete meses continuos, desde crisis social a sanitaria, no estaba dentro de las planificaciones. Imaginar que íbamos a tener entre 10 y 20 asignaturas de forma online este semestre a sobre 5.100 si se hubiera preguntado esto en enero, habría dicho que necesita vacaciones. Sin embargo, en este momento fue posible esa transformación. Eso se logra solo con la capacidad creativa de los grupos humanos. El compromiso, la dedicación, la existencia de capacidades tecnológicas, pero también esta posibilidad de adaptarse a las circunstancias. Eso garantiza que las universidades van a seguir siendo instituciones que van a prevalecer en el tiempo.
En materia de investigación, el rector Saavedra asegura que la UdeC verá mermados sus ingresos en asistencia técnica, que se traduce principalmente en alianzas de trabajo con privados afectados por la pandemia, pero no así en los recursos estatales que, por lo menos, para el 2020 están asegurados. Sin embargo, el recorte podría venir para el próximo año.
-Entonces, el llamado sería al Estado para que no recorte financiamiento en investigación para el 2021.
-Totalmente de acuerdo. ¿Qué nos ha mostrado esta pandemia para un país como el nuestro? Diría varias alertas. Por un lado, la relevancia que tiene la ciencia y la tecnología en generar mejores condiciones al país para responder ante este tipo de desafíos. Están los grupos científicos en el ámbito de la salud, biológico, búsqueda de nuevas vacunas, alternativas de tratamiento, estudios, tipos de análisis que se pueden llevar a efecto. Estos desafíos que lleva a cabo el Ministerio de Ciencias, junto con Sofofa, “Respira Chile”, tuvo más de 40 respuestas y la mayor parte de ellas proveniente de universidades. Es decir, al interior de las universidades se han instalado capacidades de desarrollo tecnológico que le permitan dar respuesta a nuestro país en temas estratégicos. Aquí nosotros estamos, junto a Asmar, desarrollando una iniciativa que está en la etapa final. No es posible y tenemos que evaluar como país como damos un giro que nos permita mantener una capacidad productiva mínima, sobre todo en productos de alta tecnología y para ser más específico, en el ámbito de la salud y cuidado de las personas. Esas son decisiones de país y pienso que se deben dinamizar a partir de esta experiencia.
-¿Considera que las universidades y la academia han estado a la altura de lo que ha requerido la administración estatal de la pandemia?
-Uno es la capacidad de respuesta del sistema universitario a las necesidades de país. Mi respuesta ahí es que definitivamente positiva. En un plazo muy breve pudimos acreditar 27 nuevos laboratorios para análisis de test por contagio de coronavirus. Eso requiere de infraestructura y equipamiento, personal capacitado y la disposición de las instituciones de Educación Superior para orientar su quehacer. Dejar de hacer lo que estaban haciendo y aportar a las necesidades de salud pública de nuestro país. Es un ejemplo notable de la capacidad de adaptación de las instituciones de educación superior y el compromiso con las necesidades de servicio público. Solo en nuestra universidad contamos con tres laboratorios de este tipo. Pero, son decenas de otras iniciativas, es decir la vocación y convicción del aporte a las políticas públicas en salud en este momento de crisis, en esta y el resto de las universidades del sistema, ha estado disponible. La otra parte es cuánto de todo lo que se ha generado ha sido usado como insumo para la toma de decisiones a nivel nacional y regional.
-Y, en relación a lo que no se ha optimizado…
-Creo que se ha desaprovechado una parte de las capacidades y esto lo planteo sobre todo desde el punto de vista del conocimiento del territorio. Para tomar decisiones acerca de lo que hay que hacer en los territorios, lo mejor es escuchar a los que viven en los territorios. Chile ha invertido de manera sistemática en investigación, ha desarrollado capacidad científica y tecnológica, distribuido en Chile, con equipos de profesionales altamente capacitados. El convocarlos e incorporarlos a los análisis y toma de decisiones pudo haber sido mucho mejor usado de lo que ha sido hasta ahora.
-En base a lo visto hoy respecto del manejo de la pandemia, ¿va por el camino correcto la autoridad nacional de Salud?
-En términos generales sí. Que se podrían generar ajustes específicos, también. Si bien hoy uno puede tener críticas a algún aspecto comunicacional y a la forma de tomar decisiones, hay elementos que todavía muestran que, a pesar de que hemos aumentado en los últimos días, hay decisiones que se han tomado en el momento correcto para atender esta pandemia.
-¿Considera que la autoridad ha adoptado decisiones con sentido centralista y no ha tomado en cuenta la opinión de regiones?
-En algunos temas nosotros hemos estado acompañando aquí en una mesa social a las autoridades regionales. Y por supuesto hemos trabajado en colaboración y apoyando en necesidades que nos han expresado, no solo esta universidad sino otras instituciones también, de manera de aportar con ideas y necesidades. Pero, por ejemplo, cuando se adoptan decisiones generales, no necesariamente tienen en cuentan el conocimiento específico de cada territorio en particular. Las medidas que se adoptan en Santiago no necesariamente son aplicables acá, porque la densidad es distinta, los desplazamientos y la forma en que distribuye el comercio también, las prácticas de intercambio y de compras también lo son. Es allí que planteo que, si bien a nivel central se pueden tomar decisiones, debiesen tener en consideración este conocimiento del territorio. De hecho, el jueves fue informado que los jefes de plaza regionales tienen la posibilidad de adoptar decisiones sin la necesidad de consultar al gobierno central, la independencia de ir generando medidas correctivas sobre las generales.
Confinados al tiempo de la entrevista, sólo queda margen para un “pinponeo” de preguntas…
-De los 101 años, ¿es el momento más complejo?
-No sé si es el más, pero sin duda es uno de los más complejos.
– Si estuviera sentado en una mesa con rectores como David Stitchkin u otros que representan el prestigioso pasado de la UdeC, ¿qué les diría?
-Es difícil la situación, pero siempre la actitud es de aprendizaje. Más bien quisiera escuchar de sus experiencias, de sus recomendaciones a partir de la descripción de la situación que vivimos hoy, agradecería escuchar sus recomendaciones y opiniones sobre cómo vamos a proyectar en el próximo tiempo a la universidad y también contarle de cómo se ha consolidado el proyecto que permitieron esta calidad, en términos de infraestructura física del posicionamiento que tenemos y también de las características de su personal que garantizan las actividades.
-La clásica: ¿otra cosa es con guitarra?…
-Por supuesto que la perspectiva que estar a cargo y al mando de la institución genera una visión diferente y permite enriquecer la visión que uno tenía previamente, pero pienso que los desafíos y demandas que observaba antes de asumir son de la magnitud, dificultad y expectativas que tenía. Es difícil evaluar en términos concretos aún, porque estamos sobre la marcha y claro, lo que uno hace es una visión retrospectiva un tiempo después, hoy estamos comprometidos. Si fuese un guitarrista, diría que estamos haciendo nuestros mejores esfuerzos para lograr una gran melodía.
-¿Carlos Saavedra ha logrado aunar internamente a la Universidad de Concepción?
-Creo que la comunidad Universidad de Concepción ha sabido responder a las circunstancias y nosotros hemos acompañado esa decisión y convicción de la comunidad por ir superando cada uno de los difíciles momentos que hemos vividos.
Y hoy no se sabe, todavía, si la celebración de los 102 años será diferente a esta, tal vez, en el anhelo, con un entorno más de fiesta.