Al menos cuatro funcionarios del Banco de Chile tuvieron sospechas de que los depósitos que realizaba el entonces director de la PDI en su cuenta corriente como la de su esposa, tenían un comportamiento anómalo, sobre todo porque eran hechos en efectivo.
La información consta en la querella presentada por el Consejo de Defensa del Estado (CDE) a la que accedió la Unidad de Investigación de Radio Bío Bío en fuentes judiciales.
La indagatoria en contra de Espinosa es sustanciada por el fiscal regional de Punta Arenas, Eugenio Campos quien ya solicitó la formalización de Espinosa por un monto supuestamente lavado desde los gastos reservados de $140 millones, según informó La Tercera.
De acuerdo a la información recabada por este medio, Espinosa, entre julio de 2016 y noviembre de 2017 se reunió con distintos ejecutivos del Banco de Chile.
Destaca una del 30 de marzo de 2017, a la que asisten Magaly Leiva y Carlos Perales que ya prestaron declaración ante el perseguidor.
La cita fue confirmada por el ayudante de Espinosa, Eduardo Villablanca que también está imputado en la causa y mantiene depósitos que no tienen justificación.
En el encuentro aludido los empleados de la casa financiera llegaron hasta la oficina de Espinosa en el cuartel central de la PDI, “para revisar alerta levantada en área de prevención de lavado de activos”.
Leiva era nada menos que la gerente de la Zona Metro de la Banca Preferencial de la Oficina Central. La querella del CDE detalla que la mujer explicó que “cuando el área de prevención de lavado de activos levanta alerta el protocolo indica que debe ser enviado al gerente zonal y gerente de la sucursal donde pertenece el cliente”.
De acuerdo al libelo Carlos Perales Zapata gerente de la banca preferente de la oficina central contactó a Espinosa, pero este último, dijo se “manifestó un poco molesto con las consultas” por lo que a fin de recabar más antecedentes se agendó reunión.
Perales y Leiva fueron a visitar a Espinosa, detalla la presentación del organismo “ya
que era más práctico que nosotros fuéramos a su oficina, que él a la nuestra.”
Agrega que “la visita fue ya que nos señalaron que había transacciones en efectivo en su cuenta corriente y la de su señora, y él en su oficina, nos dijo que el dinero era proveniente de ingresos propios de la PDI, que trabajaba también como consejero en la Mutualidad de
Carabineros y de viáticos que también le entregaban por viajes y que él los depositaba en
su cuenta corriente o la de su señora”.
“No recuerdo a qué obedecía los dichos de consejero económicos”, indicó.
Aunque se comprometió a justificar los depósitos en efectivo, según el CDE “no exhibió información de respaldo de sus dichos, solamente les hizo llegar una declaración de impuestos”.
Más testimonios
Rodrigo Avendaño Salgado, jefe del área de análisis de la gerencia de prevención de lavado de activos hasta 2017 y Héctor Luis Felipe Echaiz Bornemann, gerente de Cumplimiento del Banco de Chile desde 2008, también entregaron sus testimonios ante el fiscal Campos.
Avendaño Salgado declaró que “las ‘red flags’ (alertas) que detectamos son aquellas que obedecen a las explicaciones dadas por el cliente, por ejemplo, cuando indicó que estos depósitos tenían su origen por ser consejero de la Mutualidad de Carabineros, o por su sueldo por ser Director de la PDI”.
“Pero nos llamó la atención que fuese realizado en efectivo. Lo esperable hubiese sido que esto se materializara directamente por una transferencia del empleador o en su defecto, por un depósito por cheque librado por el empleador”, indicó.
Y agrega: “Si bien, el monto se condecía con el sueldo que podía percibir por su cargo, llamaba la atención que esto fuese materializado en efectivo y a través de un sujeto conductor, que identificó como su ayudante”.
En tanto, Echaiz Bornemann, con relación a la situación de Héctor Espinosa, testimonió que en 2016 “ocupaba el cargo de Gerente de División Global de Cumplimiento”.
Según la querella del CDE se analizaron las transacciones.
Echaiz, apuntó: “Más que el monto de sus transacciones, era que los depósitos eran en efectivo, lo cual no cuadra para personas que son dependientes, desde el punto de vista del análisis, lo que puede llamar la atención es el monto que la persona está transaccionando y también las condiciones de estas, es decir, en el caso del Sr. Espinosa, lo que es disruptivo, es que operara en efectivo”.
Luego señala que el ejecutivo se contactó por teléfono y recordó que Espinosa era reacio a entregar información, “lo cual eventualmente, es por sí misma, una señal de alerta (de lavado)”. Al mismo tiempo dijo que después de varios intentos, recién Espinosa “dio una explicación, respecto de a qué correspondían los ingresos”
Echaiz profundizó ante la fiscalía: “Lo que nos llamó la atención, fue lo que dijo respecto de los viáticos, ya que yo me metí a la página de relaciones exteriores, y los viáticos son distintos según el país donde uno vaya, ya que es por costo de la vida de los países, y las cifras no daban, y fue una explicación que nos pareció extraña, y lo segundo que me extrañó, fue esta cosa de que los depósitos fueran en efectivo, ya que si el trabaja como director de la PDI, él recibe su sueldo directamente a la cuenta corriente, o por cheque, pero no por efectivo”.