Sabiendo lo lucrativo que es el negocio del narcotráfico en nuestro país, en plata contante y sonante, ¿cuánto incautan?
En los últimos tres años y solo en dinero en efectivo hemos incautado 3.300 millones de pesos de personas involucradas en el tráfico de drogas. Si a eso le sumas el valor solo de los 357 autos variados, desde alta gama hacia abajo y valorizas eso, el avalúo de las propiedades que le quitamos a los narcos es muy importante. Nosotros lo leímos hace más de tres años. Por eso hoy existe una estructura interna dedicada exclusivamente al lavado de activos y quitarle el patrimonio al narco. Éramos muy efectivos deteniendo, incautando droga, pero no le afectábamos el patrimonio. Y entonces ¿qué hace la organización criminal? Se vuelve a levantar. Detienes a cinco personas, entonces vendrán los familiares y siguen, pero sin dinero los dejas en una desventaja y deben partir desde cero.
Es sabido que el narco lava activos a través de propiedades, autos como tipologías principales. ¿Han encontrado otras?
En la VI Región, recientemente incautamos más de 30 caballos corraleros de alto valor que traficaban desde Santiago a esa zona del país. El elemento particular de esta organización es que financiaban la operación a través del robo de vehículos en Santiago en encerronas o portonazos. Estos los vendían a personas incautas, de lugares rurales, que desconocían el historial de violencia que arrastraban los vehículos.
¿Es decir se ha vuelto una práctica nueva esto del robo para financiar el tráfico? ¿Un nuevo giro?
Lo hemos visto en la VI Región donde quedaba muy nítido: es lavado de activos. Hallamos también, aunque en poca cantidad, dinero en entidades bancarias. Y los bancos están reportando las alertas, por eso para estas organizaciones no es conveniente mantener esos instrumentos financieros.
El crimen organizado trabaja bajo la lógica de un plan empresarial. ¿Podríamos decir que el narco chileno se modernizó desde el estallido social y hasta el momento actual de la pandemia?
Efectivamente hay un nuevo narco que se adaptó a las restricciones que produjo el estado de excepción constitucional y la pandemia, pese al cierre de las fronteras con los países limítrofes que dicho sea de paso son también productores de droga con altos niveles de incidencia a nivel mundial. Esto implicó que la cocaína y la pasta base tuvieran mucho menos ingreso. Y derivó también en un aumento a nivel nacional de la marihuana. Es un hecho sustantivo, porque este año hubo un aumento de un 25% más de incautación de cannabis. También se han perfeccionado algunas rutas transnacionales para ingresar la marihuana creepy de origen colombiano vía tráfico marítimo para burlar los controles formales y el uso de los pasos no habilitados en nuestras fronteras de la macro zona norte.
Además han tenido que evolucionar para vender la droga que tienen, ya que los productores, valga la redundancia, siguen produciendo y no se quedan con stock inmóvil en bodega. Adoptan entonces nuevas formas, nuevas tendencias. Una de ellas es el delivery de la droga que hasta hace poco tiempo no era muy común antes de la pandemia y el estallido social. Ha tenido un aumento exponencial. Es decir, el cliente la encarga y se la llevan a su domicilio. Y no solo las drogas tradicionales como la marihuana, la pasta base y el clorhidrato de cocaína, sino que lo vemos mucho en las drogas sintéticas.
Núcleos de venta
En materia de rutas del narco, la terrestre es sabido que en Chile es la más usada, pero la marítima, que supone la fórmula más usada en el mundo para traficar, ¿ha aumentado su uso? ¿Qué incidencia tiene?
Debemos entender que el país tiene una costa enorme, de 4.000 kilómetros, por lo tanto implica un mayor grado de permeabilidad. Sin embargo, también ha existido un mayor grado de efectividad en las operaciones antidrogas del OS-7. También la PDI ha tenido operaciones importantes vía marítima. Si bien es cierto es una forma nueva de comercialización, el trabajo también da resultados.
¿Los kilos que se trafican son mayores o menores que antes del estallido y la pandemia?
No son grandes volúmenes, porque hoy las organizaciones no arriesgan como antes. De hecho tenemos una estrategia de control que la diseñamos en cuatro líneas. La primera que es la frontera. También la presencia de OS-7 con todos los medios tecnológicos y humanos disponibles.
¿Y la segunda?
Es el control de carretera lo que más droga nos permite requisar los mayores volúmenes y ocurre en la columna vertebral de Chile, que es la Ruta 5 Norte y Sur. Para eso utilizamos ejemplares caninos detectores de drogas, rayos X en puntos estratégicos y por cierto un trabajo mancomunado con aduanas que también es un actor importante.
¿Y la tercera?
Es cuando la droga ya ingresó al país y llega a las ciudades y es donde hacemos un trabajo más barrial. Ahí no son grandes volúmenes, sino cómo se comercializa en comunas y poblaciones también llamados barrios críticos. Aquí hay un fuerte trabajo en el microtráfico, porque la verdad cuando sacamos drogas de circulación en las poblaciones, es cuando hay más valoración ciudadana a nuestra labor. Porque muchas veces las personas no relacionan un decomiso de mil kilos respecto de cómo los va a afectar a ellos en su barrio. Sin embargo, otra cosa muy distinta es cuando eliminas un núcleo de venta de drogas de la población que sí le afecta su calidad de vida.
Y las detenciones ¿a cuánto ascienden?
En la actualidad tenemos 6.604 personas detenidas por microtráfico de drogas que en definitiva afecta el tejido social y que se comercializa en las poblaciones y las familias.
¿Y la cuarta línea estratégica?
Es la inteligencia antidrogas. Esta no se ve físicamente sino que el proceso de inteligencia tiene una gran cuota de protagonismo en las diligencias que desarrollamos desde el punto de vista operativo. Mucha información se verifica en redes sociales y para eso no necesitas un agente de campo, sino un gabinete con un computador y software avanzado y en ese sentido las políticas públicas del gobierno han dotado de recursos para estos fenómenos que se desarrollan mucho en la red.
Droga y lucro
Si hoy tuviéramos que armar un perfil. ¿Cómo es el gran narco, el que compra en el extranjero? ¿Cuánta mercancía mueve?
Nosotros tenemos una segregación de la organización criminal, respecto de la banda criminal. Alguien podría asociarlo, pero son estructuras distintas y por regla general tiene operación transnacional y eso es muy fácil de decir porque no somos productores de cocaína, pasta base ni marihuana creepy. Tenemos una producción nacional tradicional que ha mejorado con la incorporación de cepas que son de cultivo indoor. Eso lo trabaja un grupo estructurado de personas que tiene división de tareas, hay estructuras jerárquicas; hay una organización cuando hablamos de que la información sobre las tareas a realizar la tienen determinados niveles o la posición que tienen dentro de la organización criminal.
¿Compartimentaje?
Sí, compartimentaje. Muchas veces nosotros se nos puede criticar que llegamos a
niveles intermedios.
Esa es la crítica. ¿Cuál es la respuesta?.
Eso no es porque las policías no tengan las capacidades sino que lisa y llanamente ellos no tienen conectividad hacia los otros niveles y eso da cuenta que operan desde la lógica empresarial. El crimen organizado opera bajo la lógica de una planificación criminal y buscan que esa actividad se desarrolle lo más normal posible para que se produzca el fin último: comercializar la droga y obtener un rédito de carácter económico. Nadie vende droga para causarle un mal a la sociedad sino para lucrar. Y ahí están esas organizaciones criminales que mueven volúmenes más aceptables, generalmente por sobre los 200 kilos u operaciones de mucho más calibre.
Un ejemplo, es la operación Chicago que ejecutamos en marzo de 2020, en conjunto con la Fiscalía Occidente, donde incautamos 2.170 kilos de marihuana creepy y detuvimos a tres ciudadanos colombianos que se asentaron en el país para recibir esta droga. En este sentido, una organización común y corriente no tiene las capacidades de orden económico, logístico y organizacional para internar esos volúmenes de droga; debe tener una estructura no solo asentada en el país, sino también en el país de origen sino también en los países de tránsito. Entonces este departamento antidrogas debe ir iluminando para develar las operaciones internacionales y llegar a resultado.
¿Y en plata chilena cuánto significa esa incautación?
Esos 2.170 kilos de droga tienen un avalúo superior a los 32 mil millones de pesos si es que se hubiese comercializado al menudeo. Por ejemplo un kilo de marihuana creepy producida en Colombia son 40 dólares, vendida a un traficante en Chile, son 3.000 dólares. El porcentaje de ganancia es lucrativo. Y por eso se verifica la existencia de organizaciones criminales. Dicho sea de paso en 2020 llevamos 61 organizaciones criminales desbaratadas.
Compraventa
¿Y cómo delimitan si son organizaciones criminales y no bandas?
Cuando decimos organizaciones criminales es porque respondemos a las mismas variables que fijan las convenciones internacionales contra la delincuencia organizada que entregan los conceptos para identificar a una organización internacional. Es decir, hay proceso investigativo, está la participación del Ministerio Público, hay operación transnacional o nacional y las características que tiene el crimen organizado, compartimentaje y que participen delitos graves y conexos. Porque la droga trae aparejados otro tipo de delitos. Por ejemplo, para custodiarla se necesitan armas de fuego. Además para venderla debe existir un control territorial.
O sea, se compra y se vende inmediatamente.
Nadie compra la droga para tenerla en bodega. Un ejemplo. En 2019 hicimos otra operación con marihuana creepy que provenía de Colombia. Cuando llegó a Santiago se almacenó en la bodega de un departamento y en tres horas había sido comercializada a tres receptores distintos. La ventaja es que los fuimos deteniendo a medida que iban llegando a buscarla. Esto te da cuenta del nivel de organización que tienen.
Y la banda criminal. ¿Cuáles son sus características?
Al contrario de la anterior tiene un carácter más local, establecida generalmente dentro de un territorio en una comuna específica, donde a través del uso de la violencia ejercen el control para vender droga. ¿Cúal es su característica? Tienen menos niveles de complejidad para establecer las estructuras. Y un plus para las policías es que tienen poca disciplina. Porque donde fallan es en la ostentación. Se compran vehículos de alta gama, domicilios en poblaciones de un estrato social más bajo y las remodelan como verdaderos castillos. Se suman las joyas y la ostentación de estas en las redes sociales y se graban; todo eso es parte de una característica en la cual el narco criollo se quiera dar a conocer, pero en definitiva es que los ciudadanos de bien, la gente común y corriente se alerte y entregue información a las policías. Por ejemplo a través del fono 135, que es una fuente de información inagotable, recibimos información. Y esto se lee a través de la inteligencia criminal antidrogas.
Y en términos de estadísticas en 2020 ¿Cuáles son las cifras?
Por ejemplo, en lo que va de este años tenemos 403 bandas criminales, pero que tienen una operación más local y que las hacen más visibles para nosotros.
Respecto de las 61 organizaciones más grandes que usted menciona, ¿todas tienen componentes transnacionales? ¿Dónde está la cabeza de la operación?
No podría decirte que las 61 son así, pero la norma general es eso. Hay operación transnacional porque el volumen de droga no lo encuentras en la población. Sería como decir que voy a ese lugar y encontraré 300 kilos de droga. Eso es imposible. La ecuación es sencilla: la droga llega y ya está comercializada. No hay stock por si alguien quiere comprar. Por eso hay un componente transnacional en ese tipo de criminalidad organizada. Eso da cuenta de los ciudadanos que nosotros detenemos de todos los países de Sudamérica. También nos hemos encontrado con operaciones internacionales que se han desarrollado con Holanda.
¿Qué organización han desbaratado con policías extranjeros?
Recuerde el caso de las motos Jet Ski que fueron ingresadas desde Italia a Chile y de ahí a Perú. Ellos tuvieron la precaución de traerlas con harina para igualar el peso de la droga con que iba a salir. Sería extraño que salieran con un peso distinto. Allá en Perú las cargaron con más de 100 kilos de cocaína, las internaron a Chile y de ahí las devolvieron a Italia. OS-7 las detectó e hicimos una entrega controlada con la policía italiana. Incluso funcionarios nuestros estuvieron trabajando allá. También hemos hecho operaciones con Australia. En suma, hoy en la globalización, el desarrollo de las sociedades permite el aumento de las actividades lícitas y por extensión las ilícitas. No puedo dar más detalles, pero actualmente estamos manteniendo contactos con la policía holandesa. Y lo claro es que hay una mafia muy importante detrás de esta diligencia.
¿Cómo nos ven las autoridades extranjeras? ¿Somos un país confiable en materia de lucha contra el narco?
Hoy tenemos la realidad que se vive en Sudamérica. Hace diez años atrás Chile era solo un país de tránsito. Hoy también es de consumo. Eso lo indican los propios estudios del Senda. No quiero alarmar. La delincuencia ve a Chile porque es menos sospechoso productos que salen desde Chile a que salgan de otro país, porque Chile tiene un estatus, un prestigio ganado a lo largo del tiempo. Por eso es visto con interés por algunas organizaciones criminales para usar esta plataforma. Y los países pueden ser variados. Ahora bien, muchas veces se dice que el barco pasó por Chile, pero no significa que haya sido cargado en el país. Además los controles que realiza la Armada y Aduanas son bastante efectivos.
Jóvenes pistoleros
¿Qué hay de los combos, cuando se compra con armas y drogas al mismo tiempo?
No diría que hay una asociación establecida a ciencia cierta. Lo que sí este año hemos incautado más armas de fuego asociadas a procedimientos antidroga. Solo este año llevamos 318 armas de fuego solo vinculadas a delitos de la Ley de Drogas. Y de distintos tipos. Hoy tenemos semiautomáticas, otras como estas últimas que son modificadas para que las vuelvan automáticas. Eso da cuenta de un mayor nivel de sofisticación. Pero responsablemente debo decir que las drogas financian las armas, no tengo evidencia empírica y establecidas judicialmente.
Pero todo indica que la relación del sentido común asocia de inmediato drogas con armas.
Sí, claro. Hay una lógica. La droga debe ser resguardada y si hay armas en las plantaciones de marihuana en Chile que se ven desde la séptima a la Cuarta Región. Y la cuidan con gente que hace turno y portan armas de fuego. Prueba de esto que hace un tiempo fue herido en una investigación en la Región de Aconcagua un agente de OS-7 donde incautamos más de 4.000 plantas. Hallamos plantas también en el desierto de Atacama. Quién podría imaginarse aquello en el lugar más árido del mundo. Tenían sistemas de almácigo, regadío, almacenamiento de agua. Hicieron estructura para poner tierra de mejor calidad. Eso indica que no es un hecho aislado.
¿Qué información maneja sobre que hoy existen personas con acceso a la educación, eventualmente profesionales que tienen su emprendimiento de marihuana indoor y la venden en circuitos más acaudalados?
Estoy de acuerdo con el comentario. Suele estigmatizarse que detrás del delito está el delincuente y que este no tiene ningún nivel sociocultural y académico. Por eso digo que hoy las grandes organizaciones criminales ven esto como una empresa. Y para tener una empresa debes tener personas que sean inteligentes y capaces.
Un ejemplo fue una diligencia que realizamos el verano pasado, donde junto a la Fiscalía de Calama, encontramos una parcela de agrado en Lomas de Lo Aguirre muy bien equipada, donde había casi 500 plantas de cultivo indoor. Y quienes estaban detrás eran personas muy, pero muy acomodadas. Y sigo. Hace dos años hallamos en un invernadero de lujo con 7.000 plantas ¡en Puerto Montt! Eran una verdadera creación. En resumen, plantaciones en el desierto más árido del mundo y en una de las zonas más lluviosas de Chile. Nadie en su sana lógica lo hubiera pensado. Eso habla del ingenio del traficante chileno.
¿Y las drogas de diseño?
Las drogas de diseño no se comercializan en las zonas periféricas, sino en fiestas electrónicas, en lugares de mayor acceso económico y esto porque el valor de la unidad es ABC1. Estas drogas se venden por redes sociales con lenguajes convenidos.
Narcocultura
¿Falta plata, personas y tecnología para perseguir al narcotráfico?
Yo creo que la respuesta que entrega la incautación de Carabineros y la PDI, hablan de un trabajo que es bastante efectivo. No puedo decir que no sería útil incautar más droga, pero siempre existirá la posibilidad de hacer más. En todo caso, no es un problema de la calidad técnica del recurso humano, sino también de las capacidades tecnológicas, y el trabajo multiagencial. Veo que las otras agencias, PDI, Aduanas, la Marina y el apoyo del Ministerio Público a través de la Ley de Drogas. Y es una buena ley. Nos permite el agente encubierto, y reveladores.
Y la incautación de bienes y su posterior remate. ¿Es lento? ¿Podría funcionar mejor?
¿Qué echo de menos? Nosotros incautamos muchos bienes. Por ejemplo, en una operación donde desbaratamos al clan “Los Lobos” en la población Santa Julia, un ícono de la violencia con control territorial. Allí incautamos más de diez propiedades, vehículos. Entonces la ley podría ser un poco más rápida y enajenar y poner esos bienes a disposición de las instituciones que correspondan. Por ejemplo se rematan vehículos y como el dinero en efectivo que incautamos, esos dineros entran al Senda y aún es lento. El nuevo proyecto del gobierno pretende hacer ese proceso más ágil. Y la pregunta es ¿cuándo se remata ese bien? Cuando han transcurrido tres años en que el auto está en un aparcadero municipal. Y si valía 20 millones de pesos se rematará en 13. Y eso porque ha estado inactivo.
Los auditores que regularmente llaman a Radio Bío Bío, se quejan del resguardo a estos funerales de alto riesgo donde los asistentes, narcos o delincuentes comunes, hacen manifestaciones de fuerza con armamento. ¿Cómo perciben ese fenómeno?
Es parte de la cultura que se van adoptando como semejanza a lo que ocurre en otros países. El delincuente nacional no es dado a crear una nueva fórmula, sino que copia otros modelos. No nos podemos abstraer de la crítica respecto del porqué los escoltamos, pero la verdad es que queremos evitar un mal mayor a la ciudadanía. Por ejemplo, ya que están todos juntos en ese momento y aparece la banda rival y atentar en su contra. No lo hacemos para resguardar a un delincuente.
Se lo pregunto porque si mataron a una persona de un clan o banda, es evidente que habrá un funeral de esas características. ¿Carabineros podría evitarlo o es una manera de descomprimir?
Generalmente lo que sale es cuando hay disparos y fuegos artificiales. Eso se sabe. Pero hay una cantidad importante de servicios preventivos. De hecho, en este momento, hay dos agentes de OS-7 trabajando precisamente en ello. Digo entonces, ¿cuánto de lo preventivo que hace Carabineros no se sabe? Pero cuando sabemos que cuando muere una persona con un alto compromiso delictual, vamos y hacemos nuestros servicios. Pero este tipo de despedidas no solamente está asociado a un delincuente. Hay ocasiones en que hay personas que nada tienen que ver con el hampa y lo desarrollan igual, más que nada por imitación. Entonces no tenemos una bolita tan mágica como para saber que estos últimos funerales no están asociados a la delincuencia. Nos gustaría, pero la gente ve estos problemas notorios, pero desconocen que el desarrollo de los servicios evitamos que no pase nada.
En Chile no producimos droga y eso es un dato de la causa, pero lo real es que se trafica y se incautan toneladas por año. Entonces, ¿el crimen organizado está llegando a niveles preocupantes? ¿Horadando al Estado y la democracia?
No quiero tener un discurso alarmista, pero tampoco autocomplaciente. No podemos decir que es una fantasía y está todo bien. Nos gustaría hacer mucho más para que la droga no esté en los niveles en que está. Por eso apuntamos en diferentes direcciones, planes como el “estudia sin droga” para aminorar que los niños caigan en este flagelo.
Le reitero la pregunta. ¿Ustedes tienen estadísticas, de que el narcotráfico está horadando a las instituciones?
Responsablemente no puedo decirte que hay un compromiso generalizado, pero no podemos señalar que ocurre de la misma forma. Con Aduanas, la Armada, hacemos operaciones no solo para detener la delincuencia, sino también de cómo las organizaciones asociadas al tráfico de drogas. Pero lo que hay que hacer es anticiparse. Por ejemplo, en Carabineros se aumentó significativamente la cantidad de personal de asuntos internos para detectar delitos funcionarios. ¿En qué ha derivado? En detenciones de carabineros, pero el narcotráfico no lo hemos visto tanto, pero sí en otros ámbitos de la criminalidad. Hoy debemos declarar nuestro patrimonio. Y no solo yo, también mi esposa. Se suma a que pueden investigarme mis cuentas.
Hay mejores controles para detectar si alguien se desvía. De hecho hoy grabamos todas las operaciones, no solo para producir pruebas, sino también establecer si existen conductas ilegales en nuestro personal. Sin embargo nada es 100%, somos humanos y estamos afectos a que alguien caiga en el aspecto delictual. Lo único que podemos hacer es aumentar los niveles de control con quienes trabajan en áreas sensibles. Todos debemos hacernos el test antidrogas dos veces al año, por ejemplo. Si alguien da positivo, no cabe otra solución que la baja. Aquí no hay doble estándar.
La gente se queja que las investigaciones se demoran mucho.
La investigación antidrogas no es como encontrar a un grupo que asaltó una farmacia en flagrancia, porque te encuentras con ellos. Aquí nosotros tenemos que aplicar técnicas de investigación para producir pruebas y después operacionalizar ese trabajo que está autorizado por una resolución judicial, por ejemplo la entrada y registro. Pueden pasar uno o dos meses, pero ¿cuál es el resultado? Es que entre el 75 y 80 por ciento de los detenidos quedan en prisión preventiva. Eso da cuenta que el trabajo está bien hecho. Se demora, es más largo pero los estándares judiciales son más altos y es bueno que así sea porque te obliga a ser un mejor policía y eso implica más tiempo. No se trata de hacer una compra y detener, sino develar la cadena del tráfico. Saber quién provee, la logística, hay que intervenir teléfonos y eso alarga las investigaciones. Como ejemplo, en operaciones internacionales hemos trabajado dos años. Pero ese trabajo la gente no lo dimensiona.