La empresa Cega Supplies ingresó una demanda ante el 26 Juzgado Civil de Santiago, exigiendo que la Subsecretaria de Redes Asistenciales del Ministerio de Salud pague 7,6 millones de dólares, unos casi 6 mil millones de pesos chilenos, tras una fallida transacción ocurrida a mediados de este año en China.
Los hechos se remontan al 2 de junio de 2020, cuando la repartición -entonces liderada por Arturo Zúñiga- contactó a la compañía para la adquisición de 100 ventiladores mecánicos en China.
En buenas cuentas, la firma funcionaba como intermediario entre un proveedor chino de los dispositivos y la entidad gubernamental, y ya contaba con experiencia pues, apuntan, sólo semanas antes había logrado adquirir ventiladores en el gigante asiático para la CPC, los que -como ya se sabe- fueron donados posteriormente por su presidente Juan Sutil.
Puesto en simple, la compañía compraba los ventiladores a un tercero y se los vendía luego al Minsal.
Así las cosas, las tratativas entre Cega Supplies y la cartera se dieron de manera informal, primero por teléfono y luego vía correo electrónico, en las que Andrés Llarena, encargado ministerial de la Gestión de Ventiladores Mecánicos de la Subsecretaría, se puso en contacto con los representantes de la empresa.
En dicho intercambio de e-mails, Cega Supplies informó que podían despachar 100 ventiladores Aonmed VG70, en varias tandas a la embajada chilena en Beijing, por lo que la Subsecretaría de Redes Asistenciales inició las gestiones que incluyeron conversaciones entre Arturo Zúñiga, el mencionado Andrés Llarena, Jorge Acosta, jefe de Gabinete y a Adriana Sánchez Rodríguez, jefa de Administración de Servicios, División de Administración y Finanzas de la repartición.
Todo derivó en el visto bueno de la Subsecretaría, desde donde se solicitó una serie de antecedentes que fueron proporcionados por el representante de la compañía en tres correos diferentes, en los que se especifica que el plazo de entrega de los ventiladores era de 5 días hábiles después de emitida la orden de compra.
“Esto porque, conforme se entiende, la empresa no podía arriesgarse a realizar tan onerosa compra de ventiladores si no existía una orden de compra de por medio, que garantizara la seriedad de la oferta por parte de la Subsecretaria de Redes Asistenciales”, detalla la demanda.
Así las cosas, tras tres días de negociaciones, el acuerdo se cerró y todo quedó sacramentado en una orden de compra emitida ese mismo 5 de junio por 7,6 millones de dólares.
Hasta ahí, todo bien. Pero a partir de entonces la historia se complicó y derivó en la pugna judicial. Esto, pues tal como ya se señaló y según se desprende de los correos enviados el 3 de junio por la empresa, la entrega de los dispositivos debía concretarse en la Embajada de Chile en Beijing, en tandas de 20 a 30 ventiladores diarios, a contar de 5 días hábiles después de emitida la orden de compra. Es decir, el 12 de junio, a 2 días del peak de muertes por coronavirus en nuestro país.
Sin embargo, la empresa acusa que una vez sellado el acuerdo, la Subsecretaria de Redes Asistenciales simplemente dejó de responder los mensajes, pese a que ya habían adquirido los ventiladores al proveedor chino por varios millones de dólares.
Al menos así consta en un correo enviado el 8 de junio por la compañía el 8 de junio a Adriana Sánchez, la jefa de Administración de Servicios, División de Administración y Finanzas de la repartición.
En el escrito se piden instrucciones para comenzar con el despacho: “Adriana por favor explicar, cómo es la operatividad de esta orden. Los equipos se entregan en Beijing, la subsecretaría se encarga de traerlos e internarlos, eso significa que hace todos los trámites de aduanas y paga los impuestos correspondientes, aranceles e iva, correcto?”, versa el email.
“No se obtiene respuesta, teniendo ya comprados los ventiladores y no sabiendo cómo operar”, reclama la empresa en su demanda. Y añaden: “Se hacía indispensable saber qué hacer, a quién entregar, cómo operar, puesto que se trata de equipos delicados y valiosos”.
Al no obtener una contestación, el 12 de junio, el día en que debían ser entregados los dispositivos, el agente de Cega Supplies en China concurrió a la Embajada en Beijing para intentar entregarlos, pero no pudo ser atendido por los funcionarios de la oficina diplomática.
Paralelo a ello, la empresa envió un nuevo correo. Esta vez dirigido a Andrés Llarena, el encargado ministerial de Salud, Gestión de Ventiladores Mecánicos de la Subsecretaría, con copia a Adriana Sánchez.
“En relación a la OC (orden de compra) de la referencia, el lunes se entregaran las primeras unidades en la embajada de Chile en Beijing, por favor indicar alguna instrucción especial, nuestro agente está coordinando con la embajada”, reiteran.
Según consta en la acción legal contra el Minsal, Adriana Sánchez contestó recién el 16 de junio de 2020, respondiendo a las preguntas que la compañía realizó el 8 de junio, sin responder las que se formularon el día de la entrega de los ventiladores.
“Los trámites de internación los hace el ministerio”, precisa Sánchez y luego acusa que la orden de compra fue emitida el día 5 de junio, pero “no tenemos ninguna información de entrega de estos equipos”.
“Por favor informar”, cierra la comunicación (ver adjunto).
El correo de la funcionaria caldeó los ánimos en la compañía, pues según señalan en la demanda ella en ninguna parte del correo le entregó las instrucciones solicitadas para despachar los preciados ventiladores ni precisaron qué trámites debían realizarse en la Embajada y sólo se señala que la empresa estaba en incumplimiento, pese a los correos enviados el 8 y 12 de junio, ambos sin respuesta a tiempo.
“Sólo 8 días después de haberse enviado el correo doña Adriana Sánchez responde parcialmente”, reclaman.
La embajada
Así las cosas, el entuerto estaba lejos de terminar. De acuerdo a la acción legal, al no tener una respuesta clara de a quién entregar los ventiladores en la embajada, la firma contactó el 16 de junio vía telefónica a Llarena, “quien le indicó que la entrega debía realizarse en la Embajada de Chile en Beijing”.
Para ello, el funcionario de la Subsecretaría le facilitó el contacto del embajador de Chile en China, Luis Schmidt, quien ya había jugado un rol preponderante semanas antes en la operación de la CPC para traer ventiladores al país en la que -tal como se señaló- también participó Cega Supplies.
Un día después, el 17 de junio, Cega Supplies se contactó con el secretario de la oficina diplomática, Rodrigo Toledo, quien indicó que no podía recibir los ventiladores por no tener una orden expresa del Minsal.
Una vez más, el 18 de junio, la empresa envió un correo a Adriana Sánchez, en el que se adjunta el print de la conversación por Whatsapp, a fin de que se comunique con el embajador Schmidt para entregar los ventiladores (ver adjunto).
Como venía siendo la tónica, “este correo no fue contestado”, denuncia la empresa.
La bodega de Latam
Según explica la empresa en su demanda, recién el 23 de junio, 18 días después de que el Minsal emitió la orden de compra, Adriana Sánchez envió un correo remitido a Andrés Galdámez, funcionario del Departamento de Administración de Servicios de la División de Finanzas y Administración Interna del Ministerio de Salud.
En el email -que iba con copia a Cega Supplies- la ejecutiva solicitó coordinar el despacho de los ventiladores a una bodega de Latam en China, pero sin entregar mayores detalles ni la dirección de ésta.
Lo propio le había referido Sánchez al representante de la empresa vía telefónica ese mismo día, en la que le habría comentado que finalmente los equipos no serían entregados en la Embajada de Chile en China, sino que en el inmueble antes señalado, pues serían llevados en un vuelo charter a Santiago.
De este modo, el Minsal comenzó las gestiones para coordinar el despacho de los ventiladores y para contar con el avión que finalmente pudiera traerlos a Chile. Pero… eso nunca pasó.
La entrega
Justamente el 24 de junio, Galdámez (el funcionario del Minsal) solicitó información de los volúmenes y peso de los ventiladores, lo que fue entregado ese mismo día por la empresa.
Pero una vez más, acusan, Redes Asistenciales no respondió, lo que incluso los llevó a enviar nuevos correos al director general de Asuntos Consulares e Inmigración, Raúl Sanhueza (ver adjunto), y a Claudio Alvarado, secretario general de la Presidencia de la época (ver adjunto), también sin respuesta.
Hubo llamados diarios Adriana Sánchez y a Andrés Galdámez, pero nunca fueron contestados, señalan, hasta que el 8 de julio, más de un mes después de emitida la orden de compra, respondieron con instrucciones que podrían -por fin- concretar el traslado de los ventiladores en un vuelo coordinado por la Cenabast para el de 16 de julio de 2020.
Así las cosas, el 10 de julio, Andrés Galdámez confirmó que el despachador era la empresa As Group e instruyó a Cega Supplies contactarse con esta última firma de modo de coordinar con ellos el envío de los ventiladores.
Ese mismo día viernes, Salome Molinet, jefa de Customer Service de AS Group, informó que Cega Supplies debía contactar a su contraparte en China, Lucy Gao, para coordinar la entrega de los ventiladores en las bodegas en Beijing, despacho que finalmente se concretó el 15 de julio y previo chequeo de documentación y embalaje, fueron recibidos exitosamente (ver adjunto).
Sin embargo, el mismo 14 de julio de 2020, horario Chile, todo cambió.
Después de haber sido entregados los ventiladores en Beijing, Adriana Sánchez Rodríguez “remitió un simple correo electrónico” -apunta la demanda-, en el que informó que la orden de compra se canceló “por no haber entregado los ventiladores el día 9 de junio del 2020”.
Puesto en simple, todo quedó en nada, pese a que -denuncian- el Minsal no dictó ninguna resolución formal por la que se cancelara la transacción y al menos hasta comienzos de octubre de este año seguía vigente en el portal del Mercado Público.
Los ventiladores mecánicos aún están en una bodega en China.
Las facturas
Dado que los ventiladores se entregaron en las bodegas señaladas por el Minsal, Cega Supplies procedió a facturar la venta de los ventiladores.
Sin embargo, ya el 11 de agosto, Angélica Santander, jefa de Contabilidad del Departamento de Finanzas y Presupuesto de la Subsecretaría de Salud Pública, envió un correo a la empresa señalando que las facturas fueron reclamadas y que por consiguiente no serán pagadas.
“No hay contrato y no contamos con la recepción conforme de los productos, por tanto no se recibirán las facturas”, versa el email según la demanda.
La respuesta del Minsal finalmente llevó a la empresa a ingresar la acción civil, con la que se busca que el Estado le pague los ventiladores adquiridos, es decir, $5.951 millones, además de una indemnización por “los perjuicios derivados de su incumplimiento”.
BioBioChile consultó al Ministerio de Salud porqué se canceló la compra, la razón por la que Adriana Sánchez no respondió los mensajes y porqué no se pagaron los montos acordados, pese a que los ventiladores fueron entregados en la bodega. No se obtuvo respuesta.
Lo propio hizo Andrés Llarena, el encargado ministerial de la Gestión de Ventiladores Mecánicos de la Subsecretaría, quien declinó referirse al respecto por existir una acción judicial.
La causa hasta el momento se mantiene en reserva, debido a que -según apuntan fuentes de BioBioChile- no se ha podido ubicar a Arturo Zúñiga para su notificación en representación de la parte demandada.