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Gabriel Massuh nació en Ecuador, pero tiene la nacionalidad chilena. Conocido en el rubro como el “Rey del Plátano”, provee a las ferias libres y supermercados de la fruta más consumida por los chilenos. Sin embargo, el Servicio de Impuestos Internos le imputa haber montado una verdadera máquina de facturas falsas. Por esta razón se querelló en su contra por la presunta comisión de delitos tributarios que hoy indaga el Ministerio Público. Pero Massuh tiene muchas historias para contar. Por ejemplo, la de su familia ecuatoriana ligada a casos de corrupción internacional y un padre que murió acribillado. De perfil excéntrico, dicen quienes lo conocen, tiene autos de lujo, habita una casa de alto valor en Lo Barnechea y mantiene cercanías con el mundo del espectáculo. Fue muy comentado que, para el cumpleaños de una de sus hijas, lanzó dinero desde el segundo piso. Expertos aseguran que más allá de la fortuna que posee, con el SII no se juega. La historia la revela la Unidad de Investigación de Radio Bío-Bío.
Gabriel Massuh Isaías es conocido entre las empresas importadoras y exportadoras de fruta como el “Rey del Plátano”. De origen ecuatoriano y nacionalizado chileno ha hecho una gran fortuna en el rubro y sus productos se venden en ferias libres y grandes cadenas de supermercados. La mayoría del plátano que se consume en Chile él lo importa. También lo envía a Europa, Asia y Estados Unidos.
Massuh, importa la fruta más consumida por los chilenos, superando a la manzana y la naranja, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Consumo Alimentario, que elabora la Facultad de Nutrición de la Universidad de Chile, lo que en parte explicaría su éxito comercial. Sólo en 2019 ingresaron al país más de 259 mil toneladas, principalmente desde Ecuador, donde el Rey del Plátano nació.
Sin embargo, el Servicio de Impuestos Internos (SII) considera que su capital fue creciendo gracias -presuntamente- al uso de facturas falsas, entre 2013 y 2015 e, incluso, 2016.
Por esta razón presentó una querella criminal por delito tributario ante el Décimo Juzgado de Garantía de Santiago, por el supuesto aumento de IVA y “autofacilitación de facturas” a través de tres empresas de su propiedad y otros documentos comerciales derechamente falsos, según detalla la entidad fiscalizadora.
De hecho, en la querella presentada el 19 de agosto de 2019 y que se funda en el artículo 97 Nº4, inciso 2º y final del Código Tributario, se indica que el SII se forma la convicción de que Massuh Isaías y Ana María Olguín -trabajadora de confianza-, en calidad de socio y/o representante legal de las empresas Comercializadora de Frutas Central S.A., Inversiones e Inmobiliaria IFI S.A., y Transportes Bagno S.A., cometieron los delitos de aumento de crédito fiscal IVA y de “auto-facilitación” de facturas.
La acusación se fundó luego de dos procesos de recopilación de antecedentes, elaborados en diciembre de 2018 y marzo de 2019, en que el organismo detectó irregularidades en 562 facturas que el Servicio de Impuestos Internos acusa que son falsas y 484 operaciones sin respaldo.
En el primer informe, se investigó a Comercializadora de Frutas Central S.A. (ex Bagno S.A.), representada por Massuh. En la indagatoria contable acreditaron que dicha empresa contabilizó un total de 515 facturas falsas de “28 supuestos proveedores contribuyentes, quienes no realizaron las acciones que éstas consignan” durante 36 períodos mensuales, entre junio de 2013 y junio de 2016.
Se suman 484 operaciones falsas que “carecían del respectivo respaldo documentario” declaradas por la misma empresa, Comercializadora de Frutas Central S.A., a lo largo de 29 períodos comerciales entre junio de 2013 y diciembre de 2015. Las maniobras anteriormente descritas, según el SII, buscaron aumentar indebidamente los créditos fiscales IVA que Massuh tenía derecho a hacer valer en sus declaraciones de impuesto.
De forma simple, esto significa aumentar falsamente los gastos de la empresa. En la medida que se compra más, se está reduciendo artificialmente la base imponible y las ganancias por las cuales se tributa, con ello se rebaja el pago de impuesto de primera categoría.
Pese a lo anterior, en el mismo informe, el SII acreditó un nuevo delito: facilitación de facturas falsas. Consultado sobre este punto, el SII declaró: “Se detectó también que don Gabriel Massuh Isaías, se auto-facilitaba facturas falsas emitidas por otras empresas de las cuales también es representante legal y socio”. En efecto, 7 de las 515 facturas fueron emitidas por Inversiones e Inmobiliaria IFI S.A., de la cual el empresario es representante legal. Misma operación realizó desde Transportes Bagno S.A., empresa donde es socio. 35 facturas falsas fueron emitidas por dicha firma.
El caso sumó un nuevo antecedente. En el segundo informe elaborado por el SII, nuevas facturas fueron detectadas como irregulares y constitutivas de delito tributario por la empresa Transportes Bagno S.A., de la cual Massuh es socio y Ana María Olguín su representante legal. Esta sociedad, contabilizó y declaró 47 facturas falsas emitidas por Comercializadora de Frutas Central, la primera empresa investigada, “no habiéndose realizado las operaciones que dichas facturas consignan, aumentando los créditos fiscales IVA”.
En total, el perjuicio fiscal histórico defraudado por Gabriel Massuh asciende a la suma de $2.395.187.553 millones. Sin embargo, los montos actualizados por el organismo recaudador al 2019 aumentan la cifra a $2.712.724.395, según la querella. Estos dineros, superan lo defraudado por el grupo Penta al Estado de Chile.
Respuestas
El SII inquirió a los proveedores investigados en el primer y segundo informe y registrados en la contabilidad de la empresa Comercializadora de Frutas Central S.A. para acreditar la veracidad de las operaciones consignadas y declaradas. Concluida la indagatoria los resultados de la pesquisa no permitieron “acreditar la efectividad de los servicios prestados”, hecho que funda el libelo acusatorio.
Por ejemplo, Agro-Frutas Patricio Antonio Vega Monroy EIRL fue uno de los proveedores rastreados. Según la querella, 103 facturas fueron registradas y declaradas por Massuh a Comercializadora de Frutas Central S.A. Consultado por el organismo fiscalizador, Agro-Frutas dio cuenta de un grave hecho. “En circunstancias de estar cambiándose de bodega pusieron las cosas en un vehículo al que le entraron a robar, extraviando las facturas de los periodos ya señalados”, dijo por teléfono al SII.
En otros casos, el SII cuestionó la capacidad de almacenaje de los proveedores investigados, como es el caso de Agrícola Agrinamarc SpA. “No existe explicación ni antecedente alguno que permita acreditar dónde se almacenaron 15.000 kilos de limones detallados en las facturas cuestionadas”, señala el texto.
Humberto Borges, Doctor en Contabilidad de la Universidad de Zaragoza, España, y académico de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Alberto Hurtado, es enfático en señalar que en este caso podría existir una “red” de empresas. “Nos encontramos, y eso te lo digo directamente, en una red. Una red de empresas. Algunas son inocentes porque tal vez le robaron y hay que comprobarlo, porque tienen el problema que no han mostrado bien sus documentos, pero hay otro grupo que se nota directamente que están acostumbrados a traspasarse facturas de una a otra empresa, haciendo estos famosos canjes, y están trasladando IVA crédito y débito a una u otra empresa”, sostiene.
Consultado por la Unidad de Investigación de Radio Bío-Bío, el SII dijo que esta querella se trata de “un caso importante tanto en el monto total de perjuicio fiscal involucrado y por la naturaleza de las irregularidades tributarias detectadas”.
La historia del Rey del Plátano
Gabriel Massuh Isaías llegó a Chile, procedente de Ecuador, a comienzos de la década de los 90. En 1993 fundó la empresa Bagno, ubicada a un costado del Mercado Lo Valledor, en la comuna de Pedro Aguirre Cerda, y en cuestión de años amasó una gran fortuna con el negocio de la fruta. Su fuerte es la importación y exportación de bananos, pero también importa cítricos, piñas, mangos, paltas y distribuye tomates.
Gabriel es hijo de dos controvertidas familias ecuatorianas: los Massuh y los Isaías. Los primeros, empresarios arroceros de Guayaquil, mientras que los segundos se dedicaron a la banca. Es hermano de Gustavo Massuh Isaías, condenado en 2017 por asociación ilícita en el marco del caso Odebrecht en Ecuador, e hijo de José Gabriel Massuh Dumani, quien falleció a los 72 años asesinado, según medios locales, por un primo por litigios de tierras.
El crimen se produjo el 7 de octubre del 2014 mientras José Massuh Dumani abordaba su vehículo estacionado en la intersección de las calles P. Icaza con Córdova, en el distrito 9 de Octubre, en la ciudad de Guayaquil, según informó la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros de Ecuador (Dinased). Era una noche tranquila para el hombre de 72 años cuando fue interceptado por un individuo vestido de traje que desenfundó una pistola calibre 9 mm y apuntó a la cabeza de Massuh Dumani. Acto seguido, apretó el gatillo y se dio a la fuga abordando un vehículo marca Chevrolet, modelo Spark, color celeste.
Por parte de mamá, Gabriel es sobrino de Roberto y William Isaías, ex dueños del banco Filanbanco, uno de los más importantes de Ecuador en la década de los noventa. Un artículo del diario The New York Times los describe como “dos banqueros que fueron repudiados en Ecuador por haber incrementado su riqueza a fines de los años noventa, justo cuando su banco colapsó con lo que desaparecieron los ahorros de decenas de miles de sus clientes”. Ambos fueron condenados por malversación en 2012, y son requeridos por la justicia ecuatoriana luego de mudarse a Estados Unidos antes de conocerse la sentencia del caso.
En la actualidad, Massuh es el dueño de una serie de empresas, según su registro comercial. Comenzó en el rubro de la importación y exportación de frutas, comercializando sus productos en grandes cadenas de supermercados. Su última incursión empresarial, pero no por eso menos rentable, fue el mercado Inmobiliario.
Fuentes contactadas para este texto sostienen que Massuh es un “excéntrico” millonario. Posee numerosos autos de lujo, de marcas como Bentley, Mclaren, Aston Martin y un humilde Mazda, además de una casa en Lo Barnechea avaluada por el propio SII en $1.229.847.589., desde donde, para el cumpleaños de una de sus hijas, lanzó billetes de alto valor desde un segundo piso.
Es cercano a Pablo Morales, productor ejecutivo del Festival de Viña del Mar, con quien mantiene una estrecha relación de amistad. En mayo de 2008, el diario La Cuarta publicó una nota web en la que destacaba a Massuh como nuevo “amigo” de la modelo chilena Marlen Olivari, faceta del espectáculo que -por el momento- ha sabido mantener en reserva. En el área jurídica, Massuh se asesora por destacados litigantes del staff de abogados QRF. Uno de ellos es Rodrigo Quintana.
¿Pero quién es Rodrigo Quintana? Es uno de los asesores de Massuh en materia legal, pero además, es consejero del Consejo de Defensa del Estado (CDE) y exmiembro del directorio de la consultora Imaginaccion, que lidera Enrique Correa Ríos. Este último, un reconocido lobbista con una extensa red de influencias en el mundo público-privado.
Quintana fue Defensor Nacional de la Defensoría Penal Pública, nombrado por la entonces ministra de Justicia, Soledad Alvear, de quien fue asesor cuando ésta se desempeñó como Canciller durante el gobierno de Ricardo Lagos. Luego, fue el propio Lagos Escobar que lo nombró consejero del CDE en el año 2006 cuando tenía 41 años, entró en reemplazo de Fernando Márquez. Quintana, de 55 años, ocupará ese cargo hasta que cumpla 75 años; todavía le quedan 20 años más ejerciendo ese puesto. Su remuneración mensual bordea los $8 millones de pesos.
Defensa
En la causa SII, Massuh es defendido por Ricardo Freire Scheel, abogado penalista y ex fiscal del Ministerio Público durante 10 años. Este medio se contactó con el jurista quien comentó que “desde que se inició la investigación, nosotros hemos colaborado intensamente con el Fiscal, aportando antecedentes, y estamos trabajando para esclarecer todos los temas”.
Sobre el dolo que acusa el SII, Freire es categórico para negar la imputación. “Tenemos la convicción de que no hay dolo en su accionar, todas las operaciones tienen respaldo y por lo tanto tampoco delito ni perjuicio fiscal (…). Las objeciones contenidas en la Querella, representan menos del 10% de sus compras y en ellas se incluyen operaciones, cuyo pago se hizo con cheques, que es la forma legal; y operaciones que la empresa hizo con otras del mismo grupo. Tal como lo hacen todos los grupos económicos que arriendan a sus inmobiliarias sus dependencias o que hacen el transporte”.
También el abogado aclara que “Bagno importa mayoritariamente sus productos. El 65% de la fruta comercializada es importada y en esas operaciones no hay cuestionamiento alguno. Sin embargo, por distintas razones propias del mercado de productos perecibles y de temporadas como las frutas y verduras, también debe recurrir al mercado local, y lo hace abasteciéndose con distintos proveedores”, los cuales son chilenos, y es donde se generó el problema de las facturas.
En los próximos meses Ricardo Freire deberá seguir defendiendo la postura de su cliente ante la fiscalía. No obstante, Humberto Borges, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Alberto Hurtado, sostiene que Massuh arriesga multas que oscilan entre un 100 a un 400 por ciento “de lo defraudado”, y que también “puede aumentar en grados la pena de presidio, dependiendo de la gravedad de la situación”.
En tanto, otro grupo de abogados que defienden a Massuh en causas penales, explicó a la Unidad de Investigación de Radio Bío Bío que la imputación del SII tendría su origen en problemas judiciales que tienen con ex socios, los cuales lo habrían estafado, según se detalla en una guerra de querellas cruzadas. Sin embargo, debemos aclarar que dichos procesos judiciales no tienen relación con la grave denuncia presentada por el Servicio de Impuestos Internos y la lluvia de facturas que serían falsas.
La causa está siendo investigada por el fiscal de delitos económicos de la Fiscalía Sur, Marco Núñez. Consultada la Unidad de Comunicaciones de este organismo al respecto, señalaron que continúan las diligencias en curso, luego de lo cual se definirán las acciones procesales a seguir.
No obstante, la causa, desde el 10 de enero del 2020, en el sistema interno del Poder Judicial no registra ningún documento que demuestre algún tipo de diligencia en el último tiempo.