Nuevamente la comunidad del colegio Alonso de Ercilla se ve involucrada en denuncias por temas de índole sexual. Esta vez no por religiosos, sino por estudiantes.
A través de historias en la red social Instagram, tres estudiantes de enseñanza básica acusaron a compañeros del recinto educacional de hostigamiento, acoso y abuso sexual.
Estos hechos fueron comunicados a los apoderados en dos documentos -a los que tuvo acceso la Unidad de Investigación de Radio Bío Bío– enviados el pasado 4 de diciembre, en los que la dirección admitió los acontecimientos publicados en redes sociales.
“Efectivamente (…) circularon comentarios de algunas alumnas en relación a conductas inadecuadas que ellas habrían sufrido por parte de algunos compañeros (…) además se sumaron escritos respecto de otros estudiantes por diversos motivos”, señala el texto. El conocimiento de la autoridad data desde hace dos semanas.
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Los hechos
Una de las menores que hizo público su testimonio, relata que en una oportunidad “estaba sentada con una amiga en matemáticas (…) justo después él llega y se tira encima mío y empieza a saltar, mientras hacía gemidos y se tocaba”, escribió. Otra de las denuncias apunta al hostigamiento que recibió una alumna por parte de un compañero que le hizo creer que había publicado un “pack” (fotos íntimas) en la red, cuestión que resultó ser falsa, ya que el alumno editó las fotografías, según la denunciante.
Todo causó revuelo al interior de la comunidad marista, generando manifestaciones que fueron criticadas por las autoridades del recinto, lo que generó roces entre alumnos y directivos del establecimiento. “No aceptaremos faltas de respeto a ningún miembro de la comunidad educativa”, señala el documento. También, en la instancia, se realizó la performance “Un violador en tu camino”, del colectivo feminista porteño LasTesis.
Pese a lo anterior, declararon: “Tienen todo nuestro apoyo para expresar sus sentimientos y deseos. Estoy consciente que nuestra comunidad educativa carga en su historia con episodios de abusos que marcaron con dolor a muchas generaciones”, señala, el comunicado.
Y agrega: “Si una familia desea no enviar a su hijo a clases, no se considerará como inasistencia”. También, “se flexibilizará la rendición de pruebas”.
En el comunicado, se les pide a los profesores que dialoguen con los estudiantes “para escuchar y canalizar las inquietudes que tengan al respecto”.
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Inquirido por Unidad de Investigación de Radio Bío Bío, Pedro Díaz Cuevas, rector del colegio marista Alonso de Ercilla, accedió a responder a través de un comunicado las preguntas realizadas por este medio.
En su declaración, Díaz sostiene que tomó conocimiento hace dos semanas de un caso. Explicó que los antecedentes fueron remitidos al equipo de Orientación del establecimiento, y se comenzó la investigación de los hechos. Paralelo a esto, se sumaron nuevas acusaciones a estudiantes del plantel educativo. Al menos hasta la última edición de este reportaje no se daba cuenta al Ministerio Público de los hechos que podrían constituir un delito. Sin embargo, aseguró que, con los protocolos activados, actuarán con las facultades que le otorga la ley y en el marco de los protocolos del establecimiento.
Lea la entrevista al Rector Pedro Díaz Cuevas
El peso de la historia
A fines de marzo del presente, los Hermanos Maristas decidieron reubicar a los religiosos que habitaban en las dependencias del colegio a otro inmueble. Ello por las acusaciones de abuso contra menores. Sumado a lo anterior, la congregación carga con las denuncias de Isaac Givovich, Jorge Franco, Jaime Concha y Gonzalo Dezerega, quienes el 27 de febrero de 2018 le relataron al obispo de Malta, Charles Scicluna, enviado especial del Papa, sus denuncias por abuso sexual cometidos durante su infancia.
De acuerdo a los testimonios de Givovich, Franco, Concha y Dezerega, los hermanos Adolfo Fuentes, Abel Pérez, José Monasterio y Jesús Pérez, son los maristas que cometieron los actos de abuso sexual.
El caso del colegio Alonso de Ercilla, se suma a otro revelado ayer por este medio que afecta al Sagrados Corazones de Jesús y María de Providencia (SSCC) por supuestos delitos de abuso y violación por un exalumno.
El colegio en cuestión, es el mismo recinto donde hizo su vida el sacerdote Gerardo Joannon, acusado en el caso de adopciones irregulares durante la dictadura cívico/militar en nuestro país.
Hay que indicar que desde hace algunas semanas -vía redes sociales- se han ido describiendo relatos de mujeres que, durante su infancia en escuelas municipales y privadas, fueron víctimas de agresiones de índole sexual.