Una imagen histórica se vivió antes del pitazo inicial del duelo entre Alemania y Japón por el Mundial de Qatar 2022. Y es que el plantel alemán, evidentemente disgustado por las censuras de la FIFA respecto de las iniciativas contra la homofobia, protestó contra el ente rector del fútbol y sincronizadamente, se llevaron las manos a la boca en la tradicional foto grupal.
Un gesto que demuestra, claramente, el repudio del combinado europeo tras sentirse ‘silenciados’ por la entidad presidida por Gianni Infantino, quien se ha mostrado como férreo defensor del país anfitrión tras las constantes críticas de los medios internaciones.
Cabe consignar que el cuadro germano fue una de las siete selecciones europeas que iban a utilizar la jineta ‘One Love’ en sus respectivos estrenos mundialistas, pero las presiones de la FIFA y el riesgo de una sanción deportiva (tarjeta amarilla para los capitanes), hicieron que las federaciones se restaran de la campaña a regañadientes.
“Estamos muy frustrados por la decisión de la FIFA, que creemos que no tiene precedentes. Les escribimos hace dos meses informándoles de nuestro deseo de llevar el brazalete para apoyar activamente la inclusión en el fútbol, y no obtuvimos respuesta. Nuestros jugadores y entrenadores están decepcionados, ya que son firmes partidarios de la inclusión y mostrarán su apoyo de otras maneras”, habían advertido las entidades hace unos días.
“Los derechos humanos no son negociables”
A través de las redes oficiales de la Federación Alemana de Fútbol (DFB) se confirmó que la performance de los futbolistas dirigidos por Hansi Flick fue una protesta que representa al país y que no corresponde a un “mensaje político”.
“Con nuestro brazalete de capitán queríamos dar el ejemplo de nuestros valores que vivimos en la selección como la diversidad y el respeto mutuo. Seamos ruidosos junto con las otras naciones. No se trata de un mensaje político; los derechos humanos no son negociables”, expresaron en su cuenta de Twitter.
Además, explicaron el motivo de la pose: “Eso debería ser evidente, pero lamentablemente todavía no lo es. Por eso este mensaje es tan importante para nosotros. Prohibirnos la jineta es como prohibirnos la boca. Nuestra postura se mantiene”.
Denuncia de “chantaje extremo”
El paso al costado de las federaciones a la campaña ‘One Love’ no estuvo exento de polémicas entre los hinchas europeos, quienes catalogaron la decisión como una especie de cobardía. Al respecto, el organismo germano salió al paso de las críticas y defendió su posición alegando “chantaje” del órgano mundial de balompié.
“No nos hemos arrodillado ante la FIFA. Entendemos la decepción y la indignación. Fuimos sometidos a un chantaje extremo en el que pensamos que teníamos que tomar esta decisión aunque no queríamos tomarla”, explicó el director de comunicación de la DFB, Steffen Simon.