Agencia EFE

Segundo batacazo Mundial: Japón lo dio vuelta ante Alemania y se adueña del ’Grupo de la Muerte’

23 noviembre 2022 | 11:59

Japón dio el batacazo y sorprendió a Alemania en el Mundial de Qatar 2022.

Otro batacazo Mundial. Alemania cayó 1-2 ante Japón en su debut mundialista del grupo E de Qatar 2022, el denominado ‘De la Muerte’, que completan España y Costa Rica.

El elenco germano abrió la cuenta con un gol, de penal, marcado por Ilkay Gundogan a los 32′. Sin embargo, el cuadro nipón emparejó todo a los 75′ con tanto de Ristu Doan. Luego, a los 83′, Takuma Asano lo dio vuelta a favor de los asiáticos.

La selección japonesa destapó las carencias de una Alemania que antes de empezar tapó sus bocas ante los fotógrafos en señal de protesta por no poder lucir el brazalete ‘one love’ y que, luego, fue silenciada en el césped y castigada por no sentenciar cuando pudo y carecer de la pegada de antaño.

Los nipones consiguieron así uno de los grandes triunfos de toda su historia y la segunda gran campanada de Qatar 2022 tras la victoria de Arabia Saudí sobre Argentina.

Parecía que un penal un tanto inocente del meta de Japón y la frescura del joven Jamal Musiala iban a impulsar a Alemania a un triunfo imprescindible en la lucha por los octavos antes de medirse el domingo a la selección española.

Pero quedó demostrado que la ‘Mannschaft’ no es ahora mismo la octava maravilla pese a su solvente clasificación para este Mundial de Qatar. Pero con la base del Bayern Múnich, el equipo del que llegó a la selección Flick, es un conjunto poderoso en lo físico y con fútbol y la ambición de siempre. En cambio, Japón le ratificó que no le da para grandes aventuras.

Esta liderada como es habitual por Thomas Müller, que encarna el espíritu irreductible de los grandes momentos y dispone de un joven talento que brilló con luz propia. Cuando el futbolista del Bayern dejó el campo junto a Gundogan el equipo se vino abajo.

Los cambios no le dieron fruto alguno a Flick. También retiró, y no le funcionó nada bien, a Musiala, quien con 19 años y 270 días se convirtió en el jugador alemán más joven en jugar una Copa del Mundo desde Karl-Heinz Schnellinger en 1958 (19 años y 72 días).

Los nipones, que ofrecieron el debut mundialista del joven Take Kubo gracias a la buena campaña que está cuajando en la Real Sociedad, fueron disciplinados y solidarios, también como marca su estilo.

Las instrucciones de Moriyasu eran claras. Paciencia, orden y salir a la carrera cuando la ocasión lo permitiera. Así incluso llegaron a dar un susto de entrada a los germanos. A los ocho minutos Maeda batió a Manuel Neuer, pero estaba en fuera de juego en el momento del pase de Junya Ito, el que mejor interpretó la cuestión de salir en velocidad.

El madridista Rudiger y sus compañeros de línea, más Kimmich y Gundogan, entendieron el aviso. Nada de relajación. Era necesaria la máxima concentración y contundencia para evitar sustos como en el pasado, sin ir más lejos en el Mundial de Rusia 2018.

Alemania metió una marcha más y sin avasallar, fue poco a poco metiendo en su área a Japón, cuyo capitán, Maya Yoshida, despejó un disparo de Gundogan que se colaba, pero que se vio por detrás cuando el guardameta, que había tenido una magnífica intervención a otro tiro de Kimmich, cometió un penal un tanto inocente sobre Daum que no desaprovechó el centrocampista del Manchester City.

La diana despejaba un tanto algunas de las dudas que podía haber en los jugadores de Flick y consolidaba su superioridad ante el luchador conjunto japonés, un hueso duro de roer que en cualquier caso no iba a rendirse tan fácil.

El VAR evitó que al descanso se llegara con una ventaja mayor al anular por fuera de juego un tanto de Kai Havertz, y los palos tras el descanso en sendos disparos de Gnabry y Gundogan, sin olvidar cuatro paradas seguidas de Gonda que desesperaron al extremo del Bayern.

Tuvo la sentencia el bloque germano. Desaprovechó sus ocasiones y la inspiración de Musiala. En otros tiempos, más pletóricos, hubiera remachado a su rival seguro. Ahora aún no es lo que era. Dejó vivo al conjunto japonés, que aún se atrevió a mantener en vilo y ha obligar a Manuel Neuer a convertirse en el salvador en un remate de Ito.

Gonda tuvo una cuádruple intervención clave. Japón siguió creyendo a la contra y sus cambios tuvieron la recompensa con los goles de Ritsu Doan y Takuma Asano, cuya entrada desencajó a Rudiger y compañía, para ofrecer el segundo bombazo del torneo ante una Alemania obligada a cambiar mucho si quiere meterse entre los aspirantes a la corona.