El partido de la noche de este jueves por el paso a la final del voleibol playa masculino entre Chile y Brasil pondrá frente a frente no sólo al favoritismo de los locales -los primos Marco y Esteban Grimalt– contra una dupla top 10 del mundo, sino que además será un enfrentamiento entre unos muy buenos amigos.
Ambos binomios entrenan juntos en Brasil y coinciden en campeonatos, mundiales y ahora en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023, lo que representa una contienda que se repite a menudo.
Pero además para André Loyola Stein (André), jugador número 2 de la Verdeamarelha, remachar en Chile tiene una particularidad especial, ya que este brasileño de 2.02 m. de altura se enamoró del país anfitrión del evento.
Sus visitas y vacaciones no son en las paradisíacas playas de Río de Janeiro o recorriendo algún lugar histórico de Europa. Él prefiere disfrutar de los atractivos turísticos de Chile como el desierto de Atacama, Las Torres del Paine y el mismo Santiago, donde pasó su luna de miel el año 2019.
Consultado por el cruce con los queridos linarenses por el boleto a la final, Loyola Stein declaró que “será un partido muy difícil como lo es siempre con ellos, tendremos la torcida (público) en contra, pero será un bonito encuentro.
Respecto a este nuevo paso por Santiago, el bloqueador de 29 años señaló que “me gusta mucho Chile, he venido varias veces a fines de año, al norte y sur, recorrí el desierto y después Puerto Natales, con mi esposa fuimos al templo Bahai, que se observa desde acá (Centro de voleibol en Peñalolén) y que es un lugar muy especial para nosotros con mi esposa”.
Hoy, cuando caiga la noche y el frío se apodere de la cancha principal del voleibol playa, esa amistad de años tendrá un pequeño espacio de letargo para definir cuál de estas duplas de amigos y rivales accede a la disputa por el oro en Santiago 2023.