Una dura carta dedicó el líder de Amarillos, Cristián Warnken, al caudillo del Partido Republicano, José Antonio Kast, a propósito del proceso constituyente que lidera su colectividad en el Consejo Constituyente.
Recordemos que los Republicanos son mayoría en el órgano encargado de redactar una propuesta de Nueva Constitución, en medio de duras críticas por las enmiendas que han impulsado.
A lo anterior, se suma la baja aprobación que ha registrado el proceso en las últimas encuestas. Por ejemplo, en el último sondeo semanal de Cadem, solo un 23% indicó que votaría a favor del texto que prepara el Consejo Constitucional.
Al respecto, Warnken emplazó a Kast asegurando que “lo está haciendo mal como líder, tan mal como en la segunda vuelta electoral que perdió”.
“Los líderes no se deben limitar a ser las cajas de resonancia de sus tribus, tenemos abundantes ejemplos de ese nefasto tipo de liderazgo en estos tiempos, de políticos sirvientes del Twitter y las redes sociales y las encuestas”, advierte en la misiva publicada por Pauta.
En ese sentido, asevera que “no creo que usted sea un “fascista” como se lo quiso caricaturizar en la segunda vuelta presidencial pasada, ni un Bolsonaro, ni un Trump, ni Bukele, ni Milei en su versión chilena, a pesar de que se ha sacado selfies con algunos de ellos (gestos desde mi punto de vista innecesarios y torpes, arriesgándose al “dime con quien andas y te diré quien eres”)”.
“No, usted es un conservador en lo valórico y liberal en lo económico y representa a una parte de la derecha tradicional que no se siente representada por los otros partidos políticos de derecha más liberales. Y eso está bien. En la democracia, debemos caber todos”, añade.
Asimismo, destaca su “tolerancia”, asegurando que lo considera “un adversario con el que se puede discutir, disentir, dentro de marcos civilizados y con el cual sostener una conversación respetuosa y calma”.
“Por eso le escribo esta carta, porque si usted fuera un líder furibundo e intolerante (como lamentablemente lo son algunos exponentes de su sector), no tendría sentido pedirle lo que le voy a pedir”, le dice Warnken a José Antonio Kast.
“Creo que todavía es posible salvar el proceso constitucional en curso para llegar a un texto que pueda ser razonable para la mayoría de los chilenos. Y que usted puede y debe jugar un rol decisivo para que ese “final feliz”(pero no perfecto, claro) sea todavía posible”, apunta.
“Pero (…) me parece que lo está haciendo mal como líder, tan mal como en la segunda vuelta electoral que perdió. No como líder que cuida el futuro de su propia tribu (los republicanos) -en ello nadie puede negar que ha logrado grandes éxitos electorales-sino que como líder que piensa en el bien de Chile entero, incluyendo a sus adversarios”, criticó.
Así, el líder de Amarillos reflexionó en que “el pueblo chileno no es tonto”, rememorando los “castigos” a otros políticos como Pamela Jiles, Daniel Jadue y el propio presidente Gabriel Boric.
“El pueblo chileno prefiere el orden y la seguridad al caos, es cierto, y las tradiciones a las refundaciones, pero si “huele” que el orden degrada en autoritarismo o la tradición en anquilosamiento, es probable que vuelva a darse esas vueltas de carnero que tanto vértigo le han puesto a la política chilena en estos últimos años”, advierte Warnken a Kast.
“En la Convención anterior, la izquierda le ofreció al pueblo chileno un festival de ofertas y ofertones, una antología de derechos desatados y uno habría dicho que el pueblo iba a recibir esa propuesta con satisfacción”, sentenció.
No obstante, afirmó que “el pueblo chileno olió detrás de la oferta populista e identitaria, la desmesura. Y la rechazó de plano”.
Por lo mismo, opinó que “este festival de constitucionalizarlo todo no me cuadra, como no nos cuadró a una inmensa mayoría el festival de ofertones de derechos de la Convención anterior”.
“Su apuesta, José Antonio Kast, me parece extremadamente riesgosa. Vivimos tiempos líquidos, cambiantes y ustedes, al terminar, proponiendo un texto con muchos elementos de “populismo constitucional”(como el tema de las contribuciones), por un lado, e, incumpliendo, por otro, lo que prometieron en un comienzo (“no haremos una constitución partisana”-dijo usted mismo) se están, arriesgando o una derrota o una victoria pírrica a lo sumo”, fustiga.
“Porque incluso si tienen éxito en convencer hoy a una mayoría del pueblo de Chile, se va a desmantelar esa amplia mayoría del Rechazo que se configuró el 4 de septiembre del 2022 y se debilitarán los diques que han podido contener hasta ahora a una izquierda refundacional y sus pulsiones maximalistas”, señaló Warnken.
“Si eso ocurre, usted será un líder partisano estupendo, lo aplaudirán sus militantes y adherentes y considerarán que imponer una Constitución a su medida será un éxito. Pero habrá perdido la oportunidad de ser un líder para ese todo llamado país, no solo para una parte”, concluyó.