No está claro cómo, pero el departamento de seguridad del Costanera Center, se enteró el 16 de marzo pasado -a eso del mediodía- que un individuo apodado “Don Weon” en la Internet, escribió en un blog que realizaría una matanza en el centro comercial, similar a la ocurrida en Nueva Zelanda solo un día antes, donde un islamófobo asesinó a sangre fría a 50 personas.
Las alarmas se encendieron de inmediato. Verdad o no, el hecho es que el sujeto anunció que a las 17:00 -en punto- mataría a todo aquel que se le cruzara. “Se matará cualquier qlio pasao a raja y levantao a raja”, se lee en el mensaje al que accedió Radio Bío Bío.
“Comesano”, “Princess Marco” y “Jane Lane”, escribieron lo mismo: “voy”.
Acto seguido, y para saber cuán extendido era el llamado, los encargados de custodiar dicho mall buscaron en la red. Navegando y navegando se encontraron con que @nicoletorres202, llamaba también a sumarse al atentado.
“Mañana en honor al GOTH y a mi líder espiritual Holyfuu iré al mall (…) a fusilar a tanto cuico como pueda, traicionaré a mi raza, pero valdrá la pena matar en nombre de la libertad”, escribió la supuesta mujer, agregando el pantallazo de lo publicado por “Don Weon”. El perfil de @nicoletorres202 en Twitter ya se encuentra bloqueado, según comprobó este medio.
Reacción rápida
Atendida la sola posibilidad de que el anuncio digital tuviera algún grado de verosimilitud, el supervisor de seguridad del Costanera Center, Carlos Gutiérrez, denunció de inmediato el hecho al retén móvil de Carabineros que se aposta regularmente a las afueras del centro comercial. Los uniformados traspasaron de inmediato la información a la Fiscalía Local de Providencia.
El temor que cundió entre los encargados y la policía, fue que el posible atacante conociera los protocolos internos de seguridad del mall y los burlara. Por esta razón, además, llegó el Grupo de Operaciones Especiales (GOPE) de Carabineros e inteligencia policial, para tomar conocimiento de la situación y adoptar el procedimiento de rigor.
Si bien es cierto el atentado no se llevó a cabo, “igual pasamos susto”, dijo una fuente que conoció de cerca los hechos. El contexto no era un broma. En la retina estaba lo ocurrido solo un día antes, cuando el ultraderechista islamófobo, Brenton Tarran, -premunido de armas automáticas y transmitiendo en directo la matanza- asesinó a 50 personas en la ciudad de Christchurch, Nueva Zelanda, motivado por su odio a la inmigración.
Cibercrimen
Debido al revuelo que causó en el sistema interno de seguridad, la empresa Cencosud -dueña del mall- interpuso una querella criminal ante el Octavo Juzgado de Garantía de Santiago, patrocinada por la abogada del holding, Verónica Rosenblut.
“Al menos en una etapa anterior a la consumación, la amenaza antes descrita generó una grave turbación en la tranquilidad pública que existe en el centro comercial Costanera Center, lugar que es visitado por miles de personas diariamente, ya sea en calidad de usuarios y consumidores, como también en calidad de colaboradores que prestan sus servicios para Cencosud”, señala la acción legal.
La empresa solicitó a la Fiscalía Oriente que sea la Brigada Investigadora del Cibercrimen la que realice las diligencias para dar con el paradero de él o los responsables de la amenaza y los cite a declarar en calidad de imputados para determinar su motivación. El libelo ya fue admitido a tramitación y enviado al Ministerio Público.
Más allá de que la amenaza no pasó de ser un posteo aislado, lo cierto es que a las cinco de la tarde del 16 de marzo pasado, ninguno de los visitantes que a esa hora recorrían el mall, supo que un hecho de este tipo era conocido por la unidad de seguridad. “Se buscó no alarmar a nadie”, dijo una fuente ligada al procedimiento.
Lea la querella completa
Pasadas las 15.oo, la empresa Cencosud, envió el siguiente comunicado de prensa: “Una vez conocido el anuncio de amenaza aparecido en redes sociales, activamos de inmediato los estrictos protocolos de seguridad del Mall Costanera Center para garantizar la seguridad de nuestros clientes y colaboradores. Paralelamente, se hizo entrega de todos los antecedentes a las autoridades correspondientes, quienes están a cargo de investigar, determinar las responsabilidades y aplicar las eventuales sanciones a los autores de esta clase de actos”.