Alemania, Italia, Estados Unidos, entre otros fueron los países que visitó en comisión de servicio el segundo hombre del Ejército, John Griffiths, quien renunció ayer, luego que fuera procesado por delitos reiterados de fraude al fisco por más de 44 millones de pesos entre 2011 y 2014.
De acuerdo el encausamiento de 63 páginas al que accedió radio Bío Bío dictado ayer por la ministra civil de la Corte Marcial Rommy Rutherford, Griffiths se enriqueció e incluso los dineros que ilegalmente obtuvo del Ejército los usó para comprar una propiedad en la comuna de La Reina.
La magistrada ordenó ayer su notificación y prisión preventiva en el Batallón de Policía Militar de Peñalolén y el embargo por 55 millones de pesos. Su abogado Rodrigo Ávila, solicitará el beneficio de la libertad ante el tribunal de alzada castrense. Allí, la abogada del Consejo de Defensa del Estado (CDE), María Inés Horvitz, será la encargada de defender los intereses fiscales.
Griffiths es un militar apreciado en el Ejército y su renuncia fue valorada dentro del ideario con que funcionan los uniformados.
Sin embargo, más allá de su salida por voluntad propia, en la institución existe preocupación, porque la magistrada tiene a varios uniformados activos y en retiro en la mira, que usaron los viáticos, pago de pasajes y sobrepago de fletes para beneficio personal.
El exgeneral Griffiths sobre esta mecánica, confesó haber cobrado dineros en su beneficio y que “no pensó que era algo ilícito”.
Generales de viaje por Europa
Uno de los hechos llamativos que da cuenta la resolución, es un viaje que Griffiths realizó en 2014 a Italia para -supuestamente- visitar la empresa Augusta Westland, con miras a comprar material bélico para el Ejército. El exuniformado indicó que no realizó ningún informe escrito, sino de carácter verbal al entonces comandante en jefe del Ejército, Juan Manuel Fuente Alba, quien está investigado por lavado de activos en la Fiscalía Centro Norte.
En el viaje también participaron el entonces general y jefe de la Brigada Aérea institucional Sergio Retamal y su homólogo Humberto Oviedo, hasta 2017 la primera autoridad del Ejército. Todos estuvieron con sus respectivas esposas.
Griffiths, respecto de este periplo, reconoció que el vuelo debía llegar a Milán, pero gracias a la empresa de Turismo Latrach, aterrizó primero a París, siguieron a Venecia y luego a Berna y Zurich en Suiza. Todo fue pagado con plata del presupuesto institucional.
Una de las dueñas de dicha empresa, Victoria Latrach, le dijo a la magistrada no recordar cuántas devoluciones en efectivo efectuó a funcionarios castrenses.
En tu testimonio, la mujer indicó que el Ejército buscaba entregarle dineros fiscales a los uniformados usando a las compañías turísticas, ya que no existía una mejor forma de hacerlo. Latrach reconoció en el proceso estar arrepentida y afectada por los hechos en los que participó.
En el cuaderno “empresas de turismo” que sustancia Rutherford, existen otros tres procesados. Se trata de coronel Sergio Vásquez, otrora jefe de finanzas de la Comandancia en Jefe, quien fue encausado en junio pasado por usar plata fiscal -poco más de 21 millones- para viajes a Disney, Punta Cana y España.
En septiembre pasado, la jueza hizo lo propio con el coronel Ivan Faber, a quien procesó por el uso de 8 millones 500 mil pesos para viajar a California. Se suma el coronel Rodrigo Hidalgo con más de 25 millones de pesos.