Durante el verano de 2013, el entonces teniente coronel del Ejército, Iván Faber Navarro, recibió una gran noticia para él y su esposa. En febrero de ese año, salió el decreto que lo enviaba como asesor de Contabilidad y Finanzas de la misión militar de Chile en Washington, Estados Unidos. Dicha misión es apatecida por los miembros de la institución, pues además de tener la experiencia de vivir en otro país les permite recibir una remuneración más alta.
Su destinación comenzaba el 1 de julio de 2013 y finalizaba el 31 de julio del año siguiente, donde el Ejército costeaba los pasajes aéreos de ida y vuelta, además de la estadía para él y su cónyuge. Sin embargo, antes de comenzar la comisión de servicio, Faber hizo una maniobra extraoficial para aprovechar de pasear por Los Ángeles, California. Realizó gestiones en la Sección Pasajes y Fletes para que le pidieran a una ejecutiva de ventas de la Agencia Tupper Viajes -contratada por el Ejército-, que cotizara dos pasajes para el tramo Santiago-Washington por un valor superior al real: 8.080 dólares.
La cotización se envió al Comando de Personal, donde se autorizó el pago de ese monto, pero en realidad nunca se ocupó. En su lugar, el oficial le compró a la agencia dos pasajes para ir a Los Ángeles, incluyendo la estadía por cinco días, y un traslado hasta Washington. Todo ello por un costo de 5.255 dólares, pero sin que la institución lo supiera ni lo autorizara. Así, una vez que el Ejército pagó la factura por la cotización inicial, Faber gestionó con la misma ejecutiva de la agencia que le devolvieran el saldo que se había generado a su favor: 2.823 dólares. Ella accedió y le entregó el monto solicitado, el cual fue utilizado por el oficial para cubrir gastos personales, al tiempo que la agencia emitió una nota de crédito para justificar este egreso pero nunca se la envió al Ejército.
Y cuando Faber con su esposa retornaron desde Washington a Santiago, tras culminar su paso por la misión militar, el oficial realizó una maniobra similar pero con otra agencia de viajes.
A más de cuatro años de aquello, dichos movimientos están poniendo en jaque la carrera y la libertad de Faber, quien actualmente ostenta el grado de coronel y es el jefe de la Administración de Fondos de Salud de la institución castrense. Lo anterior, pues este lunes la ministra en visita civil de la Corte Marcial, Romy Rutherford, procesó al oficial por el delito de fraude al Fisco, determinando que con sus maniobras ilegales defraudó las arcas fiscales en poco más de 8,5 millones de pesos. Así lo constata el procesamiento al cual accedió la Unidad de Investigación de Radio Bío Bío.
Según fuentes que saben del proceso, el funcionario quedó en prisión preventiva en el Batallón de Policía Militar, en Peñalolén.
La decisión de la magistrada se enmarca dentro del denominado “caso Milicogate”, del cual han derivado cerca de 20 aristas que se han separado en igual cantidad de cuadernos. El cuaderno de este procesamiento se llama “empresas de turismo”, donde ya se registran tres procesados por el mismo delito: el propio Faber; el coronel Sergio Vásquez Undurraga, por 21 millones de pesos; y el coronel Rodolfo Hidalgo Fariña, por 25,6 millones de pesos. Es decir, en total, los tres habrían defraudado al Fisco en más de 55 millones de pesos.
Esta cifra podría seguir subiendo, pues según fuentes que saben del proceso liderado por la ministra Rutherford comentan que en este cuaderno están siendo investigados cerca de 25 altos oficiales, de los cuales la mitad son generales. Este mecanismo habría sido una práctica común durante varios años, en particular entre los funcionarios militares que eran destinados a Estados Unidos y España. Por ello, se espera que de aquí a fin de año surjan nuevos procesamientos.
En paralelo, el Ministerio Público está investigando los eventuales delitos en que habrían incurrido las agencias de viajes involucradas en los hechos.
Los nexos entre el Ejército y las agencias
El procesamiento de la ministra Romy Rutherford precisa que la ejecutiva de Tupper que gestionó las cotizaciones del primer viaje de Faber y su esposa, junto a la posterior devolución ilegal de dineros fiscales para fines personales, fue Luciana Figueroa Ossandón. Ella trabajó en la agencia desde 2010 hasta 2015.
Pero Figueroa no era cualquier vendedora. Según declaró Juan Fernando Tupper Fuenzalida, gerente comercial y miembro de la familia propietaria de la empresa, ella llegó a la agencia después de que lo pidiera su esposo, José Lira, entonces coronel activo del Ejército y que ahora está en retiro. Esto, tras un viaje que Tupper gestionó a la Academia de Guerra para ir a Europa, donde conoció a Lira y entablaron nexos.
Tupper aceptó la petición, relató, principalmente porque ella tenía muy buenos contactos con los coroneles y oficiales, los cuales eran referidos de su marido. Así, podría aumentar su cartera de clientes.
En ese contexto, consultaron a Tupper por qué mantenía la nota de crédito por 2.823 dólares, que es el monto que se le devolvió a Faber tras su maniobra ilegal, sin que haya sido remitida al Ejército. Él dijo que Luciana Figueroa supuestamente lo hizo con el único fin de cuadrar el mencionado negocio.
Los otros procesados
El coronel Sergio Vásquez Undurraga fue el primer procesado dentro del cuaderno “empresas de turismo”. Así lo informó Radio Bío Bío en un artículo publicado en junio pasado.
De acuerdo a lo acreditado en el procesamiento en su contra, Vásquez viajó en julio de 2012 para asumir como agregado militar en la misión chilena en Washington. De ese modo, salió desde Santiago con su familia, pero antes de arribar a su destino, pasó 10 días en Miami y recorrió Dinesylandia, todo con cargo a recursos fiscales. Con ello, el militar usó de manera ilegal 8,2 millones de pesos, constata el documento.
Cuando debía retornar a Chile en julio del año siguiente, usó la misma fórmula. Y esta vez incluyó a su suegra en un viaje a Punta Cana con todos los gastos pagados en un resort “all inclusive”, durante siete días. Apenas arribó al país, logró que la agencia de viajes Turavión -licitada por la institución- le devolviera 5 mil dólares por un supuesto exceso de equipaje. De este modo, la magistrada Rutherford le agregó otros 7,7 millones de pesos defraudados.
A ello se suman dos viajes que realizó a Europa, donde utilizó el mismo mecanismo irregular, los que implicaron una defraudación de 5,3 millones de pesos.
En el caso del coronel Rodolfo Hidalgo, él fue procesado a fines de junio pasado.
Durante los primeros cuatro meses de 2014, Hidalgo, entonces teniente coronel, fue destinado como agregado militar de la Embajada de Chile en España y como oficial enlace del Mando de Apoyo Logístico del Ejército (MALE), en la ciudad de Madrid. A esa comisión, que partía el 1 de julio de 2014 y terminaba el 31 de agosto de 2015, podía acudir con su esposa y sus tres hijos.
De ese modo, la institución castrense dispuso que se pagara con cargo a recursos fiscales los pasajes aéreos de ida y vuelta desde Santiago a Madrid, para el funcionario militar y su grupo familiar. Tras ello, Hidalgo se contactó con Victoria Latrach, de la agencia de viajes Turismo Latrach -contratada por el Ejército-, para cotizar los cinco tickets por un monto mayor al real, resultando un costo superior a los 11 millones de pesos.
Luego de enviarle esta cotización a la rama castrense, de modo irregular, el funcionario militar le pidió a Victoria Latrach que cotizara pasajes por un costo bastante inferior y que, adicionalmente, con los mismos recursos fiscales, comprara un ticket para su suegra, la que no estaba incluida como “carga activa”.
No conforme con ello, Hidalgo gestionó con Latrach que le devolviera la diferencia que se había generado entre la cotización original de los cinco pasajes y la compra definitiva de los seis tickets, monto que recibió en efectivo y lo utilizó para fines personales. Así, según estableció el procesamiento, habría defraudado al Fisco en más de 11 millones de pesos.
Para el regreso realizó una fórmula similar, pero esta vez con la agencia de viajes Turavión. Por esta operación fue acusado de defraudar las arcas fiscales en 14,3 millones de pesos.