Fotografía: Branislav Marelic, exdirector del INDH | Agencia UNO
Cuando Consuelo Contreras llegó a reemplazar a Branislav Marelic en la dirección del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), en enero de este año, pidió que retiraran dos sillones que había en la oficina para instalar una mesa redonda en su lugar. La respuesta que recibió la tomó por sorpresa: cómo iban a dejar en el pasillo unos sillones que habían costado más de 2 millones de pesos (ver factura de los sillones).
Esta onerosa adquisición que realizó Marelic para amoblar su despacho personal forma parte de una serie de gastos millonarios que se ejecutaron durante los 17 meses que duró su gestión al mando del INDH. Muchos de esos gastos, desconocidos hasta ahora, no pasaron por la aprobación del consejo, como lo establece el reglamento.
Así pasó por ejemplo con el desembolso que hizo el organismo para desarrollar la misión de observación al Servicio Nacional de Menores (Sename), la que fue dirigida personalmente por Marelic. Para 2017, el consejo había aprobado un presupuesto de 50 millones de pesos, que luego aumentó a 90 millones de pesos, pero al final los recursos desembolsados alcanzaron los 220 millones de pesos. El primer incremento fue visado por el consejo, sin embargo, el segundo nunca fue informado a la instancia y, por ende, no contó con su visto bueno (ver costos de la misión al Sename).
A ello se suman 137 millones de pesos que se destinaron para financiar el lanzamiento del informe anual de Derechos Humanos, actividad que se realizó a fines del año pasado. Dicho monto superó ampliamente lo gastado en años anteriores e incluyó un llamativo ítem: más de 37 millones de pesos por 3.000 pendrives para distribuir el mencionado documento, lo que se hizo a través de trato directo, sin mediar alguna licitación, y sin consultarle al consejo (ver gastos asociados a informe anual 2017).
Pero los excesivos gastos no fueron el único factor que marcó el periodo de Marelic a la cabeza del organismo autónomo que se financia con recursos públicos. También existen dudas acerca de la demora que tuvo su administración para habilitar cuatro sedes regionales, lo que se había trazado como un objetivo primordial para 2017. En efecto, el año pasado se había aprobado un presupuesto de 809 millones de pesos para poder implementar dichas sedes, pero a fines de diciembre el monto ejecutado solo alcanzaba los 107 millones de pesos y ninguno de los recintos estaba operando (ver habilitación de sedes regionales).
Todos estos antecedentes forman parte de los documentos que obtuvo la Unidad de Investigación de Radio Bío Bío a través de la Ley de Transparencia y que entregan algunas pistas de las verdaderas razones por las cuales el consejo del INDH le habría pedido la renuncia a Marelic a principios de año, quien de todos modos sigue siendo parte del consejo. Su forzada salida generó un remezón que aún repercute al interior de la institución. Tras su remoción, presentó un recurso ante la Corte de Apelaciones, instancia que lo acogió, dejando sin efecto su destitución al tiempo que la declaró ilegal y arbitraria.
Si bien aún resta que la Corte Suprema ratifique o descarte esta sentencia, lo que definirá que Marelic sea reincorporado o no en el cargo, hasta ahora eran difusas las razones por las cuales el consejo le pidió la renuncia. En su momento el exdirector acusó que lo sacaron a raíz de las tensiones que habría generado el informe sobre el Sename, que él dirigió y que a fines de enero reveló nuevas irregularidades en el sistema de protección de la infancia, lo que fue descartado por los miembros del consejo. Aunque tampoco nunca se emitió una declaración oficial que explicara la polémica decisión.
Pero a partir de las indagaciones de Radio Bío Bío la nueva autoridad del INDH tuvo que salir a dar explicaciones por primera vez sobre este tema. Así, Consuelo Contreras, quien antes de asumir el cargo era directora ejecutiva del organismo colaborador del Sename que más recursos recibe en subvención del Estado, la Corporación Opción, afirmó que “fueron los desórdenes administrativos que venía exhibiendo en su gestión los que motivaron que la mayoría del consejo hayamos acordado y pedido la salida de Marelic”.
Añadió que “cuando llegamos nos encontramos con un gran desorden administrativo, lo que confirmó las sospechas que teníamos los consejeros, donde nos llamó mucho la atención el volumen de gastos que se hizo en algunos programas o actividades y que otros programas no hayan sido ejecutados de buena manera, dejándolos a medias. En vista de esto, nosotros realizamos una presentación a la Contraloría General de la República para que revise si estos gastos, que fueron financiados con recursos públicos, se hicieron de forma adecuada”.
Por su parte, Branislav Marelic cuestionó la información contenida en los documentos de Transparencia y descartó las acusaciones en su contra. “Lo primero que debo señalar es que en materia de austeridad, di el ejemplo de disminuir mi remuneración un 25%, además de limitar el uso del vehículo oficial, usando el transporte público para movilizarme a mi casa desde el INDH. Las acusaciones de uso excesivo de los recursos del INDH son infundados, y no se condicen con las medidas que efectivamente impulsé para el ahorro de recursos” (ver respuesta completa de Branislav Marelic).
Respecto a la misión realizada al Sename, el abogado negó que se hayan gastado 220 millones de pesos. Según él, el monto fue bastante inferior: 108 millones de pesos. “Una vez que fui removido ilegalmente el 15 de enero se hizo por parte de la nueva dirección un cálculo interno que abultó la cifra correspondiente a la misión, a fin de deslegitimarla”. Y sobre los sillones dijo que “el proceso de compra fue realizado mediante la modalidad de convenio marco, lo que implica que se encuentra en conformidad con la ley. De acuerdo a los sillones disponibles de cuero, con las medidas solicitadas, era el más adecuado”.
Siete días antes de que terminara enero, el INDH publicó el informe sobre la misión de observación que realizó al Sename. Los resultados revelados, tal como lo venían exponiendo otros estudios, fueron lapidarios con el mal funcionamiento del sistema de protección de los niños y adolescentes.
El estudio, que contempló entrevistas a 405 menores de 171 centros a lo largo del país, entre otros aspectos, develó que ocho de cada 10 niños informaron ser castigado por parte del personal en el último año; que en residencias de protección 170 de 373 niños reportaron ser víctima de alguna forma de maltrato psicológico en los últimos 12 meses; y que 23 niños acusaron haber sufrido abuso sexual por parte de sus pares.
Una semana antes de que el documento se diera a conocer, el INDH había hecho noticia por algo menos decoroso. El jueves 15 de enero se informó la abrupta salida del director Branislav Marelic, quien había conducido la misión al Sename, y tras su remoción acusó que ésta se debió a la tensión que había provocado el estudio entre algunos consejeros. Con ello, apuntó principalmente a la consejera Consuelo Contreras, quien era directora ejecutiva de la Corporación Opción. Por su parte, Contreras descartó que ese haya sido el motivo.
Sin embargo, ni él, ni ella, ni los otros consejeros se refirieron a los gastos millonarios que se realizaron durante la gestión de Marelic y que en algunos casos no contaron con la respectiva venia del consejo. Tampoco explicaron que este fue uno de los factores por los que el consejo exigió su salida.
Justamente, uno de esos casos involucra al estudio realizado al Sename. Durante 2016 el INDH gastó un poco más de 26 millones de pesos en el inicio de la misión. Y para 2017, cuando Marelic ya era el director, se había fijado un presupuesto de 50 millones de pesos para continuar con el programa. Sin embargo, durante el año el titular del organismo expuso ante el consejo que necesitaría más dinero para desarrollar la investigación, por lo que la instancia aprobó que los recursos aumentaran a 90 millones de pesos.
Pero en la práctica el gasto terminó siendo mucho más elevado: 220 millones de pesos, es decir, más de cuatro veces el fijado originalmente y más del doble del que se visó en el camino. Así lo revela un documento al cual accedió la Unidad de Investigación de Radio Bío Bío por medio de una solicitud realizada vía Ley de Transparencia.
“Este nuevo aumento del gasto nunca se informó al consejo, por lo que no contó con su aprobación. No sé por qué no se informó porque si el estudio efectivamente ameritaba 200 millones de pesos o 500 millones de pesos el consejo podría haber aprobado esa plata si es que estaba la disponibilidad presupuestaria”, relató Consuelo Contreras.
Uno de los ámbitos que detonó el incremento exponencial de recursos fue la contratación de personal externo, lo que implicó generar 140 contratos a honorarios para 80 personas. Es decir, algunas personas obtuvieron más de un contrato. Todo ello implicó el pago de honorarios, viáticos, pasajes en avión y bus, entre otros ámbitos. En efecto, solo por el pago de honorarios se desembolsaron más de 92 millones de pesos.
“Esto lo aprobó la dirección de forma unilateral, sin pasar por la aprobación del consejo. Si a mí me preguntan, de acuerdo a mi experiencia, yo creo que el estudio debería haberlo realizado la unidad de estudios del instituto porque este tipo de cosas tiene que dejar capacidad instalada en la institución. No estoy de acuerdo con externalizar. Y en el caso de externalizar lo lógico habría sido licitar con centros de estudios de universidades, pero acá no hubo licitación”, cuestionó la actual directora del INDH.
Branislav Marelic, en tanto, rechazó tajantemente lo planteado por Contreras y dijo que “de acuerdo al cálculo que llevamos con administración y finanzas hasta el término de mi dirección, la misión costó finalmente 108.879.979 de pesos, un monto ligeramente mayor a los 90 millones de pesos originalmente aprobados”. Lo anterior, agregó, se explica, primero, “porque el consejo en enero de 2017 aumentó los valores de los viáticos; segundo, el consejo durante la planificación de la misión solicitó mayores ajustes técnicos en los protocolos que implicó contratar más especialistas; y tercero, producto de los obstáculos que la dirección nacional de Sename impuso al no dar acceso a SENAINFO, las visitas a las residencias tomaron más tiempo y requirieron contratar más profesionales”.
Un elemento que permite establecer que las cifras entregadas por la actual dirección “son incorrectas”, enfatizó el abogado, es que la misión de observación finalizó en abril del año pasado, por lo que los últimos pagos por este concepto se hicieron al terminar ese mes. Según él, todos los pagos posteriores no corresponden a la misión.
“Yo les quiero decir que soy una niña trans y aquí estoy, incorrectible (sic) y feliz”, fue la frase más desafiante que lanzó la actriz Daniela Vega al oficiar de maestra de ceremonias en el lanzamiento del informe anual de la situación de los Derechos Humanos en Chile en 2017 (ver nota). De este modo, Vega, protagonista de la premiada película “Una Mujer Fantástica”, aprovechó el espacio para interpelar al entonces Presidente electo, Sebastián Piñera, quien había aseverado que los niños transgéneros podían ser corregidos con la edad. Y de paso fue lo más noticioso del encuentro.
El evento, realizado el martes 19 de diciembre en el centro cultural Espacio Matta, también contó con la presencia de la entonces Presidenta Michelle Bachelet, quien, de hecho, encabezó la cita.
El mediático lanzamiento del informe, sin embargo, escondía un aspecto por el cual actualmente está siendo cuestionado Marelic. Aquella faceta desconocida fue el millonario gasto que realizó el organismo para lanzar el informe: un poco más de 137 millones de pesos, según consigan los antecedentes a los que accedió Radio Bío Bío. Dicho monto consistió en cuatro ítems: la propia actividad del lanzamiento, 34,12 millones de pesos; la impresión del informe, 19,3 millones de pesos; pendrives, 37,8 millones de pesos; y el soporte para muestra infográfica, 46,4 millones de pesos.
En esta escena hay varios elementos que llaman la atención. Uno de ellos es el alto costo que tuvieron los 3.000 pendrives que el INDH le compró a la sociedad Inversiones Ranco, de propiedad de Eugenio Fuenzalida Undurraga, cuya operación fue realizada a través de trato directo sin mediar alguna licitación y sin preguntarle al consejo. La idea era distribuir estos aparatos electrónicos, que contenían el informe, para potenciar su difusión (descarga acá el informe 2017 del INDH).
Otro elemento llamativo es que la cifra total es superior a la de años previos: mientras en 2014 y 2015 el dinero destinado fue cercano a 74 millones de pesos por cada año, mientras que en 2016 ascendió a 93 millones de pesos.
“No sabemos por qué aumentó tanto el gasto. Uno de los problemas que teníamos como consejo es que el exdirector no entregaba la información suficiente respecto de la ejecución presupuestaria. Como sea, debo precisar que para este año yo presupuesté solo 40 millones de pesos para el lanzamiento del informe”, explicó Consuelo Contreras.
Contreras además señaló que no encuentra explicación para el costo que implicaron los miles de pendrives, sobre todo porque se imprimieron numerosas copias del informe, se difundió a través de correo electrónico y es posible acceder a él a través de la página web del INDH.
Por su parte, Branislav Marelic justificó el incremento que experimentó el costo del lanzamiento del informe anual. “A diferencia de los años anteriores, el año 2017, el INDH tuvo presencia en 10 regiones del país a través de oficinas recién instaladas, por tanto, los costos del lanzamiento de informe anual también incluyeron gastos de producción, promoción, convocatoria, el acto central en el Espacio Matta, además de las presentaciones regionales, un rediseño del formato del Informe Anual (con braille, infografías y una presentación más amigable) y un tiraje más grande”, indicó.
Para aumentar la difusión del informe es que se ordenó la compra de pendrives para grabar allí los documentos, añadió, y precisó que el costo de un informe impreso es cercano a 18.000 de pesos, por lo que contar con dichos dispositivos electrónicos reduce drásticamente el costo de difusión del mismo. Además, los pendrives fueron repartidos a todas las sedes del INDH y actualmente están siendo utilizados en las actividades de promoción en Santiago y en regiones.
De todos modos, Marelic se desligó de cualquier responsabilidad en el millonario gasto incurrido en los 3.000 pendrives. “En relación al monto, yo solicité a la Unidad de Administración la compra de 1.000 pendrives, con la cotización que se adjunta y correos electrónicos, por un monto total de 7 millones de pesos, aproximadamente. Que se diga que gasté 37 millones de pesos es algo incorrecto. Por otra parte, todas las facturas que me enviaron desde Radio Bío Bío están firmadas por funcionarios de la Unidad de Administración y Finanzas, incluso el recibo conforme, sin existir ninguna firma mía o del equipo de dirección. Quién entonces debe explicar este monto es el jefe de la Unidad de Administración y Finanzas, quien autorizó las transacciones”, apuntó.
Uno de los objetivos prioritarios que se trazó el año pasado el INDH fue consolidar su presencia a lo largo del país. Para ello era esencial poder habilitar cuatro sedes regionales: la de Atacama, la de O’Higgins, la del Maule y la de Aysén. Y en paralelo remodelar la de la Región Metropolitana.
La administración liderada por Branislav Marelic tenía todo a su favor para lograr dicho objetivo. Entre otros aspectos, porque se había aprobado un presupuesto de 809 millones de pesos para implementar dichos recintos.
Sin embargo, cuando finalizó el año solo se había concretado el 13% del presupuesto, unos 107 millones de pesos. Esto impidió que lograran habilitarse las mencionadas sedes.
“Yo creo que la gestión que se realizó no cumplía con estándares adecuados y, por lo tanto, se llegó a fin de año sin instalar las sedes y con un alto saldo. No es que no se hayan instalado las sedes porque se gastaron los recursos en otros fines, yo creo que fue un poco al revés. Como no se instalaron las sedes por culpa de una mala gestión, se generó un excedente de recursos”, afirmó Consuelo Contreras.
Desde que arribó la nueva administración, relató Contreras, han trabajado en la instalación de las sedes regionales que quedaron pendientes. De ese modo, en enero terminaron de instalar la del Maule, en febrero hicieron lo propio con la de Atacama, en marzo la de la Región Metropolitana y están finalizando la habilitación de las otras dos.
En este escenario, Branislav Marelic argumentó que en 2017 el INDH necesitaba instalarse en 5 sedes regionales (Atacama, Metropolitana, O’Higgins, Maule y Aysén), pero que el presupuesto asignado solo contemplaba la creación de cuatro y se fijó el compromiso de que en 2018 se asignarían los recursos para una sede adicional.
El abogado explicó que “en la planificación 2017, debatida y aprobada en Consejo se discutió esto, y se aceptó la instalación de 3 sedes completas, que sería Atacama, Región Metropolitana y Maule, y 2 medias sedes que serían O’Higgins y Aysén”. Así, las tres primeras sedes ya estaban en proceso de toma de posesión por parte de los jefes en sus respectivos cargos. Posteriormente, dijo Marelic, en noviembre las jefaturas de Maule y Atacama se movieron a las respectivas regiones para comenzar la instalación. Y en el caso de la Región Metropolitana, la jefa renunció por problemas personales, por lo que su proceso de instalación quedó en pausa, hasta el nombramiento de la nueva jefa, lo que ocurrió recién marzo de este año.
“No existe ningún retraso en el establecimiento de las sedes, sino que tan solo el proceso es extenso y complejo. Y, por tanto, tampoco existen problemas presupuestarios. El primer semestre de 2018, producto del largo proceso de establecimiento de sedes, se tendrá presencia nacional en tan solo 3 años. La instalación de las sedes siempre han sido procesos largos, por ejemplo, durante la administración anterior la instalación de dichas sedes fue siempre realizada con algún grado”, argumentó Marelic.