Por primera vez en la historia de las copas mundiales, la clasificación de un equipo desde la fase de grupos a la siguiente ronda se definió bajo el criterio del juego limpio o ‘Fair Play’.
En esta oportunidad el beneficiado fue Japón, que selló su avance en el Grupo H de ‘Rusia 2018’ en detrimento de Senegal, pese a que ambos cuadros terminaron con 4 puntos.
¿Por qué avanzaron los asiáticos? A igualdad de puntaje, el reglamento de FIFA para este tipo de torneos considera como siguientes factores para definir a un clasificado la mejor diferencia de gol general en el grupo (ambos terminaron con 0); cantidad de goles anotados (los dos con 4 tantos); diferencia de puntos en el resultado entre los equipos (igualaron 2-2 en el partido que disputaron); diferencia de goles en ese partido y cantidad de goles anotados en el encuentro (la misma).
Ante ese escenario, se consideró el siguiente criterio de desempate: clasificación del ‘fair play’, donde se entrega una serie de puntajes a partir de amonestaciones y expulsiones. Y ahí Japón consiguió la ventaja, ya que sumaron 4 tarjetas amarillas en el torneo (equivalente a cuatro puntos negativos) contra las 6 de Senegal (-6). ¿Si hubieran empatado también ahí? Simplemente, se habría decidido vía sorteo.