La policía brasileña registró este domingo las oficinas del Comité Olímpico Irlandés (OCI) en Río de Janeiro, en el marco de la investigación por la red de reventa ilegal de entradas en los Juegos, anunció el OCI en un comunicado.
Su presidente, Patrick Hickey, de 71 años, ya fue detenido el pasado miércoles por su presunta pertenencia a una red que revendía ilegalmente entradas para los Juegos de Rio por un precio muy superior al valor original.
Hickey está encarcelado en una prisión de alta seguridad y debería declarar ante un juez el próximo martes, según avanzó este domingo el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI) Thomas Bach.
Esta madrugada la policía irrumpió en el lugar de residencia de los miembros del OCI durante la competencia, fuera de la Villa Olímpica ocupada por los deportistas, y se interesaron especialmente por tres responsables, según la prensa brasileña.
“No se ha llevado a cabo ningún arresto” pero “los policías se quedaron con los pasaportes, así como con teléfonos y ordenadores portátiles” de esos tres miembros del Comité, “que han sido citados el martes a una comisaría de policía para ser interrogados”, precisó el organismo.
Esta operación policial es consecuencia de una serie de detenciones y órdenes de arresto llevadas a cabo en los últimos días.
La policía acusa a los sospechosos de montar un esquema para embolsarse unos 3 millones de dólares con la reventa de entradas. Por ejemplo, por boletos para la ceremonia de inauguración que costaban 1.400 dólares, la red los revendía por 8.000 y hasta el momento se han confiscado 781 entradas.
Hickey dimitió de todos sus cargos “temporalmente” al día siguiente de ser detenido y Bach reclamó para él la “presunción de inocencia”, aunque este escándalo amenaza con ensuciar la imagen del COI, que en el pasado ya se vio afectado por casos de corrupción.