El chileno más escuchado en Spotify en 2021 superó las expectativas de su show en su debut en los grandes escenarios.
La presión no era poca: Marcianeke llegó a Lollapalooza 2022 como el artista chileno más escuchado del año anterior en Spotify, secundado de polémicas de todo tipo (desde digitales a sanitarias y hasta circenses), y a pesar de ello, a sus 20 años recién cumplidos, el talquino sorteó con éxito el primer show a gran escala y de alcance internacional de su carrera.
La labor no estuvo exenta de dificultades. En dos ocasiones, el músico tuvo que detener el espectáculo para alivianar la presión sobre las primeras filas, ya sofocadas a esa altura de la tarde (16:45/17:45) en el escenario más alejado al epicentro del festival (el Perry Stage).
Decenas de miles de asistentes se concentraron desde temprano alrededor de la tarima, donde antes del cantante se presentó Princesa Alba en otro multitudinario hito nacional de este domingo.
15 minutos demoró la puesta en escena de un show al otro. “¿Qué se demoran tanto si esto va a ser puro autotune?”, comentaba una pareja de jóvenes en la previa del recital. Bastaron unos segundos para Marcianeke acallara cualquier suspicacia.
“Dímelo Ma” y “Qué Pasa” fueron parte de las muestras de talento que el artista desplegó en vivo, en ocasiones rapeando sobre una pista con su voz pregrabada, pero en la mayoría sacando el show adelante con su propio cuerpo y un MC de apoyo.
Todas las canciones fueron coreadas, todas fueron bailadas y todas hicieron estallar a la audiencia en distinta medida. Un fenómeno similar a lo ocurrido con Paloma Mami en Lollapalooza 2019, donde su irrupción hizo colapsar el escenario del Parque O’Higgins sin haber editado ningún álbum a cuestas. Misma situación que Marcianeke.
“Los quiero mucho mi gente”, fue una de las escuetas muestras de afecto del ídolo juvenil que demostró nervios de acero en, por lejos, el show más multitudinario de su corto recorrido y de la edición completa de este festival.
Dos interrupciones en el último tramo del show, la segunda más larga que la primera, quitaron fuerza y ritmo a una presentación que cumplió su objetivo y las expectativas del público.
Cuando Marcianeke terminó su recital con la incendiaria “Los Malvekes”, rodeado de una larga fila de colaboradores en la tarima, ya nadie hablaba del autotune. No había dudas: Marcianeke va en serio.