El nerviosismo mundial sigue tan vigente como el coronavirus.
No es para menos. La enfermedad que ha exportado Wuhan a una veintena de países, ya mató a 628 personas en China, Filipinas (1) y Hong Kong (1) y ha contagiado a otras 30.000. La cifra puede variar de un momento a otro, debido al avance de la enfermedad.
Latinoamérica sigue de cerca su comportamiento, pese a que algunos de sus países ya cuentan con otras amenazas a la salud pública, entre estas el dengue, zika o chikungunya, cuyo contagio es a través del zancudo (Aedes Aegypti).
Los países mejor y medianamente preparados para una epidemia
El Índice Global de Seguridad Sanitaria, elaborado por la Universidad Johns Hopkins y publicado en octubre de 2019, advirtió a través de una medición, cuales son los países mejor, medianamente y peor preparados ante una epidemia.
El índice valora a cada país según 6 factores:
1) Su capacidad de prevención.
2) Detección y reporte de brotes epidémicos.
3) Rápida respuesta ante un brote epidémico
4) Un sistema de salud lo suficientemente robusto como para tratar a los enfermos y proteger a sus funcionarios.
5) Cumplimiento de normativas internacionales.
6) El nivel de riesgo de un país para ser afectado por una amenaza biológica
La escala se basa en 100 puntos y aunque no los alcanzan, entre las naciones que tienen la mejor preparación se encuentran: EEUU con 83.5; Reino Unido con 77.9 y los Países Bajos con 75.6 puntos.
Chile con 58.3, es el tercero en la región latinoamericana que se ubica en el rango de naciones medianamente preparadas para resistir a los embates de una epidemia, según el estudio. En el primer lugar de esa categoría se ubica Brasil (59.7), le sigue Argentina (58.6) y en cuarta posición se encuentra México (57.6).
Otras naciones medianamente preparadas para las epidemias son: El Salvador con 44.2 de 100 puntos. Colombia ostenta el mismo puntaje y Costa Rica tiene 45.1.
Los peor preparados para una epidemia
Tres naciones están en la mira. Según el estudio no cuentan con las bases (seguridad sanitaria y factores críticos de combate) para resistir una epidemia o una enfermedad tan compleja como el coronavirus.
En el primer lugar de ese bloque aparece Haití con 31.5 puntos de 100. Le sigue Honduras con 27.6. El tercer lugar es para Venezuela con 23.0 puntos.
Guatemala también está entre los territorios peor preparados con 32.7 y se ubica en el lugar 125 del listado.
Repatriar desde China: ¿cosa de voluntad o de recursos?
Vencer epidemias y pandemias es de primer mundo. Sin embargo, existe otra cosa que se le da muy bien, dados sus recursos, cuando una enfermedad tan agresiva amenaza a sus ciudadanos: repatriarlos, si es que se encuentran en territorios vulnerables.
Desde la semana pasada, el mundo fue testigo de cómo algunas naciones europeas realizaron un operativo de rescate aéreo de sus connacionales en China, quienes manifestaron el deseo de volver, tras sentirse amenazados por el coronavirus.
Inicialmente, 600 personas de países como Francia, Alemania, Italia y España, retornaron a sus países para ser puestos en cuarentena preventiva. Cabe mencionar que los españoles pudieron salir de Wuhan, con la colaboración del gobierno británico que les puso a disposición su avión para evacuar.
Canadá y EEUU hicieron lo mismo. Para muestra, el avión que arribó a California con un centenar de pasajeros procedentes de la nación asiática.
Pero a medida se conoce de esa capacidad de reacción, también surgen historias que muestran la otra cara de la moneda ante el coronavirus.
Radio Francia Internacional, medio asociado a BioBioChile, informó recientemente que al menos 13 estudiantes senegaleses quieren salir de China, ante el temor de contagiarse del virus.
La petición no tuvo una reacción positiva. EL gobierno de su país fue directo y sin escalas a la hora de responder a su solicitud.
El Presidente senegalés, Macky Sall, aseguró que la repatriación “no es sencilla” y que Senegal “no tiene los medios” para llevarlos de vuelta a casa. Tampoco cuenta con las medidas de seguridad. “La logística está fuera del alcance”, sentenció.
Lo anterior derivó en un pedido de auxilio por parte de los padres de los estudiantes, quienes brindaron una rueda de prensa para expresar su preocupación por la situación y la respuesta gubernamental.
“Herido y amargado”, así se mostró el grupo de familiares de los senegaleses en Wuhan.
“No podemos entender que un jefe de Estado se dirija a la nación para decir que la República no tiene los medios para repatriar a 13 estudiantes. Fue un shock terrible para nosotros. Nos reunimos con el Secretario de Estado a cargo de los senegaleses en el extranjero que hizo promesas vacías ‘vamos a crear un grupo de seguimiento…’ Eso no es lo que estamos pidiendo”, dijo el padre de uno de los jóvenes que estudia Ingeniera Civil en Wuhan.
Otras naciones como Colombia han visto la necesidad de aliarse con otros países de la región para emprender la repatriación de 14 de sus ciudadanos en Wuhan.
“(En) alianza con otros países como El Salvador, Costa Rica, Panamá, Ecuador y Perú”, los colombianos serán llevados por tierra a “una provincia vecina”, donde estarán bajo observación médica durante dos semanas, hasta que se determine su estado de salud, dijo el embajador colombiano en Pekín, Luis Diego Monsalve.