Catastrófico. Las imágenes que siguen llegando, lo confirman.
Habitantes del Estado Victoria y la costa sur de Nueva Gales, esperan la forma más rápida de escapar con ayuda de otros humanos. La fauna queda atrapada porque no hay forma de ayudar a todas las especies, cuando la prioridad son las personas.
Especies enteras de plantas y animales han sido arrasadas. Medios locales como News, han informado la cifra: casi 500 millones, muertos por el fuego abrasador, desde que comenzó a arder todo.
Los ecologistas de la Universidad de Sydney estiman que 480 millones de mamíferos, aves y reptiles se han perdido desde septiembre pasado.
8.000 koalas, de los 28.000 en el país, forman parte de las víctimas. También han muerto canguros, wombats y demonios de Tasmania.
Se teme que la cifra aumente sustancialmente, debido a que los incendios no ceden ante el trabajo de voluntarios de bomberos.
Un comunicador australiano advertía a finales del 2019, parte de la gravedad de lo ocurrido.
¿La gente se da cuenta que tan mal está Australia en este momento? Un área del tamaño de Bélgica se ha quemado y más de medio millón de animales han sido arrasados”, escribía Deric O’hartagáin en su cuenta de Twitter.
Do people realise how bad it is in Australia right now? An area the size of Belgium has burnt to the ground & over half a million animals have been wiped up #AustraliaFires #AustraliaBurns pic.twitter.com/KY3Ux1Sko2
— Deric Ó hArtagáinTV (@deric_tv) December 30, 2019
Evacuación de humanos: la prioridad
Los medios australianos están en emergencia, al unísono con las zonas arrasadas por las llamas.
Casi 6 millones de hectáreas se han perdido en los últimos días. Cerca de una veintena de personas ha muerto debido a los incendios que se han ido extendiendo por Victoria y Nueva Gales del Sur, donde los turistas debieron evacuar en las últimas horas, como el resto de los habitantes de esta zona.
Los botes han sido la vía de escape. El mar ha brindado el salvoconducto para huir del fuego. Un elemento por otro. El infierno tiene devastados, literalmente, a los australianos que han visto como sus casas y entorno han sido devorados por el inclemente fuego.
En Nueva Gales del Sur ya se habla de la mayor evacuación en la historia de Australia. Miles de vehículos salían desde ayer para poder escapar del fuego. El llamado era para que los residentes cercanos al Parque Nacional Kosciuszko, abandonaran todo. El plazo era hasta las 10:00 am de este viernes, según medios como The Courier Mail.
Los autos fueron escoltados por los servicios de emergencia en la autopista Princes Hwy, en dirección norte, entre Milton y Nowra.
Cumplir con el plazo otorgado para evacuar se volvía toda una pesadilla. El tráfico pesado hizo que el proceso tomara entre 6 a 7 horas en completarse.
Emergency Services have started escorting vehicles on the Princes Hwy, northbound, btwn Milton & Nowra. Due to heavy traffic, this process will take at least 6 – 7 hours to complete. The hwy may close at short notice due to firefighting operations. #nswrfshttps://t.co/UxB9vJaAnC pic.twitter.com/SbXjyvxTch
— NSW RFS (@NSWRFS) January 2, 2020
Australianos furiosos con primer ministro
El primer ministro Scott Morrison visitó recientemente una zona afectada en Nueva Gales del Sur, pero los residentes le reclamaron por la respuesta del gobierno en la emergencia ante los incendios.
“Le diría esto al Primer Ministro hoy: la nación quiere que abra las chequeras, ayude a las personas a reconstruir sus vidas”. Eran las palabras del Ministro de Transporte local, Andrew Constance.
“¡Mucha gente ha perdido sus hogares. Necesitamos más ayuda!”, le gritaban al primer ministro, quien poco después tuvo que caminar con paso apresurado a su auto al ver el descontento arder, literalmente hablando.
Cuando Morrison subió a su automóvil, una mujer se volvió hacia la cámara para decir que el pueblo había sido “olvidado”.
“Esto no es justo, estamos totalmente olvidados aquí abajo: cada vez que esta área tiene una inundación o un incendio, no obtenemos nada”, reclamó.
Es una emergencia que tiene a Australia sufriendo directa o indirectamente las consecuencias de los incendios forestales. Las pérdidas humanas, animales y materiales han dejado ver la magnitud de una catástrofe.
La postal que acaparó los medios fue la de una mujer joven que se negó a estrechar la mano del primer ministro a su llegada a Cobargo, una de las zonas más castigadas por la emergencia.