Una supuesta recreación transformista de “La Última Cena” durante la inauguración de los Juegos Olímpicos (JJOO) de París este viernes causó polémica en redes sociales.
Se trató de una performance titulada “Festividad”, en la cual participaron varias célebres ‘drag queens’, como Nicky Doll, Paloma o Piche.
La aparente referencia al famoso cuadro de Leonardo Da Vinci que retrata el icónico episodio bíblico ocurrió durante el evento, en el cual figuraron artistas de la comunidad LGBTQ, ofendiendo a internautas de las comunidades cristianas.
Sin embargo, la presentación realmente referenciaba una fiesta griega conectada con el dios Dionisio, quien hace aparición poco después de que los comensales se instalaran en la mesa.
No fue la única presentación de diversidad sexual en la ceremonia, pues también participó la DJ francesa Barbara Butch, militante feminista y lesbiana, mientras que varias modelos, entre ellas la mujer transgénero Raya Martigny, desfilaron luego con trajes diseñados por talentos emergentes de la moda.
Un poco antes, en una sección del cuadro artístico “Libertad” que llevaba por nombre “Amores parisinos”, el director artístico Thomas Jolly -que ha revelado haber sido acosado de adolescente por su homosexualidad- incluyó en su puesta en escena “un París en el que el deseo se afirma y se expresa”, según el documento que presenta el desarrollo del espectáculo.
Al final de “una coreografía sensual y aérea que evoca cómo se genera el deseo”, interpretada por bailarines con atuendos con los colores arcoiris de la bandera LGBT+, se vio a dos hombres besándose y a un trío amoroso encerrándose en una habitación.