Uno de los momentos más devastadores de la presente edición de los JJOO de París 2024 protagonizó esta jornada la gimnasta rumana Ana Barbosu.
¿El motivo? La atleta había quedado en la tercera posición y, por ende, se adjudicaría la medalla de bronce. Sin embargo, una apelación de última hora cambió las cosas.
Barbosu incluso estaba con su bandera celebrando y saludando al público que la ovacionaba. Vivía su gran momento y su rostro era todo alegría.
Pero el festejo no duró demasiado. El Team USA presentó un reclamo que modificó las posiciones y logró que Jordan Chiles saltara del quinto al tercer lugar.
Chiles prácticamente estaba resignada, hasta que vio en la pantalla que su apelación había tenido efecto y que se convertía en nueva medallista. En ese momento gritó contenta y se apoyó en su compañera y amiga, Simone Biles, y su entrenadora.
Las imágenes de las escenas de Chiles festejando contrastan cruelmente con las de Barbosu. De hecho, en la transmisión oficial se pudo ver cómo la rumana miraba la pantalla sin comprender lo ocurrido.
Segundos después, Barbosu, impactada, incluso dejó caer su bandera al piso. Su pena era gigante.
La entrenadora de Rumania entró en escena e intentó consolar a Ana Barbosu, lamentablemente, sin éxito. Un llanto desgarrador se apoderó del gimnasio.
¿Cuál fue el reclamo que permitió a EEUU otra medalla y perjudicó a Ana Barbosu?
Lo que no sabía Barbosu, ni su equipo, fue que Estados Unidos ingresó una apelación cuando todos se quedaban con la imagen de la brasileña Rebeca Andrade haciendo historia.
En específico, el equipo estadounidense cuestionó que la dificultad de la rutina de suelo de Chiles hubiese sido calificada con 5.8. Tras la revisión, los jueces aumentaron a 5.9, explica Daily Mail.
Esa pequeña modificación cambió todo. El promedio de Chiles pasó de 13,666 a 13,766, superando a las rumanas que terminaron 0,066 puntos por detrás.
Sin duda, un momento que refleja lo que es el deporte. Unos celebran, otros se lamentan.