Los nadadores que participan en los Juegos Olímpicos de París 2024 se han encontrado con un enemigo impensado a la hora de afrontar las competencias.
Y este singular adversario es nada más y nada menos que la piscina de La Defénse Arena de la capital francesa.
Los deportistas de alto rendimiento presentes en la cita de los cinco anillos se han visto imposibilitados de atacar los récords mundiales, algo casi tan preciado como conquistar una medalla.
“Instalada en el pabellón multiusos donde habitualmente juega el equipo de rugby Racing 92, el vaso prefabricado de acero inoxidable por la empresa italiana Myrtha Pools apenas supera los 2,15 metros de profundidad, lo que dificulta hacer grandes tiempos a pesar de que la importancia de la cita hace que los nadadores lleguen coincidiendo con su mejor momento”, menciona Sport.es.
Hugo González, campeón del mundo de 200 metros espalda y única opción de medalla de la delegación española en natación, declaró sobre la piscina que “sabemos que a día de hoy no cumple las reglas de World Aquatics. Parece que se nota, aunque al final si es más lenta, es más lenta para todos, estamos en igualdad de condiciones”.
En tanto, la estrella de la natación estadounidense, Katie Ledecky, señaló que “francamente, no es muy profunda. No lo suficiente“. La norteamericana busca en París convertirse en la nadadora con más medallas olímpicas.
Apuntar que una mayor profundidad en las piscinas olímpicas rebaja la turbulencia y limpia el agua, frenando en menor medida el deslizamiento del cuerpo.
“Esta piscina no es profunda, no tanto como las otras. Aún así, es top“, expresó el local Leon Marchand, gran estrella de la natación y que el domingo conquistó su primer oro en los 400 metros estilos, batiendo el récord olímpico de Michael Phelps.
El problema comenzó cuando la organización internacional que regula los deportes acuáticos cambió las reglas sobre la profundidad mínima de las piscinas. Este nuevo requisito empezó a aplicarse el 1 de julio, justo cuando estaban terminando de montar la piscina en el pabellón de París. Debido a este cambio de última hora, no fue posible ajustar la piscina ya instalada para cumplir con las nuevas normas. Por lo tanto, el comité organizador de París, que había hecho sus planes según las reglas anteriores, no pudo adaptar la piscina a los nuevos estándares a tiempo.